Las vacunas salvan vidas

En España, vacunar a los niños es una decisión exclusiva de sus padres. De ahí que existan niños sin vacunar. ¿Tienen razones sólidas para no vacunar a sus hijos o fomentan un debate que no debería existir?

Por hola.com

El proceso de transformación del agua común en agua potable está permitiendo salvar una cantidad ingente de vidas en todo el mundo. Hasta hace unos años, se calculaba que la cifra de personas que morían por contraer enfermedades diarreicas debido al consumo de agua extremadamente contaminada ascendía al millón ochocientas mil; y la mayoría de estos casos correspondían a niños menores de cinco años. Sin embargo, la potabilización del agua no ha sido la única intervención sanitaria que ha cosechado un éxito a nivel mundial. Después de la potabilización del agua, la vacunación es un hito ligado al progreso de la Humanidad.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, gracias a la inmunoterapia se ha conseguido reducir la mortalidad de niños menores de 5 años en un 52%. Pero además, las vacunas ayudan a salvar de 2 a 3 millones de vidas al año y a prevenir, al menos, 30 enfermedades infecciosas de todo el mundo. Uno de los mayores logros de las vacunas es la erradicación de la viruela y la reducción de la incidencia de la polio en un 96%. Incluso existen vacunas como la de la Hepatitis B y la del Virus del Papiloma Humano que logran evitar el cáncer.

“Las vacunas son de las pocas intervenciones en salud pública que disminuyen los costes de la asistencia médica. Por cada euro invertido en vacunación se consigue un ahorro de 22 euros en gastos directos e indirectos en el sistema sanitario”, subraya el doctor Fernando Moraga-Llop, vicepresidente primero de la Asociación Española de Vacunología.

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Evidencia científica versus antivacunas, ¿dos caras de una misma moneda?

El éxito de las vacunas ha promovido que actualmente se debata sobre la incorporación de nuevas vacunas que hayan demostrado su seguridad y eficacia o sobre la búsqueda de evidencia científica que avale la reducción del número de dosis o de pinchazos. Pero los expertos lamentan que desde los medios de comunicación se reabran debates sobre la eficacia y la seguridad de las vacunas o que se permita que desde las redes sociales se atente contra ellas recogiendo versiones de quienes exageran los efectos secundarios de las vacunas o falsean los datos sobre la efectividad.

El doctor Federico Martinón-Torres, jefe de Pediatría Clínica en el Complejo Hospitalario de Santiago (CHUS) y uno de los mayores expertos en infecciones y vacunas, compara la situación de estos debates en los que se crea una falsa equidistancia entre provacunas y antivacunas con el maltrato.

"De la misma manera que no hay debate sobre si el maltrato es bueno o malo y que a ningún periodista se le ocurriría oponer los testimonios de quienes rechazan la violencia de género y quienes la defienden y practican, no hay discusión sobre la efectividad y la seguridad de las vacunas ni se deben promover desde los medios de comunicación debates estériles y sin evidencia científica como señal de "respeto" hacia esa minoría de ciudadanos que, por desconocimiento o por conflictos de interés, exaltan los beneficios de lo natural frente a lo químico generando una lacra social que atenta, nada más y nada menos, que contra la vida de las personas", subraya.

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Falta de poder adquisitivo, ¿razón para no vacunar?

España y Reino Unido son países de referencia en Europa en tasas de prevención infantil, alcanzando en 2015 coberturas superiores al 96%. Sin embargo, nunca se debe bajar la guardia. “Los virus y bacterias no entienden de fronteras y si bajamos la guardia en prevención, se pueden expandir”, lamenta el doctor Fernando Moraga-Llop. Este experto señala que la vacunación infantil es un acto de solidaridad, pues a partir de la inmunización de la sociedad, se benefician personas que no pueden vacunarse por alguna contraindicación.

“La existencia de un 5% de niños no vacunados se circunscribe a colectivos en riesgo de exclusión social y a los padres que deciden no vacunar a sus hijos”, informa el doctor Amós García Rojas, presidente de la Asociación Española de Vacunología. De cara a estos últimos apuesta por seguir incidiendo en emitir mensajes que pongan en perspectiva y en valor lo que aporta la vacuna a nuestra sociedad, y por denunciar aquellas páginas web que contienen información falsa o sin evidencia científica sobre vacunas.

Asegura que las dudas sobre la seguridad de las vacunas o el poder adquisitivo de la familia no son razones para no vacunar: “Hay sólidos estudios científicos que avalan la seguridad de la inmunización infantil. Además, el actual calendario de vacunación incluye vacunas frente a 13 enfermedades infecciosas y todas ellas están financiadas”. Las únicas vacunas no financiadas, que se incluyen dentro del calendario de vacunación recomendado por la Asociación Española de Pediatría son la tosferina en la adolescencia, el rotavirus y el meningococo B.

Entre las principales consecuencias de la no vacunación destaca el aumento de la mortalidad y la aparición de enfermedades que ya estaban erradicadas. Ocurrió con el caso del niño de Olot, que vivía en el seno de una familia que se declaraba en contra de las vacunas. Contrajo la difteria, una enfermedad erradicada de nuestro país desde 1987 gracias al calendario de vacunación. “Tras este caso se hizo un estudio en 3.000 escolares y se encontró que 50 niños no habían sido vacunados por expreso deseo de sus padres”, lamenta el doctor Martinón-Torres.

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Calendarios de vacunación infantil

En España existen dos tipos de calendario vacunal: el calendario de vacunas oficial del Ministerio de Sanidad y el calendario de vacunas propuesto por la Asociación Española de Pediatría. La principal diferencia entre ellos es que, el primero marca las decisiones sanitarias de las comunidades autónomas. El calendario propuesto por el Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (CAV-AEP) es únicamente indicativo de lo que este comité cree que debería aplicarse a toda la población infantil, independientemente de su residencia geográfica.

Un calendario de vacunación es un documento que secuencia, de forma cronológica, las vacunas que se administrarán sistemáticamente a toda la población de un área geográfica o país, en este caso, España. Es una herramienta de salud pública diseñada por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) en el que se incluyen las vacunas que se recomienda administrar, en función de la edad, a toda la población infantil.