Psicología y mente

Hay que aprender a dejarse querer en los momentos difíciles

El amor propio es muy importante, pero también lo es el que se recibe por parte del entorno más cercano, ya que es un refuerzo directo a la autoestima. Por este motivo saber ‘dejarse querer’ puede ser básico a la hora de afrontar una situación complicada

Por hola.com

Un mal momento lo tiene cualquiera. Un mal día, una mala época… prácticamente nadie está exento de pasar tiempos difíciles, sea por la causa que sea. Pero, como dice el dicho, 'no hay mal que cien años dure' y para dejar atrás una etapa dura hay varios factores que pueden condicionar la rapidez con la que esta se supera.  La resiliencia como término psicológico podría resumirse como la actitud y perseverancia que hace que alguien no tire la toalla, y el amor propio tiene un papel importante en el carácter de quienes se pueden definir como personas resilientes. Es habitual que, cuando alguien se encuentra mal anímicamente hablando, su entorno más próximo se vuelque para conseguir que los tiempos difíciles terminen lo más rápidamente posible, pero para dejar atrás algo por lo que se sufre también hace falta identificar las causas, aprender a pedir ayuda y, sobre todo, dejarse ayudar.

Una persona no es más débil por sufrir -sea cual sea la causa- ni tampoco más fuerte por pasar ese dolor en silencio sin compartirlo con nadie. Cuando se está viviendo un momento duro, tener a alguien en quien apoyarse es algo importante a la hora de conseguir superarlo, pues además del alivio psicológico que puede suponer pronunciar en voz alta algo que nos atormenta, alertamos a los demás sobre cuál es nuestro verdadero estado de ánimo.

La importancia de la autoestima

A veces rechazar la ayuda o incluso el cariño de alguien que solo pretende ayudar puede obedecer, según la psicología, a un sentimiento de culpa no justificado. Sentir que una persona está 'perdiendo su tiempo' en nosotros cuando lo podría estar invirtiendo en atender o solucionar sus propias cosas podría ser un síntoma evidente de falta de autoestima. Una vez más, el amor propio no solo está condicionado por el entorno, sino que también nos condiciona a nosotros mismos a la hora de relacionarnos. Aceptar atención, ayuda, cariño y afecto de terceros es un refuerzo positivo que siempre sumará beneficios para uno mismo, más aún si se reciben en circunstancias de debilidad emocional, ya que ayudarán a reforzar la autoestima.

A la hora de afrontar una circunstancia difícil, el amor propio siempre puede ser la base sobre la que nos apoyemos para superar el problema. Precisamente en esta idea radica la importancia de dejarse querer, ya que cuanto más reforzados y seguros nos encontremos por parte de nuestro entorno, mayor será la autoestima y, por ende, la determinación y la fuerza con la que decidamos afrontar lo que sea que nos supone un problema.