Cómo prevenir y mitigar el dolor de espalda

Un colchón inadecuado, la vida sedentaria y las posturas tensas y forzadas son los grandes enemigos de esta incómoda dolencia

Por hola.com

¿Sabía que, a pesar de la creencia popular, un colchón muy duro es tan perjudicial para la espalda como uno demasiado blando? Efectivamente, según los médicos y expertos, el mejor colchón es aquél que es firme y recto, pero lo suficientemente mullido como para que se adapte a las curvas de la columna. Sin duda, una cuestión a la que debemos prestar especial atención, sobre todo, si tenemos en cuenta que pasamos cerca de un tercio de nuestra vida durmiendo.

Y es que, una mala elección de nuestra cama puede provocar incómodas molestias en la zona de la espalda; dolencia que cada día padecen más ciudadanos (tanto así que, sorprendentemente, se trata de la segunda causa de absentismo laboral tras el resfriado común).

Así, como norma general, se aconseja que el colchón sea al menos 10 centímetros más largo que la persona y que tenga al menos 80 centímetros de ancho para las camas individuales y 1,50 para la doble. Además, deberá renovarse más o menos cada 10 años. O antes, si notamos que no descansamos bien en ellos o si el colchón o su base presentan un aspecto deteriorado. Por otro lado, también es conveniente voltearlo cuatro veces al año, protegerlo con una funda y ventilarlo cada mañana.

Asimismo, la manera en que dormimos también es un factor fundamental: en este sentido no es recomendable dormir boca abajo porque modifica la curvatura de la columna lumbar y para poder respirar debe mantenerse el cuello girado. Una buena postura es la fetal, cuidando que el cuello esté en el eje del resto de la columna, con la piernas y caderas flexionadas. Recuerde también que es aconsejable cambiar de posición frecuentemente para equilibrar la tensión de los músculos de cada lado.

Pero además de todo aquello relacionado con el sueño existen también otros elementos que no hay que perder de vista de cara a prevenir o mitigar los dolores de espalda:

-Es conveniente no llevar una vida sedentaria. Lo ideal es hacer ejercicio físico de forma habitual, eso sí, con moderación y sin hacer sobreesfuerzos.

-El sobrepeso también influye de forma negativa (no hay que olvidar que la columna vertebral actúa como eje del organismo y soporta todo el peso del cuerpo).

-Procurar una actitud erguida es fundamental. Si trabaja muchas horas frente al ordenador, no olvide que la pantalla debe de estar a la altura de los ojos y en línea perpendicular.

-El calor en la zona afectada suele ser muy beneficioso, así como los masajes y los estiramientos. Estos últimos resultan imprescindibles antes de practicar ejercicio. Recuerde que existen tablas de gimnasia especiales para la zona de la espalda que ayudan a fortalecer su musculatura.