Pareja

¿Te peleas con frecuencia? Estos consejos evitarán que acabe en una crisis

Te explicamos cómo discutir de forma constructiva, cuándo debes 'retirarte' y cuándo las constantes peleas pueden advertirte de una crisis real y profunda de pareja

Por Nuria Safont

Pelearse no es algo malo. En todas las relaciones hay diferencia de pensamientos, actitudes, formas de hacer... Lo que sucede es que debemos aprender a discutir de forma constructiva para que la discusión no acabe en crisis. No solo con la pareja, también con cualquier persona con la que tenemos un vínculo: un compañero de trabajo, un familiar, una amiga...

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¿Por qué se pelean las parejas? 

Las peleas de pareja se pueden presentar por infinidad de motivos y dependiendo de la etapa evolutiva de la misma. "Pero hay cierto ranking de peleas que se repiten habitualmente y son las tareas de la casa, la educación de los hijos, la frecuencia en las relaciones sexuales, el manejo del dinero y la relación con la familia política de cada integrante de la pareja", indica el psicólogo Sebastián Girona, especialista en terapia de pareja

Las peleas que acaban en crisis son aquellas "discusiones que escalan" y no pueden ser "frenadas" por ninguno de los dos. Muchas veces también están relacionadas con los problemas que la pareja no puede o no quiere solucionar. En algunos casos pueden ser diferencias estructurales en la personalidad de cada uno que pueden ser insalvables.

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Consejos para que tus peleas no acaben en crisis 

Como indica el experto, en las relaciones íntimas es imposible llegar a un estado de 'discusión cero'. De hecho, hay que desconfiar de aquellas parejas que dicen que no se pelean nunca, porque eso podría significar que es probable que alguno de los dos se esté guardando demasiadas cosas. Por ello, señala, hay y que poner el foco, por lo tanto, en el “cómo” peleamos. 

Elige tus batallas

Sebastián Girona señala que no todas las peleas tienen el mismo valor. Está claro que la señal de alarma se enciende en los conflictos que puede parecer que no tienen solución, como que una parte de la pareja quiera hijos y la otra no. Si estás frente a conflictos que tienen solución, simplemente hay que elegir qué batallas queremos librar, y tratar los temas de uno a uno, del más importante, al menos importante.

Selecciona el mejor momento

Debemos evitar comenzar la discusión señalando o con la crítica, lo mejor siempre es contarle al otro lo que te pasa de la mejor manera posible y en el mejor momento posible. 

Reformula las quejas

En la medida de lo posible, debemos reformular las quejas, buscando que recaiga sobre la acción (me siento mal cuando no me ayudas) haciéndole ver cómo me siento, y no dejándolo caer sobre la persona (eres un desastre) porque cuando nos critican siempre intentaremos defendernos.

Utiliza el humor

El humor es un recurso para aquellos que ya han discutido mucho, buscando algo gracioso como “aquí pasa el servicio diario de recolección de toallas mojadas”.

Aprende a frenar

Cuando el conflicto escala, a veces lo mejor es abrazar al otro, sentirlo cerca y dejar de pelear. No resuelve el problema, pero ayuda a que no se vaya de las manos.

Cuida el lenguaje corporal

Debemos evitar suspirar o redondear los ojos hacia arriba porque el otro puede interpretar un desprecio. 

Siempre cara a cara

El WhatsApp puede servir como un primer impulso, un paso previo para que en otro momento se pueda retomar cara a cara. Es importante que no quede la conversación en el teléfono, como si no hubiera pasado nada cuando nos reencontramos al llegar a casa.

Pide perdón cuando sea necesario

Si piensas que hiciste o dijiste algo que pudo haber herido al otro, hay que pedir un sentido perdón al otro. No hay ganadores ni perdedores en una pelea, normalmente cada uno tiene un poquito de razón, lo que se ha de buscar es escuchar al otro y evolucionar juntos.

¿Y si mi relación de pareja ya ha tocado a su fin? 

Hay ciertos indicadores que marcan el final de una pareja. "Uno es darse cuenta de que los problemas que tiene la relación son graves y se sostienen demasiado en el tiempo y al mismo tiempo no son problemas comunes", indica Sebastián Girona. Otro indicador es la "falta total de diálogo en general y específicamente sobre estos problemas".

Además, también puede aparecer "distancia emocional entre los integrantes y eso lleva a que hagan demasiadas cosas cada cual por su lado y compartan poco".

Finalmente, también puede aparecer la "sensación de soledad dentro de la relación. "Si se cumple alguno o todos estos factores, probablemente la pareja tenga muy mal pronóstico", concluye el experto en psicología y terapia de pareja. 

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