¿Por qué mi perro lo muerde todo?

Que lo haga un cachorro es normal, es su forma de reconocer el mundo. Pero si un perro adulto lo muerde todo, puede esconder un problema

Por Nuria Safont

Los perros muerden, eso es normal. Y con la boca reconocen el mundo que los rodea. Es más, los colmillos de nuestros perros son como nuestras manos, les sirven para coger las cosas, para jugar, además de, por supuesto, para comer. Así que es relativamente normal que un perro lo muerda todo. Sobre todo, si es cachorro. Sin embargo, es importante ponerle límites. Asimismo hay que darle alternativas para que pueda morder sin que destroce la casa. Cuando un perro adulto adopta el mismo comportamiento, no obstante, puede esconder un problema que hay que averiguar para ponerle remedio. 

¿Por qué lo muerden todo?

Las razones por las que nuestra mascota lo muerde todo son varias, según afirma el especialista en comportamiento animal Carlos Mendoza.

  • Le duelen los dientes. Es muy común en cachorros a los que le están creciendo.
  • Se está limpiando los dientes. Morder determinados objetos es una forma natural para eliminar el sarro.
  • Aburrimiento. Morder cosas es una manera de divertirse y pasar el rato.

Pero hay otros motivos por los que actúan así y que pueden alterar su calidad de vida:

  • Ansiedad. Igual que pasan el rato mordiendo cosas, también es un mecanismo defensivo contra la ansiedad cuando no hacen suficiente ejercicio, se sienten desamparados o enfermos.
  • Soledad. Cuando un perro pasa mucho tiempo solo se siente triste, y alivia esa soledad mordisqueando cosas. Es muy probable, de hecho, que busque cosas que huelan a ti.

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¿Qué podemos hacer para evitarlo?

En primer lugar, averiguar cuál es la causa. Como decíamos, si se trata de un cachorro, lo más normal es que lo haga para aliviar el dolor que le produce el crecimiento de los dientes, para jugar o reconocer su entorno. En estos casos, tenemos varias formas de redirigir sus 'preferencias':

  • Ofrécele juguetes especiales para que pueda morder sin ningún peligro para él ni para tu hogar.
  • Mediante una buena educación, con refuerzo positivo, es decir, dándole una recompensa cuando haga algo bien y sin castigos, enséñale qué puede y qué no puede morder. Por ejemplo, cuando se meta en la boca algo que no debe, edúcale para que obedezca ante la orden ‘suelta’. Esto te será, además, muy útil para evitarte disgustos en la calle.
  • Si tu cachorro tiene preferencia por piernas o manos, quéjate. Es lo mismo que hacen estos animales cuando juegan entre ellos. Un sonido tipo aullido agudo como haría un perro le bastará a tu cachorro para reconocer que no debe seguir mordiéndote.

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¿Y si mi perro es adulto?

En ese caso puede deberse a un dolor de dientes o, como decíamos, un problema de ansiedad o soledad.

Si piensas que puede ser un mecanismo que el animal adopta para eliminar el sarro, pregunta al veterinario sobre qué alternativas seguras hay para él. Por ejemplo, sticks especiales contra el sarro, que puedes encontrar en cualquier tienda de animales o en tu clínica veterinaria.

En el caso de que le duelan los dientes, deberás hablar con tu veterinario. Para sospecharlo observa su comportamiento, si le cuesta comer o deja de hacerlo. Tal como indica el veterinario Pachi Clemente, de AVEPA (Asociación de Veterinarios Españoles Especialistas en Pequeños Animales), “cualquier cambio en la normalidad hay que tenerlo en cuenta. En cuanto a su salud bucal, el mal aliento, el babeo constante, restos de sangre o molestias al tocarle, así como menor apetito o pérdida de peso puede hacernos sospechar que le duelen los dientes”. Un chequeo puede ayudarnos a detectar este o cualquier problema de salud en nuestro animal.

Pon remedio si es por ansiedad

Por último, la ansiedad o la soledad son también factores que afectan a la calidad de vida de nuestro perro y que pueden hacerle adoptar comportamientos compulsivos como morder cosas. En este sentido, si el problema es leve, podemos incrementar la cantidad de ejercicio que realice al día así como dejarle juguetes que estimulen su inteligencia y le ayuden a pasar el tiempo menos aburridos.

Si sufren ansiedad por separación, un problema que puede afectar a un 15% de los perros ya que, genéticamente, están preparados para vivir en manada y no separarse de ella, señala la especialista en etología (comportamiento animal) y veterinaria Gemma López Aguado, de Kivet Sant Pere de Ribes en Barcelona, centro colaborador de Kiwoko.