Aves: un gran indicador del cambio climático

Las migraciones de este grupo de seres vivos proporcionan información para saber cuál es el estado del medioambiente

Por Gtresonline

El deshielo y el aumento del nivel del mar, las condiciones meteorológicas extremas o la intensificación de las precipitaciones son solo algunas de las consecuencias del cambio climático, que afecta a todas las regiones del mundo. Tanto es así que mientras que los fenómenos extremos y las inundaciones son cada vez más frecuentes en algunas regiones, en otras se registran olas de calor y sequías. Un fenómeno que se está produciendo tan deprisa que son muchos los animales que están teniendo problemas para adaptarse a su entorno y, por consiguiente, están siendo 'obligados' a modificar sus hábitos y hábitats. Una de las especies que se ha visto perjudicada por este calentamiento terrestre son las aves, que proporcionan con su presencia o ausencia información clave sobre el estado del medioambiente.

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Desplazamiento de las aves

Los países mediterráneos son especialmente vulnerables al cambio climático. Según un estudio realizado por Carlos Cano Barbacil y Javier Cano Sánchez, Efectos del cambio climático sobre las aves, el calentamiento global "puede afectar al comportamiento, reproducción, supervivencia, migración y distribución geográfica de las aves". Las graves consecuencias mencionadas anteriormente, especialmente el aumento de las temperaturas, están provocando el desplazamiento de numerosas especies de aves del sur hacia el norte y de las zonas bajas a otras más altas. Sin embargo, según Ecologistas en Acción, las aves migratorias están reduciendo las migraciones por culpa de este fenómeno y muchas especies están adelantando su éxodo como respuesta al aumento generalizado de las temperaturas. Tanto es así que, en la Península Ibérica, la llegada primaveral de las aves migratorias, que han acortado notablemente las enormes distancias que recorren en sus desplazamientos, se ha adelantado en torno a una semana desde mediados de los años 70.

Además, algunos grupos ya no migran desde hace décadas y se han vuelto sedentarios en la Península, como la cigüeña común; mientras que especies del norte de África raras veces vistas en España, como el camachuelo trompetero, el ratonero moro o el corredor sahariano, han comenzado a criar al sur de nuestro país. Todos estos movimientos y alteraciones convierten a estos animales en indicadores directos del cambio climático.

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Supervivencia amenazada

Más de 1.800 especies de aves necesitan viajar en busca de lugares aptos para su reproducción y búsqueda de alimento. Sin embargo, los expertos alertan de que el adelanto o retraso de sus desplazamientos, así como la duración de las migraciones, que son viajes peligrosos que exponen al animal a multitud de amenazas, podría tener consecuencias a largo plazo para la supervivencia de estos seres vivos. Las aves pequeñas, como la golondrina, que ha acortado su trayecto en busca de una climatología más suave, son especialmente susceptibles.

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