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Dice el dicho que ‘una manzana al día, mantiene al médico en la lejanía’, y no le falta razón. La fruta con mayor presencia en la cocina de cada casa es toda una fuente de salud. Pero no solo lo dice la sabiduría popular, también numerosos estudios científicos y médicos lo demuestran. Una de las razones principales se encuentra en uno de sus componentes del que no siempre se habla: el boro, un mineral con excelentes propiedades para la salud de nuestros huesos.
Uno de los investigadores que más ha abordado en profundidad los efectos beneficiosos del boro en la salud es FH Nielsen, miembro del Departamento de Estado de Agricultura del gobierno de los Estados Unidos, concretamente en su libro Update on human health effects of Boron. Algunas de las propiedades que le atribuye son “la mejora del crecimiento óseo y la función del sistema nervioso central, alivio de los síntomas artríticos, mejora de la acción hormonal y menor riesgo de sufrir algunos tipo de cáncer”.
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¿Qué es el boro y por qué es imprescindible para una buena salud?
Este oligoelemento, que solo se puede encontrar de manera natural en las plantas y cuya dosis varía según el método de cultivo que haya tenido el alimento, “produce las enzimas digestivas necesarias para asimilar el calcio, el magnesio y fósforo, además de estimular la producción y aprovechamiento de la vitamina D. De ahí su papel protector del sistema óseo, por lo que está especialmente indicado en la prevención y tratamientos de dolencias como la artrosis o la osteoporosis”, nos explican desde la Asociación de Cooperativas Hortofrutícolas de Val Venosta (VI.P).
Es por ello que, al tratarse de un mineral necesario para el mantenimiento de la masa ósea, la ingesta de boro toma especial relevancia en algunas etapas de la vida, como puede ser la menopausia en la mujer; cuando se acentúa la pérdida de densidad ósea debido al proceso hormonal y el boro ayuda a la segregación de estrógenos.
Además, tal y como afirma el investigador Nielsen en su libro, el boro también está relacionado con el funcionamiento cerebral, que se ralentiza e incluso pueden presentarse problemas de aprendizaje o escaso desarrollo cognitivo cuando hay una carencia de este mineral. Por último, este mineral contribuye a la protección de las membranas celulares y estimula el sistema inmunológico.
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Alimentos para unos huesos fuertes
- Además de la manzana, el boro está presente en frutas como las fresas, las ciruelas, los tomates o las peras; y también en verduras como la lechuga, la col, el apio o la remolacha. Y en frutos secos como las pasas, almendras o nueces, entre otros. También alimentos como la soja o la miel tienen aportes significativos. La recomendación es, por tanto, incorporar una dieta rica y variada donde no falten estos grupos de alimentos.
- Por otro lado, los expertos recomiendan también aumentar la ingesta de vitamina D, tales como el salmón, las sardinas, los huevos y productos fortificados con vitamina D como los cereales para el desayuno.
- Alimentos ricos en calcio. Son muy recomendables los lácteos, como quesos, yogures y leche. También una buena alternativa son las sardinas, boquerones, frutos secos, higos, coles, cebollas y ajos, ya que también poseen un alto aporte de calcio. Si queremos, podemos incluir alimentos fortificados con calcio como el pan, la harina de trigo y los productos horneados que han sido elaborados con harina de trigo fortificada; así como la leche de soja y otros productos a base de ésta.
- El aceite de coco y de oliva virgen extra, así como semillas de chía y linaza, que nos aportan ácidos grasos esenciales.
- Las semillas de girasol y de calabaza también aportan minerales esenciales y aceites saludables.
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