© @casasintoxicosTu casa es tu refugio. El lugar en el que eres feliz, donde te sientes a salvo. Por eso, desde aquí tratamos de dar consejos y recomendaciones que te ayuden a mejorarla. El objetivo es conseguir que sea más cómoda, más agradable y acogedora.
Sin embargo, además de trabajar para que tu casa sea bonita y decorativa, es importante tratar de que resulte también más saludable. Para conseguirlo, Eva Liljeström, autora del libro “Un hogar (casi) libre de tóxicos” (Alienta Editorial), nos cuenta algunas de las claves fundamentales que debemos poner en marcha en nuestra casa si queremos que, realmente, sea más sana.
Mantener los tóxicos a raya
Vivimos rodeados de sustancias químicas; todo es química a nuestro alrededor. De hecho, nosotros mismos somos química. Sin embargo, esto que parece obvio puede tener mucha importancia si nos paramos a pensar hasta qué punto estamos continuamente en contacto con tóxicos. Hemos hablado con Eva Liljeström, licenciada en Ciencias Ambientales y creadora del proyecto ‘Casa sin tóxicos’ (www.casasintoxicos.com) desde donde ayuda a las personas a reducir la presencia de sustancias dañinas en su casa. Tal y como Eva nos ha explicado, estas sustancias, que a veces pueden ser peligrosas, están en el ambiente, en los productos y materiales que usamos cada día, en el agua, etc., y nos ha dado algunos consejos para reducirlas, ya que no es posible eliminarlas.
© Kave Home¿Es posible eliminarlos de nuestra casa?
Eva explica que eliminar los tóxicos de nuestra casa de forma definitiva y total no es posible, pero sí lo es llevar a cabo ciertos cambios que nos ayuden a lograr una casa más sana.
Para empezar, estamos expuestos constantemente a sustancias que no son todo lo saludables que deberían. El aire que respiramos no tendría por qué estar contaminado con ciertos componentes, así como tampoco el agua que bebemos ni los alimentos que consumimos. Y, aunque no solemos plantearnos si son seguras (porque damos por supuesto que sí lo son), es cierto que reducir estas sustancias en nuestro hogar provocará una mejora en nuestro estado de salud. Esto se vuelve imprescindible si convives con personas alérgicas a los ácaros del polvo a las sustancias químicas o asmáticas.
“La mayoría de las veces tendemos a pensar que ciertos productos son seguros simplemente porque están en el mercado y se comercializan, pero esto no siempre es así“, nos cuenta Eva. “He escrito este libro para que todo el mundo tenga la posibilidad de mejorar su calidad de vida en el hogar. Siempre hay cosas que se pueden hacer sin volvernos locos”, cuenta la autora. Aquí tienes ciertas claves que puedes trabajar para lograr una casa sin tóxicos (o casi).
© Muebles Lufe1. Ventilar a diario
Si partimos de la base de que el aire que se respira en nuestra casa contiene sustancias perjudiciales, lo primero que debemos hacer cada día para conseguir un hogar más sano es ventilar. Como explica Eva Liljeström, es esencial dejar que entre el aire limpio en casa y se lleve el polvo que hay dentro. Renovar el aire que respiramos es importante en el interior, aunque no vivas en el campo y pienses que el aire de tu ciudad está contaminado. El viento que sopla en el exterior consigue que esté más limpio de lo que pensamos.
“Ventilar ayuda a eliminar o reducir la sustancias tóxicas o perjudiciales que hay en el aire de tu casa. Se recomienda ventilar a diario entre 15 y 20 minutos, procurando conseguir una ventilación cruzada y potente”, recomienda Eva. Lo mejor es hacerlo a primera hora de la mañana o al final de la tarde. Si tienes alergia al polen evita abrir las ventanas en horas con mayor concentración de polen en el ambiente.
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© Lorena Canals2. Declararle la guerra al polvo
Todos sabemos lo persistente que es: lo que cuesta acabar con él. El polvo es una sustancia bastante perjudicial, no solo porque ensucia todo lo que toca, sino porque está repleto de sustancias dañinas. Contiene residuos, ácaros, bacterias, microorganismos, restos de productos de limpieza, etc.. El polvo se deposita en las superficies de tu casa de donde debemos eliminarlo.
Para limpiar el polvo de forma efectiva necesitarás un buen aspirador. Olvídate del plumero y la escoba, no sirven para este fin. Solo esparcirán las partículas de polvo y las cambiarán de un lugar a otro. A la hora de elegir el aspirador que necesitas, fíjate en que tenga suficiente potencia de succión y que lleve filtros HEPA de alta eficiencia.
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© Kenay Home3. Abrazar el minimalismo
Una recomendación que hace la experta, a la hora de decorar nuestra casa y equiparla para la vida diaria, es la de apostar con convicción por el minimalismo. “Cuantas menos cosas tengas en casa, tanto mejor: menos tóxicos, menos polvo se acumulará y menos quebraderos de cabeza tendremos”, explica Eva Liljeström.
Esto no quiere decir que, si amas el exceso, tengas que dejar tu casa vacía, sin adorno alguno ni cosas que te gusten y te acompañen. Más bien se trata de hacer un ejercicio personal en el que tratemos de reducir un poco las cosas que tenemos dentro de casa. Muchas de ellas apenas las usamos y no son necesarias. Hay otras que, aunque podríamos pasar sin ellas, nos hacen felices. La clave está en tratar de conseguir una casa más sencilla y natural.
© Tikamoon4. Cultivar plantas de interior
Ya hemos hablado en multitud de ocasiones de la capacidad que tienen las plantas para purificar el ambiente de nuestras casas. Eva Liljeström está de acuerdo y de hecho, una de sus recomendaciones consiste en poner más plantas en nuestros ambientes.
Un estudio de la NASA realizado en 1989 confirmo que ciertas especies eran capaces de absorber, además de dióxido de carbono, otras sustancias perjudiciales como el benceno, xileno, amoníaco, formaldehído y tricloroetileno. Es cierto que este estudio se realizó en unas condiciones determinadas en las que el espacio era pequeño, pero nosotros podemos tomárnoslo como un aliciente más para cultivar plantas de interior.
Entre las especies más recomendables para purificar el aire que respiramos destacan el espatifilo (Spathiphyllum), el poto (Epipremnum aureum), la sanseviera (Sanseviera trifasciata) o el ficus (Ficus robusta).
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© Zara Home5. Tener cuidado con los aromas
Una de las acciones que Eva Liljeström recomienda para lograr una casa más sana consiste en evitar todos aquellos productos que tengan perfumes, fragancias y aromas que no sean de procedencia natural. “Este tipo de componentes que se usan para que los productos tengan buen olor suelen ser bastante tóxicos, ya que contienen ftalatos, unas sustancias que son disruptores endocrinos y que comprometen la salud hormonal”. Si quieres perfumar tu casa la experta recomienda utilizar aceites esenciales de calidad.
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© Muebles Lufe6. Revisar los productos de limpieza
Los detergentes que utilizamos para limpiar nuestra casa pueden ser muy agresivos. La mayoría de las veces son limpiadores con un alto contenido en tensioactivos y otras sustancias químicas potencialmente perjudiciales para la salud.
¿Cuál es la clave que nos propone Eva Liljeström? Optar por alternativas más naturales que también nos ayudarán a dejar nuestra casa y nuestra ropa perfectamente limpia y desinfectada. Algunos de estos productos son el jabón Beltrán, el jabón negro, arcilla blanca, jabón en crema sin perfume, bicarbonato, vinagre de limpieza, etc.
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© Westwing7. Elegir textiles naturales
Este punto es bastante importante. Lo mejor para vestir nuestro hogar, en opinión de la experta, es optar siempre que se pueda por materiales y tejidos naturales. Destaca el algodón, lino, las fibras vegetales, etc. La clave está en evitar en lo posible las fibras sintéticas y, sobre todo, los tejidos impermeables ya que son los que más componentes químicos incluyen en su composición. Al degradarse este tipo de fibras, pasan a formar parte del polvo que hay en la casa y terminas por respirar estos residuos.
© Gato Preto8. Apostar por materiales nobles
Igual que es posible elegir tejidos naturales para vestir nuestra casa, también lo es optar por muebles y materiales que resulten menos dañinos. “Elige la madera auténtica, evitando conglomerados que pueden destilar formaldehídos. También puedes optar por pintar tus paredes con pinturas ecológicas, emplear papel pintado ecológico, evitar las moquetas y elegir alfombras de algodón, lana o fibras vegetales. En cuanto a los aislantes, también es posible utilizar lana de roca, menos agresiva que, por ejemplo, las espumas de polietileno”, explica Eva Liljeström.
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