Atrévete a introducir semillas de cáñamo en tu dieta

Descubre cómo las semillas del cáñamo pueden enriquecer tus preparaciones con un altísimo poder nutricional y un sabor suave que conjuga muy bien con otros sabores.

Por Cristina Soria

Las semillas son alimentos muy beneficiosos, y es común que tengan altos contenidos de aminoácidos (proteínas), vitaminas y minerales como el hierro y el magnesio. Pero, en concreto, las semillas de cáñamo tienen un valor nutricional muy alto, y se digieren muy bien. Sus sabor es, además, muy suave, y encaja fácilmente con muchas preparaciones, aportando un ligero sabor a nuez que conjuga a la perfección tanto con alimentos dulces como salados.

En la antigua China se utilizaban ya las semillas de cáñamo como alimento, y el aceite extraído de estas como complemento nutricional. Hoy está poco valorado culinariamente, especialmente por estar asociado al cannabis, sin embargo las semillas no contienen ninguna sustancia narcótica, todo lo contrario: desde un punto de vista nutricional está dándosele cada vez más importancia al rescatar su valor cercano a ser un súper alimento.

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En el mercado podemos encontrar las semillas con piel, también llamadas “cañamones”, peladas, en forma de aceite o en polvo. Sin embargo la forma más habitual de consumirlas es tomando la semilla pelada, porque es más versátil y puede añadirse a más elaboraciones.

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Un estudio publicado de la American Chemical Society en 2007 determinó que el cáñamo ayuda a prevenir la coagulación sanguínea, y esto es muy beneficioso para protegernos de coágulos e infartos, por lo que ayuda también protegernos de problemas cerebro-cardiovasculares.

Esta misma investigación ahondó en que los altos niveles de el omega-3 (ácido a-linolénico) de las semillas del cáñamo pueden ser muy favorables y tener efectos beneficiosos para prevenir el cáncer y enfermedades coronarias. Una sola cucharada sopera de semillas de cáñamo aporta a nuestra dieta 1 gramo de Omega-3 y  2,5 gramos de Omega-6.

Proteínas e hidratos de carbono

El valor nutricional de las semillas de cáñamo le acerca a ser un superalimento, en especial por sus proteínas que son de alto valor biológico por su alta capacidad de absorción y favorecer una digestión rápida y suave. 

Los nueve aminoácidos esenciales que deben estar presentes en nuestra dieta están incluídos en estas semillas, lo que convierte al cáñamo en una potente proteína vegetal, superando en propiedades a la soja, porque no se han identificado aún alergias relacionadas con el cáñamo ni su producción requiere de pesticidas, lo que ha hecho que estas semillas aún no tengan un equivalente transgénico, pues son en sí mismas resistentes, hipoalergenicas y mantienen sus nutrientes con gran facilidad.

Además, como alimento vegetal, potencian que la absorción de sus hidratos de carbono sea lenta, es decir, que está aportando unos carbohidratos que no desestabilizan el azúcar en sangre y que, siendo asimilados lentamente, son indicados en casos de diabetes.

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Vitaminas y minerales

Las semillas de cáñamo aportan vitamina A, vitamina E y varias vitaminas del grupo B. Además de minerales como el hierro, fósforo, potasio, calcio, manganeso y magnesio.

La vitaminas del grupo B que aportan las semillas de cáñamo son muy importantes para nuestra salud, porque potencian el metabolismo y la gestión de la energía, además de ser neurotransmisoras. Ayudan en la regulación de las hormonas del estrés y controlan las reservas de nutrientes de nuestro organismo, para favorecer la nutrición del cerebro y del resto del cuerpo. Entre las vitaminas B que aportan la semillas de cáñamo están la B1 (tiamina), B2 (riboflavina), B3 (niacina), B4 (ácido pantoténico) y B6 (piridoxina).

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