Todo lo que podría estar contándote tu aliento

En numerosas ocasiones la halitosis puede ser la punta del iceberg de diferentes tipos de enfermedades

Por Gtres

El mal aliento es un problema que padecen un importante número de personas y que se convierte en una circunstancia muy incómoda para el propio afectado, así como para las personas que conviven con él hasta el punto de que, en algunos casos, condiciona de manera significativa las relaciones interpersonales tanto de índole profesional como en el área personal. En la gran mayoría de los casos ingerir alimentos que producen olor como el ajo, la cebolla, fumar o descuidar la higiene bucal suelen ser los motivos principales tras un caso de mal aliento.

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No obstante, estas circunstancias no son las únicas tras un caso de halitosis. Según los expertos, el mal aliento está asociado en el 75% de los casos a problemas de la boca (enfermedad periodontal, caries…), pero la halitosis también puede ser la primera señal de enfermedades gástricas, hepáticas, renales o incluso referirse a males sistémicos como puede ser la diabetes. A continuación detallamos algunos de los diferentes males que puede estar escondidos tras un caso de mal aliento.

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Orígenes del mal aliento más allá de la higiene bucal

  • Aparato digestivo: La boca es el punto de entrada de nuestro sistema digestivo. Por tanto, puede ser el vehículo que emplea nuestro organismo para indicarnos que algo no está funcionando correctamente. Los desórdenes del aparto digestivo pueden dar la cara por medio del mal aliento. En estos casos es conveniente acudir al especialista para saber si se trata de un problema puntual o si se trata en un mal crónico con consecuencias más graves para el organismo. Patologías como la gastritis, úlceras, reflujo gastroesofágico o hernias de hiato están entre las más comunes y no tratarlas a tiempo puede derivar en un mal mayor.
  • Metabolismo: Si el mal aliento proviene de una enfermedad relacionada con trastornos metabólicos o con la ingesta de determinados medicamentos, los órganos afectados producen compuestos que generan el mal olor en estos órganos y el hedor circula hasta los pulmones a través de la sangre donde cambian de estado y al convertirse en gas da lugar a la halitosis.
  • Enfermedades sistémicas: Las patologías sistémicas graves que se asocian con la aparición del mal aliento son el estadio final tras no haber tratado a tiempo una complicación metabólica previa. Se trata como apunta el Dr. Luis Margarit Pérez, odontoestomatólogo del hospital Ruber Juan Bravo de "enfermedades que en su fase de descompensación se asocian a trastornos metabólicos que generan el mal aliento. La diabetes, la insuficiencia renal crónica, la insuficiencia hepática, la cirrosis o las enfermedades congénitas del metabolismo son algunas de ellas".

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Cómo proceder cuando persiste el mal aliento

No importa si detrás de un caso de halitosis existe un mal que revista poca o más gravedad. En cualquiera de las dos circunstancias, es muy importante acudir periódicamente a un especialista, tanto si estamos hablando de una enfermedad bucal (que es en la mayoría de los casos), como si se trata de cualquiera de los otros casos que hemos mencionado anteriormente. En algunos casos puede ser la llamada de atención por parte de nuestro cuerpo cuando trata de transmitirnos que algo no funciona correctamente.