1/10 © María Odena Studio

El patrón de espiga es todo un clásico que ahora vuelve con fuerza renovada en los suelos de madera. Con un estilo señorial, ya no se instala únicamente en proyectos de estilo clásico o palaciego. Encaja en los ambientes actuales y contemporáneos, aportando movimiento al suelo, puesto que las tablillas de madera se colocan en un ángulo de 45 º o si son más gruesas y largas, se hacen ángulos de 30 º para obtener una espiga más amplia. En este artículo te hablaremos también de las diferentes formas de crear el patrón.

 

Laminado, cerámico o madera se presta a la espiga

Ya se trata de tablillas de madera, laminados o porcelánico imitación madera, es posible lograr el efecto de instalación en espiga y jugar con el diseño en zigzag y con la combinación de las tonalidades y veteado. Al final, el suelo de madera es uno de los revestimientos favoritos para decorar, en cualquier tendencia decorativa. En este comedor, la interiorista María Odena (de María Odena Studio) ha escogido una base en espiga en la zona de comedor, con una decoración de mobiliario en tonos neutros y naturales junto a la calidez de la madera.

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2/10 © O&A London

La mezcla de estilos suma en un interior

Y es posible hacerlo con el toque del suelo en espiga, combinado con una decoración en mobiliario y accesorios más modernista o contemporánea. El patrón de espiga sumará clasicismo y armonizará el conjunto con clase y estilo. Si quieres acentuar ese efecto, escoge un suelo de madera en espiga en un tono oscuro, compensando la intensidad con mobiliario en tono suave. Propuesta de O&A London.

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3/10 © The Room Studio

La variedad de las tonalidades en cada tablilla

Un suelo original en la versión en espiga pasa por combinar distintas tonalidades. Sin duda se logra un pavimento con carácter y marcado, que destaca su instalación. Es posible hacerlo con parquet de madera o con suelo laminado. La instalación en espiga es algo más compleja que la de tablas paralelas. Lleva más cortes que encajar y el proceso es algo más lento. Sobre todo si se trata de una tablilla corta. Pasillo con suelo de madera en espiga, propuesta de The Room Studio. 

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4/10 © Alejandro Cayetano

La tendencia de los suelos en espiga: alargar la tablilla

Efectivamente, si antes era más frecuente ver suelos de madera con instalación en espiga de tablilla corta, ahora se tiende a alargar y ensanchar esa tablilla. De esa manera se amplía visualmente el espacio, a pesar de ser un suelo que llena y se siente a la vista, por la orientación y número de elementos (tablillas y juntas). Proyecto de Marta Labrador.

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5/10 © Kvik

Diferentes tipos de instalación del suelo en espiga

Según cómo se coloquen esas tablillas en el suelo en espiga y se hagan coincidir unas con otras, la instalación puede ser tradicional (espiga), doble (dos tablillas apoyan en una única más gruesa) o francesa (donde las piezas van cortadas a inglete y, por tanto, es una instalación más compleja y costosa). Además, también existe el punto de Hungría o punta Hungría -también denominado Chevron-, que sigue una técnica parecida al patrón de espiga, pero con la diferencia de que las secciones forman ángulos de 60º, y se unen por los lados cortos. Es decir, la diferencia entre Chevron o espiga es el ángulo de instalación (de 45 o 60 grados a los 90 grados de la espiga "tradicional"). Cocina abierta con suelo en espiga y muebles de la firma Kvik.

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6/10 © Culto Interior Design

El sentido de la instalación

Saber dónde comenzar la instalación y la dirección de la tarima en espiga es importante en un trabajo de este tipo. Los fabricantes suelen recomendar instalar el pavimento en el sentido de la entrada principal de luz, pero son muchos profesionales los que prefieren elegir el sentido en función del tramo más largo y paralelo a la pared. Si coinciden los dos aspectos, perfecto. Si no es así, hay que decidir. Proyecto de Culto Interior Design.

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7/10 © Ricardo Oliveira Alves

Sistemas en clic especiales para este tipo de instalación

Los suelos en espiga, como hemos indicado, pueden ser de madera, laminado, cerámico imitación o vinílico. Los fabricantes, ante la demanda, ya han creado tablillas especiales en laminado en clic con un sistema que un mismo tablón o tablillas se puede utilizar tanto en el lado derecho como en el izquierdo del patrón en espiga. De esta manera se agiliza la colocación y se reduce la cantidad de material desperdiciado. Proyecto de Rita Valadao Arquitetura & Design de Interiores.

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8/10 © Eugeni Pons

El proceso de instalación de un suelo en espiga

Ya hemos visto que hay que decidir el sentido u orientación del suelo. También por dónde empezar. Pero en cuanto a la instalación en sí, el suelo en espiga se coloca sobre una superficie rígida y nivelada. Se colocan las tablas de madera una a una, encajándolas como un puzzle y respetando las juntas de dilatación con las paredes. En los límites de la habitación, donde el suelo se encuentra con la pared, quedan unos huecos que se rellenan con unas piezas triangulares pequeñas cortadas a medida, respetando el patrón del diseño. Luego se cubre con el rodapié. Proyecto de Marta Estarriol Interiorisme.

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9/10 © J.de Paz García

Con bisel o sin bisel

Como en el caso de los suelos laminados de instalación en paralelo, las piezas de un suelo en espiga pueden tener o no bisel, que es una hendidura o ranura que separa las lamas. Ese espacio no tiene más de un milímetro de ancho. Se crea un pequeño desnivel en las juntas, lo que crea un efecto más marcado del suelo. Puede ser solo en el lado largo de la tablilla o en los cuatro (largos y cortos). Encontrarás la indicación de V2 o V4 en cada caso. Y existe también el microbisel, menos marcado. La elección de un tipo u otro responde a una cuestión estética. No se puede decir que el bisel acumule suciedad, ya que basta con limpiarlo con un aspirador con cepillo para eliminarla. Proyecto del estudio Cuarto Interior.

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10/10 © Vía Historiskahem.se

Un suelo de moda que viene de mucho más atrás en el tiempo

Así que aunque ahora empieces a contemplar el suelo de madera con una instalación en espiga, ha estado relegado años por su carácter clásico. Hay que tener en cuenta, que los suelos en madera con este tipo de instalación eran habituales a comienzos del siglo XVII. Era un trabajo minucioso y artesanal que realizaban los artesanos, generalmente, para la nobleza, dando como resultado suelos de marquetería con formas geométricas. También los nórdicos han sido mucho más amigos de los pavimentos en espiga, en tonos claros, en sus casas, antes que nosotros. Los nuevos acabados de fábrica favorecen la creación de suelos muy especiales, con nuevas texturas al aceite, cepillados rústicos, biseles, teñidos, decapados, agrietados, con nudo, sin nudo… Casa de estilo escandinavo, con suelo de madera en espiga en la cocina, del portal Historiskahem.se.

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