¿Qué le pasa a tu cuerpo cuando hace tanto calor?

Por encima de los 35 ºC nuestro organismo sufre las consecuencias. Estos medidas te ayudan a evitar disgustos.

Por Nuria Safont

Hace pocas semanas, en el mes de mayo, experimentamos un pico inusual de las temperaturas. Ahora la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) anuncia una nueva subida para este fin de semana y advierte de que en algunas zonas de España se superarán los 40ºC. Comienza hoy viernes y se extenderá hasta el lunes. Afectará, principalmente, al suroeste de la península y se extenderá hacia el centro, el valle del Duero y parte del Ebro. Esta va a ser la primera ola de calor de este verano¿Qué le pasa a nuestro cuerpo cuando sube tanto el mercurio? ¿Es peligroso? Aquí tienes todas las claves. 

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Las temperaturas tan extremas pueden ocasionar un daño en nuestro organismo. Además de las dificultades para dormir, el cansancio, la irritabilidad o la pérdida de apetito, se pueden producir mareos, lipotimias y, en el peor de los casos, un golpe de calor, una situación que compromete la vida de las personas. En agosto de 2018 un incremento de las temperaturas supuso la muerte de hasta 18 personas. La dieta, además de algunas medidas de precaución, serán nuestras aliadas para evitar que las altas temperaturas nos pasen factura. 

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¿Qué es un golpe de calor? 

La temperatura ideal de nuestro organismo no debería superar los 37 ºC. Cuando esto ocurre, el cuerpo activa sus mecanismos de defensa para refrigerarse, por ejemplo, mediante el sudor. De ahí que sea tan importante beber líquidos antes de tener sed, ya que de este modo, el organismo tiene suficiente agua para no deshidratarse. Cuando alcanza los 40 ºC y no puede eliminar ese exceso de calor, se produce una especie de 'fallo' y el sistema nervioso empieza se altera. Es entonces cuando puede aparecer el golpe de calor

Se trata de "un fallo de la función de varios órganos internos debido al aumento excesivo de la temperatura dentro del cuerpo. Se caracteriza por provocar fiebre alta, disminución de la conciencia y la piel seca y caliente”, señala el doctor César Morcillo, jefe de Medicina Interna del Hospital Sanitas CIMA. Y si nos deshidratamos no podríamos sudar lo suficiente como para enfriar el cuerpo. Esto podría llevarnos a un golpe de calor”.

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Existen distintos tipos de golpe de calor: 

Pasivo o clásico: se debe a las temperaturas extremas y afecta a las personas que se exponen a las altas temperaturas y a la humedad. Asimismo, también se da en aquellas que tienen alguna patología previa, ya que el calor agrava los síntomas, así como en mayores que han perdido la sensación de sed y no reponen líquidos para rehidratarse. 

Activo: es el que afecta a deportistas o personas que desempeñan trabajos que requieren un esfuerzo en el exterior. El organismo produce calor que no está acostumbrado a regular y, sumado a la temperatura exterior, se desencadena una situación de hipertermia. 

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Los más vulnerables a las altas temperaturas 

Los bebés, las personas mayores o dependientes, las embarazadas y las personas con alguna patología son los grupos de población más vulnerables durante una ola de calor. 

El sistema respiratorio de los primeros, por ejemplo, no es lo suficientemente maduro para reaccionar frente al exceso de calor. Al no sudar, el organismo no se refrigera y se calienta en exceso. Por otro lado, las personas que tengan mayores a su cargo o personas dependientes, deben vigilar que estas se rehidraten constantemente. 

Según los servicios de teleasistencia Atienza, se recomienda beber de dos a tres litros de agua,  zumos, infusiones, evitando las bebidas alcohólicas y las bebidas con cafeína. También se aconseja que coman en pocas cantidades, pero varias veces al día, y que incluyan en su dieta, fruta, verdura y alimentos frescos. 

En el caso de los cuidadores de personas dependientes o encamadas, se les recomienda que, además de mantenerlos hidratados, es importante que refresquen las sábanas y de que se encuentren en un lugar fresco.

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Consejos para evitar un golpe de calor 

Para evitar que las temperaturas elevadas nos pasen factura y evitar el golpe de calor, el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social ha lanzado ya su decálogo de recomendaciones generales:

  1. Beber agua o líquidos con frecuencia, aunque no se sienta sed y con independencia de la actividad física que se realice.
  2. No abusar de las bebidas con cafeína, alcohol o grandes cantidades de azúcar, ya que pueden hacer perder más líquido corporal.
  3. Aunque cualquier persona puede sufrir un problema relacionado con el calor, hay que prestar atención especial atención a bebés y niños pequeños, mayores y personas con enfermedades que puedan agravarse con el calor y la deshidratación, como las patologías cardíacas.
  4. Permanecer el mayor tiempo posible en lugares frescos, a la sombra o climatizados, y refrescarse cada vez que se necesite.
  5. Procurar reducir la actividad física y evitar practicar deportes al aire libre en las horas más calurosas (de 12.00 a 17.00).
  6. Usar ropa ligera, holgada y que deje transpirar.
  7. Nunca dejar a ninguna persona en un vehículo estacionado y cerrado (especialmente a niños, ancianos o enfermos crónicos).
  8. Consultar al médico ante síntomas que se prolonguen más de una hora y que puedan estar relacionados con las altas temperaturas.
  9. Mantener los medicamentos en un lugar fresco; el calor puede alterar su composición y sus efectos.
  10. Hacer comidas ligeras que ayuden a reponer las sales perdidas por el sudor (ensaladas, frutas, verduras, zumos, etc.).

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