Supera el miedo a que te deje tu pareja

A veces, nos centramos tanto en nuestra relación que se convierte en todo nuestro mundo y es entonces cuando surge un pernicioso sentimiento de inseguridad que puede conducir a situaciones indeseadas.

Por Cristina Soria

El miedo a que nuestra pareja nos deje es un sentimiento más habitual de lo que llegamos a admitir, y generalmente lo entendemos como la consecuencia natural de la importancia que le damos a nuestra relación y del lugar tan importante que la otra persona ocupa en nuestra vida. Y visto así, no es extraño que temamos perder aquello que amamos, en este caso a nuestra pareja. El problema llega cuando en una relación sufrimos más de lo que disfrutamos porque nos invade la angustia de pensar en que todo se puede acabar, y nos olvidamos de vivir el presente para sumergirnos en los altibajos que esta incertudembre constante genera en nuestro ánimo.

Cuando nos dedicamos exclusivamente a nuestra pareja y pasamos la mayor parte del tiempo junto a ella, dejando de lado actividades y personas que nos importan, para centrarnos únicamente en una relación que nos absorbe y que consideramos imprescindible para darle sentido a nuestra vida, es porque hemos desarrollado una depencia que implica el miedo constante al abandono.

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¿Por qué tenemos miedo a que nos dejen?

Si has experimentado alguna vez este sentimiento, ya sabrás que se trata de un estado irracional que nos domina a nuestro pesar y seguramente te habrás preguntado cuál es la causa de ese malestar que te invade, sobre todo cuando tu pareja no te da ningún motivo para cuestionar la relación.

El miedo al abandono es la consecuencia de un vínculo obsesivo de dependecia emocional con otra persona que, según creemos, es la responsable de nuestra felicidad y de que nos sintamos seguros ante el mundo que nos rodea. Es cierto que vivimos en una sociedad que todavía tiene una concepción demasiado idealista del amor, que nos empuja a encontrar pareja para darle sentido a nuestra vida y ocupar el lugar que nos corresponde en el mundo. En ocasiones, el mero hecho de comprobar que solo por tener pareja el mundo no se vuelve de color rosa, y que los problemas y las complicaciones siguen existiendo (también en la relación) puede causarnos una crisis de inseguridad y temor ante la posibilidad de perder lo que suspuestamente es obligatorio tener para ser feliz. Entonces se nos olvida que nuestro bienestar depende de nosotros mismos y no de ninguna relación de pareja.

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Esto, además, suele ocurrirle a personas con una baja autoestima, ya que son más propensas a las relaciones basadas en la dependencia y el apego. Cuando nos sentimos incapaces de desarrollar plenamente nuestra vida sin la compañía del otro comienzan a aparecer los fantasmas que enturbian nuestra felicidad, y que solo podremos hacer desaparecer si entendemos que es en nosotros mismos donde se halla nuestro valía y la capacidad para ser felices.

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Supera el miedo a que tu pareja te deje

Lleves el tiempo que lleves en la relación, tú ya tenías unas metas personales antes de conocer a tu pareja, aunque probablemente las hayas dejado a un lado. Piensa en aquello que querías hacer y recupera la ilusión por las cosas que te importan y te definen, que son muchas, no solo tu relación.

Que lo hagas no significa que tu comportamiento se vaya a volver egoísta. Sencillamente es probable que le estés dedicando demasiado tiempo a tu pareja y haya llegado la hora de que valores lo que a ti de verdad te importa. Una relación sana parte de dos personas que se seinten autorrealizadas en igualdad de condiciones, porque cuando no es así los conflictos no tardan en aparecer.

Cultiva tu amor propio, porque hasta que no te quieras a ti misma no podrás querer de verdad a otra persona de una manera sana que os permita ser felices. Si te ves incapaz de conseguirlo porque tienes una baja consideración de ti misma, no dudes en acudir a un profesional que pueda ayudarte a valorarte como te mereces. Ayudarte a ti es el primer paso para todo lo demás.

No desatiendas tus relaciones personales y retoma el contacto con aquellas personas que ahora tienes abandonadas por estar más centrada en tu relación. Cuidar y mantener nuestro círculo social es fundamental porque todas las relaciones afectivas influyen positivamente en nuestra vida, no solo la relación con la pareja.

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