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Todas las culturas tienen sus ritos que, bien sean paganos o religiosos, forman parte de la estructura social de las diferentes civilizaciones y permanecen a lo largo de los tiempos. Rituales fúnebres, de unión, de madurez… asociados habitualmente a festejos y que son simbólicos por encima de cualquier otro carácter. En este sentido, las fiestas navideñas están plagadas de ritos; desde tomarse una uva con cada campanada a llevar ropa interior roja o tener dinero en el bolsillo para dar la bienvenida al nuevo año.
Son tradiciones arraigadas que están vinculadas a la fe, una manera de colocar el deseo en el cambio, de mejorar la autoestima. Dejar atrás 12 meses y empezar de nuevo es lo que representa cada uno de estos pequeños rituales. La oportunidad de que sea mejor. No se trata de magia, se trata de hacer algo que simbolice esa predisposición y que mientras se hace uno reflexiona y pone toda su energía en ello. Si te apetece hacer tu ritual particular, a continuación te damos algunas ideas.
Limpia y purifica tu casa
El hogar debe ser un lugar de cobijo, confortable y con el que te sientas completamente a gusto. Que hable de ti, de tu familia, y donde no reinen las malas energías. Ni las que se pueden generar dentro, por ejemplo, por una discusión, ni las que llegan de fuera, como pueden ser las que se arrastren desde el trabajo. Mantener una casa limpia y ventilada es fundamental para que el aire y la energía se regeneren. Sin embargo, de vez en cuando conviene hacer una limpieza especial y qué mejor que para recibir el 2020. ¿Cómo? Te lo contamos.
Hay que empezar por limpiar las entradas a la casa desde el exterior. Prepara un cubo de agua con el zumo de cinco limones, una taza de sal y ¼ de taza de vinagre blanco y limpia todas las puertas y ventanas, con sus picaportes y marcos. Para el interior, te recomendamos fregar todo el suelo con agua y sal gorda, desde dentro hacia la salida. Además, colocar un puñadito de sal gorda en cada esquina y dejarlo durante 48 horas. Para terminar, quema un ramillete de salvia y camina por todas las habitaciones y espacios, nuevamente desde el interior hacia la puerta. Para mantener el equilibrio, quema palosanto durante unos minutos cada día.
Tira lo que no sirve y ordena
Es importante empezar el año con la casa no solo limpia sino también ordenada, pues el orden físico ayuda con el orden mental. Empieza tirando aquello que no uses o que esté en mal estado, como ropa que ya no te sirve o papeles que se acumulan sin sentido. Reorganiza el trastero, los armarios, la despensa… haz hueco para más y mejor y olvídate de lo que no te suma actualmente.
Deja lo que no quieres atrás
Los últimos días de diciembre son un momento estupendo para hacer balance, proponerte nuevos objetivos y tener claro aquello que no quieres que te acompañe en el nuevo año. En este sentido, hay diferentes rituales que puedes hacer para simbolizar lo que deseas dejar atrás. Por ejemplo, escribe en un papel las cosas malas del 2019, los frenos que tú misma te colocas o esos disgustos que has tenido y quémalos para hacerlos desaparecer.
Dedica una tarde a una sesión de spa, en silencio, contigo misma, que te sirva para 'arrastrar' esas malas energías, pensamientos o momentos del año vivido y empezar de nuevo en cuerpo y mente. En casa, puedes hacerte una exfoliación de todo el cuerpo, darte un relajante baño con aromaterapia y ponerte una mascarilla revitalizante.
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