Dr. Eduardo Junco

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A estas alturas de este nuevo año, seguramente hayamos realizado una fase de examen de conciencia de lo acontecido en el 2019 y tengamos en mente, si no lo hemos puesto en práctica ya, una serie de objetivos para el 2020. La mayoría de ellos tienen como finalidad enmendar posturas, acciones y actitudes para conseguir las metas que nos habíamos propuesto y mejorar nuestra salud.  Y, aunque este próximo año tampoco lo consigamos, es bueno tener, al menos, la intención de hacerlo y poner todo de nuestra parte para cumplir nuestros propósitos. Seguro que, por poco que sea, influirán de forma evidente y decisiva en nuestra salud y nuestro bienestar.

No hay que exigirse demasiado. Hay que ser realistas y establecer metas asequibles que sean fáciles de cumplir para llegar a conseguir lo que nos proponemos. Estos consejos te ayudarán. 

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Régimen de vida 

Cambiar de forma de vida no es fácil. La actividad laboral, los compromisos adquiridos, los horarios, las tensiones, el estrés, la vida sedentaria y las alteraciones del sueño están a la orden del día. 

Las tendencias actuales y los movimientos slow, preconizan una vida más relajada sin la tiranía del tiempo, más ecológica y cercana a la naturaleza y estos pasos serían una buena solución para prevenir múltiples patologías físicas y psicológicas que se presentan como consecuencia del ritmo de vida y que muchas personas ‘padecen’ por estas causas.

Consejos:

• Modificar vuestras prioridades.
• Dedicar más tiempo al ocio, a la familia y a uno mismo.
• Evitar el estrés, las presiones y tomarse la vida con más tranquilidad y sosiego.

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Alimentación y peso

Es muy frecuente que aquellas personas con obesidad o sobrepeso lleven toda su vida planteándose buenos propósitos para mejorar esta situación y así mejorar su salud. 

Aunque sabemos que la herencia, la composición de los tejidos corporales, la personalidad, el metabolismo y la vida sedentaria tienen gran importancia en el origen de este problema, son la dieta alimenticia y los hábitos dietéticos los que lo mantienen y los que hay que revisar. 

Consejos

• Decantarse por las dietas con alimentos hipocalóricos. Esto no quiere decir que haya que prescindir totalmente de los alimentos más calóricos, pero sí se debe reducir el consumo. Esto nos ayudará a comer menos y mejor. 
• Si se inicia una dieta es importante pedir consejo del médico de cabecera o de un especialista en nutrición.
• Constancia y tenacidad. No se debe abandonar al conseguir reducir peso. Lo difícil es mantenerse.
• Abandonar la vida sedentaria. Aumentar la actividad física e intelectual.

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Ejercicio físico

Mantener una actividad física adecuada a través de prácticas deportivas o de otras actividades acordes a la edad y condición de cada uno debería ser uno de los propósitos más relevantes para este año, dado que es muy importante para procurar una buena salud.

La ausencia de actividad física regular o, lo que es lo mismo, la vida sedentaria puede dar lugar, en edades medias de la vida, a la aparición progresiva de sobrepeso con instauración de un síndrome metabólico constitucional y diabetes, colesterol e hipertensión, con un sinfín de problemas de salud que se manifestarán de forma continuada y progresiva.

Consejos

• Adaptar el ejercicio a nuestro nivel. No se deben poner metas inalcanzables.
• Comenzar con paseos, marcha rápida y tablas de gimnasia.
• Comprometerse. Dedicar un tiempo semanal a la práctica de ejercicio o deporte. Según la OMS, un mínimo de 90 minutos a la semana. 
• Tener clases u horas fijas para su práctica. Elegir el deporte que nos guste. 

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Controlar los niveles de colesterol 

Tener el colesterol elevado no ocasiona ninguna molestia, ni ningún síntoma pero la persistencia de cifras elevadas de colesterol en sangre da lugar a arterioesclerosis y, por tanto, aumentan el riesgo de padecer un ictus cerebral o un infarto de miocardio.

Toda persona con cifras de colesterol en sangre superiores a 220 mgrs debería estar controlada y tratada por su médico así como medicada si es necesario, además de realizar una dieta alimenticia pobre en grasas saturadas.

Consejos

• La limitación en la dieta alimenticia de alimentos como la yema de huevo, la manteca, la mantequilla, los embutidos, los lácteos y las carnes grasas es el medio más natural y fisiológico para controlar el colesterol.
• El control médico de las cifras de colesterol con medicación y dieta, previene la aparición del colesterol evita su progresión y es una medida eficaz en la prevención de accidentes vasculares cardiacos y cerebrales.

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Hipertensión arterial

Al igual que el colesterol, la hipertensión arterial no se nota, casi no da síntomas, pero su persistencia es muy perjudicial para la salud.

Si se sufren cifras de tensión arterial superiores a 140/90 mm hay que vigilar periódicamente sus valores, y tener el propósito de situarlos por debajo de estos límites, pues la hipertensión mantenida en el tiempo dará lugar a arterioesclerosis y riesgo aumentado de cardiopatía coronaria.

Consejos

• Seguir los consejos del médico. Si es necesaria la medicación, no hay que dejar de tomarla.
• Llevar una dieta pobre en sal. Controlar el peso y realizar una vida activa. 
• Tomarse la tensión arterial con regularidad.

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Revisiones médicas

La medicina preventiva es la base de una buena salud. Las revisiones médicas periódicas, chequeos, controles analíticos o visitas a especialistas serán de los propósitos saludables más eficaces para el próximo año. Los diagnósticos realizados ‘a tiempo’ suelen proporcionar curaciones totales en muchas enfermedades o procurar evoluciones mucho más favorables, en otras.

Consejos

• Procurar tener una relación fluida y cercana con el médico de cabecera.
• Consultar a especialistas si es necesario. Odontología, ginecología, otorrino y oftalmología son las especialidades más frecuentes.
• Si existen antecedentes familiares de cáncer de colon, cáncer de mama o cáncer de próstata existen exploraciones analíticas como marcadores tumorales que avisan precozmente  de la aparición de estos tumores.

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