No es necesario realizar una reforma integral para conseguir una casa más cálida y acogedor. De hecho, con pequeños cambios se pueden conseguir auténticas mejoras que darán un aspecto completamente diferente a tu hogar. Textiles, colores, decoración de paredes… Todo suma para hacer que tu casa sea el espacio en el que más te guste estar. ¿Y lo mejor? Que no es necesario realizar tampoco una gran inversión para conseguirlo. Estas son las cosas que deberías renovar de tu casa para que sea más acogedora, ¡y a un precio low cost!
1. Unas cortinas que dejen pasar la luz
La luz es uno de los elementos básicos que harán que el nivel de calidez y acogimiento de tu casa se vea elevado. Por eso, la manera que elijas para vestir tus ventanas es fundamental. ¿Un consejo? Comienza por deshacerte de las cortinas tupidas que no dejan pasar la luz. En su lugar, lo mejor es que coloques unas cortinas tipo visillo que tamicen la luz, pero dejen pasar la luminosidad. Es la mejor opción para las zonas de día, como el comedor, el salón o, incluso, el estudio.
¿Pero qué pasa con el dormitorio? Si necesitas unas cortinas tupidas que impidan que pase la luz, combínalas con otras tipo visillo. ¡Las dobles cortinas son tendencia!
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2. Renueva los cojines del sofá
Renovar las fundas de los cojines del salón, o añadir algunos a los que ya tienes es una inversión mínima que hará tu salón mucho más acogedor. Con los de lino conseguirás un efecto cálido muy agradable. Y es que la arruga del lino es muy elegante y aporta no solo calidez, sino también textura. ¿Lo mejor? Que se trata de un tejido cálido en invierno y fresco en verano, por lo que no tendrás que estar cambiándolos cada temporada.
Y si quieres incluir algún estampado, ¡puedes hacerlo! Solo tienes que elegir después unos cojines lisos que reproduzcan los colores de los estampados. Pero nunca más de dos o tres.
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3. Una funda puede hacer mucho por tu sofá (y tu salón)
Si la tapicería de tu sofá se ve un poco desgastada o tiene manchas que no se van, por mucho que te hayas peleado con ellas, la mejor opción (y la más económica) es colocar una funda. Las hay universales que se adaptan a cualquier sofá. Pero si es posible, trata de elegir una funda con faldón, que aporte elegancia y un toque más cálido al salón. Esta idea también servirá si tu sofá tiene una tapicería oscura y quieres llevar más luz a tu salón.
4. Cuida (y mucho) la iluminación
Es habitual que muchas personas elijan unas bombillas de luz fría para su casa. Porque ilumina mejor, se ve más… Pero lo único que se consigue es que los ambientes resulten demasiado asépticos. En primer lugar, empieza por elegir bombillas de luz cálida para zonas como el salón o los dormitorios. Y de luz neutra (que imita a la luz del sol) para los baños y las cocinas. Así conseguirás que tu casa sea más acogedora y que la iluminación cree un efecto envolvente. Pero, además, es aconsejable jugar con las luces y las sombras. Para ello añade puntos de luz de ambiente mediante lámparas de sobremesa, apliques en la pared o, incluso, tiras led en el interior de los armarios o sobre las baldas de las estanterías.
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5. Apuesta por materiales que aporten calidez
Aunque ahora el cristal y el mármol (o las superficies que lo imitan) son tendencia, no son precisamente la mejor opción para conseguir un espacio más acogedor. Por eso, es importante añadir elementos en materiales que aporten textura y calidez, tanto visual como al tacto. La madera y las fibras naturales serán, en este caso, tus mejores alidadas. De esta manera, una mesa de centro de madera o algún accesorio de fibras (tampoco queremos que transformes tu casa en un espacio rústico), como unas cestas o unos salvaplatos decorando la pared pueden subir la temperatura sin saturar el ambiente. ¡Ay! Y elige mejor maderas claras. Son más luminosas.
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6. Las plantas y las flores son un activo más de la decoración
Decorar con plantas tu casa hará que se vea más viva y acogedora. Son una manera muy económica de dar un punto verde y alegre a la decoración. Si no tienes mano, elige especies vistosas pero fáciles de cuidar, como el poto, la sansevieria, el tronco de Brasil o una palmera de salón. Y, por supuesto, tampoco está de más incluir un ramo de flores frescas sobre la repisa de un armario o encima de la mesa del salón. Si les cambias el agua cada dos o tres días y les vas cortando el tallo (con un corte inclinado), te pueden llegar a durar más de 10 días. Hay muchas tiendas y supermercados que venden flores frescas a un precio muy competitivo.
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7. Haz que la pisada sea mullida
A muchos nos gusta andar descalzos por casa. Y sentir la calidez de una alfombra que proteja nuestros pies. Pero es que, además de esa agradable sensación, vestir el suelo con alfombras tiene muchas ventajas. Aíslan del frío y de los ruidos. También sirven para tapar un suelo viejo o rayado o aportar luminosidad cuando es de un color o madera oscura. ¿Más ventajas de las alfombras? Ayudan a separar ambientes y delimitar zonas de manera visual.
A la hora de elegirlas, aunque las de fibras son las más populares, son difíciles de limpiar y acumulan mucho polvo. Las más resistentes y fáciles de limpiar son las de polipropileno, que además encontrarás en muchos colores y estampados. Las de lana son perfectas si lo que buscas es más calidez.
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8. Somos fans del papel pintado
Protege la pared, tapa las imperfecciones y, lo mejor, es un recurso capaz de cambiar por completo el aspecto de cualquier rincón de tu casa. Y, aunque antes se llevaba lo de ponerlo en todas las paredes de una estancia, ahora se emplea para enfatizar un área. En el office y el comedor puede servir para enmarcar y delimitar el espacio, mientras que en el dormitorio es habitual colocarlo en la pared en la que se sustenta el cabecero.
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9. Apuesta por espejos y di sí a la luz
Otro recurso económico y resultón para conseguir un hogar más acogedor es apostar por decorar las paredes con espejos. Y lo mejor es que hay tantos modelos de todos los tamaños, formas y estilos. Y elegirlo dependerá del tipo de decoración de tu casa. Si te gusta el estilo boho, elige un modelo redondo con marco de fibra natural. Los espacios modernos se alimentan de las líneas rectas y sobrias, así que elige un modelo ventana. Y si lo tuyo es lo clásico, hazte con un modelo con molduras y el marco dorado. ¡No falla!
10. Mejor con colores cálidos
Una de las bases de la decoración de cualquier estancia es elegir un color neutro como base y, después, añadir complementos que den vida y personalidad. Pero evita elegir un color oscuro, como el negro o un gris oscuro como base. Es mejor un blanco roto o un beige. Después, añade pinceladas de un segundo color que aporte calidez. Apuesta por tonos terracota, arena, caldero… Son perfectos para conseguir que el espacio se vea más cálido. Para terminar, incluye un tercer color que cree contraste. El negro, por ejemplo, es muy buena elección si buscas un espacio moderno.
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