Paracetamol, ibuprofeno o aspirina, ¿qué tomar para el dolor?

Los tenemos en casa, pero no siempre los utilizamos bien. Por eso te explicamos qué medicamento tomar para un dolor de cabeza o si tienes la gripe o un resfriado. Asimismo recordamos cuáles son las dosis seguras y qué interacciones tienen estos fármacos.

Por Nuria Safont

Paracetamol, ibuprofeno y aspirina (o ácido acetilsalicílico) son los analgésicos y antiinflamatorios de venta libre en farmacias más habituales en nuestros botiquines. Pero, aunque sean comunes en nuestros hogares, no son inocuos, y hay que tomarlos con precaución. De hecho, lo ideal es que no nos automediquemos y que sea el médico o el farmacéutico quien nos prescriba o aconseje el fármaco correcto tras conocer nuestros síntomas y antecedentes clínicos. Y es que, aunque todos combatan el dolor, no lo hacen del mismo modo y, sobre todo, no son siempre aptos para todos los pacientes.  

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“La principal diferencia entre el paracetamol, el ibuprofeno y la aspirina (ácido acetilsalicílico) es que el primero es analgésico (trata el dolor) y antipirético, es decir, baja la fiebre. El ibuprofeno y la aspirina, además, son antiinflamatorios no esteroideos (AINES)”, explica Mercè Tortras, farmacéutica titular de mtfarmacia, en Barcelona. 

Por otro lado, “la diferencia entre ibuprofeno y la aspirina es que esta última es antiagregante plaquetario (grupo de fármacos que alteran o modifican la coagulación de la sangre), y se utiliza a bajas dosis como antitrombótico, es decir, impide o disminuye la agregación plaquetaria (unión de las plaquetas, las responsables de la coagulación sanguínea) reduciendo el riesgo de trombos e infartos de miocardio”, añade la experta. De ahí que algunos expertos recomienden una aspirina al día para prevenir este tipo de eventos cardiovasculares, pero no un antiinflamatorio, que además podría dañar el corazón. De hecho, un estudio danés advirtió de que tomar ibuprofeno sin receta médica puede incrementar el riesgo de sufrir un problema cardiovascular. 

Veamos, pues, qué es cada medicamento y para qué se utiliza, cuál es la dosis recomendada, y, muy importante, qué interacciones tienen con otros medicamentos o, incluso, plantas. Eso sí, antes de tomar cualquier fármaco, consulta con tu médico y/o farmacéutico y lee el prospecto que viene en cada envase. 

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¿Qué es el paracetamol?

El paracetamol es un fármaco analgésico y antipirético. Como decíamos, ayuda a aliviar dolor y baja la fiebre. Actúa inhibiendo la síntesis de prostaglandinas en el sistema nervioso central (SNC). Estas son sustancias con múltiples funciones en el organismo, entre ellas, forman parte de la respuesta natural al daño o el estrés. Está indicado para el control del dolor leve o moderado causado por afecciones articulares, otalgias (dolor de oído), cefaleas, dolor odontogénico (dientes), neuralgias, procedimientos quirúrgicos menores etc. Asimismo, es eficaz para el tratamiento de la fiebre, co­mo la originada por infecciones virales, la fiebre pos­vacunación, etcétera.

Se trata de un fármaco seguro y, debería recurrirse a él como primera opción en caso de dolor, hasta esperar el consejo médico, sobre todo, si el dolor persiste.  

Se recomienda tomar con un vaso de agua y en ayunas, ya que aumenta la biodisponibilidad (cómo lo absorbe el organismo) del fármaco.  Si se sufren molestias digestivas, es mejor tomarlo con comida.

Por otro lado, no hay que abusar de este tipo de fármacos -ni de ninguno, si no es con prescripción médica-, puesto que pueden cronificar una dolencia, por ejemplo, el dolor de cabeza.

Dosis de paracetamol

Tal como nos explica la farmacéutica Mercè Tortras, "la dosis máxima recomendada de paracetamol vía oral es de 4 g al día para un adulto sano, salvo que el médico prescriba otra pauta.  En el caso de niños, al igual que el ibuprofeno, existe un formato jarabe que permite dosificar la dosis dependiendo del peso", señala. 

En el embarazo y la lactancia, a dosis recomendadas y utilizado puntualmente, se considera seguro.

Sin embargo, "las personas que tengan alteraciones de la función renal (riñones) y/o hepática (hígado), deben disminuir la dosis ingerida o, incluso, no tomarlo", recuerda la titular de farmacia.  

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¿Qué es el ibuprofeno?

El ibuprofeno es un antiinflamatorio no esteroideo (AINES) que se utiliza para combatir el dolor y la inflamación. Su mecanismo de acción es similar al del paracetamol: funciona inhibiendo la síntesis de prostaglandinas a nivel periférico. Está indicado para el tratamiento de estados dolorosos, acompañados de inflamación significativa como artritis reumatoide leve y alteraciones musculoesqueléticas (osteoartritis, lumbago, bursitis, tendinitis, hombro doloroso, esguinces, torceduras, ...). También se utiliza para el tratamiento del dolor moderado en postoperatorio, en dolor dental, postepisio­to­mía, dismenorrea primaria, dolor de ­cabeza.

Debido a que se trata de un fármaco que puede irritar la mucosa gástrica, se recomienda tomarlo durante o después de las comidas.

Dosis de ibuprofeno

En el caso del ibuprofeno vía oral, la dosis recomendada viene indicada en cada prospecto pero, en general, “se recomienda un comprimido de 600 mg cada seis u ocho horas, en adultos sanos. La dosis y duración del tratamiento debe ajustarse en función de la gravedad y las molestias del paciente (no olvidemos que es para aliviar el dolor) y de la prescripción médica”, señala la farmacéutica.  

En el caso de los niños, dependerá del peso y la edad. Por eso, "la forma farmacéutica para los menores es un jarabe, más fácil de dosificar, con jeringas marcadas con mililitros (ml). El prospecto indica los ml de jarabe que se debe dar y con qué frecuencia dependiendo del peso del niño", indica. 

En personas de edad avanzada y/o con problemas renales y/o hepáticos hay que ajustar las dosis, ya que no lo eliminan de igual manera. También es recomendable evitar el ibuprofeno en personas con problemas digestivos. 

Y es que el ibuprofeno "produce irritación de la mucosa gástrica y, en consecuencia, puede provocar dolor abdominal, náuseas y vómitos, diarrea,etc. En las personas que sufren úlceras gástricas puede desencadenar hemorragias. Además, excederse de las dosis máximas puede llegar a provocar una intoxicación hepática. Por eso, en los casos de adultos y niños se recomienda alternar ibuprofeno y paracetamol cuando hay que tomarlo con mucha frecuencia o a dosis alta", apunta Mercè Tortras. 

No está recomendado en el embarazo y, solo en dosis bajas y si es estrictamente necesario, en la lactancia.

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¿Qué es la aspirina?

El ácido acetilsalicílico, cuyo nombre más conocido es aspirina, es otro antiinflamatorio no esteroideo cuyo mecanismo de acción también inhibe la síntesis de prostaglandinas, impidiendo la estimulación de los receptores del dolor. Este principio activo está para  los dolores ocasionales leves o moderados, como dolores de cabeza, dentales, menstruales, musculares (contracturas) o de espalda (lumbalgia), así como estados febriles. También se puede utilizar para la artritis reuma­­toide, osteoartritis, espondilitis anquilo­sante y fiebre reumática aguda, siempre con prescripción y control médico. 

Se recomienda tomarlo justo después de comer, sin superar la dosis recomendada, y con un gran vaso de agua, para evitar irritar la mucosa gástrica y que el organismo la absorba mejor. Si se ha prescrito para prevenir el infarto, es mejor que se tome antes de acostarse, ya que se ha observado que contribuye a reducir más la presión arterial y el riesgo de episodios cerebrocardiovasculares.

Dosis de aspirina

La dosis máxima recomendada de aspirina vía oral en adultos sanos es 4 g. "No debe utilizarse en menores de 16 años debido a la posibilidad de síndrome de Reye (daño cerebral súbito y alteraciones hepáticas). En personas de edad avanzada se recomienda disminuir la dosis, ya que estas presentan una menor función renal y hepática", recuerda. 

La aspirina no es segura en el embarazo, ni en la lactancia.

Por otro lado, es un antiagregante plaquetario, es decir, afecta a la coagulación de la sangre volviéndola más líquida, por lo tanto no se debe tomar antes de las intervenciones quirúrgicas para evitar posibles hemorragias. Tampoco se recomienda a personas con problemas de coagulación o gastrointestinales.

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Interacciones medicamentosas

Un aspecto muy importante de la toma de medicamentos, es que estos pueden interactuar entre sí, y con otros alimentos o plantas, restando o potenciando la eficacia. De ahí que se insista en evitar la automedicación y que siempre se pida consejo farmacéutico. La experta farmacéutica Mercè Tortras enumera las posibles interacciones y los riesgos:

Paracetamol: está contraindicado con todos los fármacos hepatotóxicos y el alcohol. Puede producir fallo renal si se toma con antiinflamatorios no esteroideos (AINES) a altas dosis y en tratamientos prolongados. No hay descrita ninguna interacción con ninguna planta medicinal.

Ibuprofeno: entre los fármacos que interaccionan con el ibuprofeno destacan los corticoides (aumentan las molestias gástricas), otros AINES y el paracetamol (aumenta el daño renal). Tampoco deben tomarse con antidiabéticos orales, ya que disminuye la excreción renal y ello aumenta el riesgo de un hipoglucemia. No se recomienda tomar con gingko biloba por el riesgo de hemorragia, ni con sauce, ya que puede aumentar los efectos de irritación gástrica. Es importante señalar también que el alcohol incrementa su toxicidad.

Aspirina: es el antiinflamatorio con más interacciones con otros fármacos y plantas respecto al ibuprofeno y el paracetamol, ya que, por un lado, potencia el efecto irritante gástrico y ulcerogénico y, por otro, los efectos de los anticoagulantes.
Por ello, hay que evitar tomarla con otros antiinflamatorios como el naproxeno, el ibuprofeno, anticoagulantes orales (como el Sintrom) y antiagregantes plaquetarios. También está contraindicada con el alcohol. Las plantas medicinales contraindicadas con la aspirina son también aquellas que tienen efecto anticoagulante y antiagregante plaquetario. Por ejemplo, el gingko biloba, ajo a dosis altas, sauce (contiene salicilatos), ulmaria, arándano rojo, pasiflora, castaño de indias o diente de león. El jengibre también está contraindicado si se toman dosis altas de aspirina.