Te pueden manipular de forma positiva y así te darás cuenta

Te contamos cuáles son las señales de que alguien quiere motivarte a cambiar tus pensamientos o comportamientos, generalmente, para tu beneficio

Por Nuria Safont

La manipulación ha existido siempre y, en la mayoría de las ocasiones, la persona que la ejerce, no suele tener buenas intenciones y lo que busca es satisfacer sus intereses. Pero también se puede dar un tipo de manipulación más positiva. Es aquella que tiene el objetivo de ayudar al otro, a movilizarle al cambio sin que se dé cuenta. Con la ayuda del psicólogo y sexólogo José Martín del Pliego (delpliegopsicologo.com) te contamos cómo identificar a aquellas personas manipuladoras, de las que sí hay que huir, de aquella manipulación que sí se hace con buena intención.

¿Qué es la manipulación?

La manipulación es una conducta en la que se usa un tipo de discurso en el que tratamos de cambiar los pensamientos, emociones o comportamientos de otra persona con el objeto de beneficiarnos o generar una conducta de abuso o de poder sobre ella.

Puede ser muy sutil y poco identificable en muchas ocasiones, pero se da un tipo de violencia en la que una de las partes sale beneficiada y la otra perjudicada.

¿Qué tipo de personas la ejercen? 

Son personas que leen muy bien las debilidades de su víctima, tienen como una especie de radar que es capaz de detectar quien puede ser su objetivo. No tienen reparo en provocar daño emocional o físico para lograr sus propósitos.

En su realidad interior son muy inseguros y la manipulación es una manera de ejercer control sobre el otro. Funcionan con indirectas y hablando a medias, faltándoles asertividad y claridad en lo que necesitan.

Llevan fatal que las cosas no salgan como ellos quieren y como basan su imagen en mentiras o exageraciones, cuando pierden control ponen en marcha respuestas agresivas, atacando desde la crítica para desautorizar al otro.

Es habitual que usen el victimismo como herramienta, exageran problemas personales o de salud para mantener atado al manipulado, que si intenta escapar le harán saber que sin su presencia su vida “ya no tiene sentido” y son “capaces de cualquier cosa”. Esto es habitual cuando en una relación de pareja se intenta abandonar al maltratador.

Añadir que el manipulador nunca se conforma, siempre quiere más. Como solo atiende a sus necesidades, machacara a su víctima lo que sea necesario para obtener lo que quiere sin reparar lo más mínimo en el otro.

¿Cómo saber que somos víctimas de esta manipulación? 

La víctima pone más energía en atender las demandas e intereses de su manipulador que en atender a sus propias necesidades y criterios personales. Esto evidentemente causa problemas emocionales, baja autoestima y frustración.

El manipulador conseguirá que se sienta lo suficientemente culpable, para que nunca pueda salir de esa relación dañina y parasita. Dará la vuelta a la tortilla, dramatizando y teatralizando lo suficiente para que la relación se quede como está. Por esto es tan difícil romper con este tipo de relación, porque, aunque la persona no sea consciente en su inicio, el desgaste termina apareciendo, pero cualquier intento de salir del vínculo tóxico, termina pareciendo inútil.

Por eso hay que potenciar como víctimas nuestra capacidad de oponernos a lo que nos están haciendo, buscar ayuda externa y ser capaces de expresar lo que nos hacen sentir.

¿Podemos ser nosotros los manipuladores y no darnos cuenta? 

En ocasiones, el manipulador no es consciente que lo es. Son personas que están tan enfocados en sus propias necesidades, que no perciben, porque tienen dificultad para ello, el daño que le están provocando al otro.

Aquí entra una enorme necesidad de control y una incapacidad para regularme yo solo mis emociones, y necesito a los demás para que estén para mí como yo quiero.

En algunos casos, tienen rasgos de personalidad psicópata en estas conductas, pero en otros como indico, la persona no percibe el dolor que causa. En cualquier caso, se den cuenta o no, siempre buscan su propio beneficio.

 

¿Existe la manipulación positiva?

Aquí hablaríamos de las herramientas manipulativas, tendrían el objetivo de mejorar la vida del otro generando cambios en su manera de pensar, sentir y funcionar que hagan que la persona se maneje de mejor manera en la vida.

En este caso el manipulador no busca beneficios para él, sino para el otro. Se trata de influir con distintas estrategias para generar cambios.

¿Es lo mismo que persuasión?

En este caso, los mensajes van encaminados a generar argumentos que hagan que el receptor modifique sus actitudes, pensamientos o conductas originales, cambiándolos por la influencia persuasiva. Dependen de la capacidad del emisor de tener herramientas hábiles que puedan ser convincentes.

Es decir, se trata, de derribar las barreras psicológicas defensivas de la persona con estrategias que permitan que sea más fácil convencerles en algún área, de tal manera que se pretende actuar de forma inconsciente para evitar resistencias y que el sujeto no se dé mucha cuenta de lo que está ocurriendo.

Es por esto que se usa tanto la persuasión, la persona modifica sus esquemas previos y los acepta como propios.

¿Cómo se ejerce este tipo de 'manipulación' y en qué momentos se puede considerar 'lícita'?

La persuasión es muy usada en el mundo comercial y político. Se utilizan distintas técnicas que hacen sentir a la persona que necesita aquello que se le ofrece, haciendo que no se pueda resistir a las promociones que ponen en marcha. Algunos ejemplos son cuando nos hacen sentir que la rebaja que nos hacen excede lo que hace el vendedor normalmente, o cuando nos dan un obsequio como algo que nos distingue como clientes.

Otras veces nos hacen ver qué si perdemos la oportunidad de comprar algo, nos lo van a quitar o perderemos la opción. En otras ocasiones nos pueden decir que aquello que queremos es lo deseado dentro de un grupo social determinado y que nos distinguiremos al tenerlo.

Hay multitud de técnicas persuasivas que podemos considerar licitas porque no perdemos la oportunidad de elegir. Todos estamos siendo víctimas de la persuasión a nivel global a todos los niveles y tenemos que ser conscientes de ello, manteniendo en lo posible un pensamiento crítico que nos permita darnos cuenta de este tipo de comunicación, aunque solo sea en parte.