El aloe vera, también conocido como sábila, es una de las plantas más populares. No solo por su belleza, sino también por la cantidad de propiedades que tiene. Y lo mejor de esta planta es que puedes tenerla en casa junto al resto de tus plantas de interior o en el exterior, según sea el clima de la zona en la que vivas. Además, es tan fácil de cuidar y reproducir que se convertirá en la favorita de tu green corner.
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Características del aloe vera
El aloe vera es un tipo de planta suculenta, caracterizada por sus hojas alargadas y carnosas, en las que almacena el agua. De origen africano, el aloe cuenta con unas 350 variedades, aunque solo son cuatro de ellas las que presentan mayores beneficios medicinales. Son el Aloe barbadensis Miller (conocido popularmente como aloe vera), el Aloe perry Baker, el Aloe ferox y el Aloe arborescens.
Su floración es muy particular. De su base surge un alargado tallo que ofrece una flor tubular, generalmente de color rojo, naranja o amarillo.
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Propiedades del aloe vera
Si hay un motivo por el que el aloe vera es una planta muy popular es por sus propiedades medicinales, usos cosméticos y hasta culinarios. Entre otros beneficios destaca como cicatrizante y antiséptico, que ayuda a que la cicatrización de las heridas sea más rápida. También ayuda a calmar y curar las quemaduras gracias a su poder hidratante.
Asimismo, también cuenta con propiedades antioxidantes debido a la cantidad de polifenoles que contiene. Esta sustancia tiene efectos antioxidantes que ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro de la piel.
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Dónde plantar el aloe vera
La planta de aloe vera se desarrolla igual de bien en maceta o plantada en el jardín. Lo único que debes tener en cuenta es que la maceta ha de tener una profundidad de unos 50 cm para que sus raíces se desarrollen correctamente. Elige una ubicación en la que reciba al menos 6 horas de luminosidad diarias donde esté protegida durante las horas centrales del día, ya que el exceso de sol podría quemar sus hojas.
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La temperatura ideal para el aloe vera
Su origen africano desvela cómo deben ser las condiciones óptimas para que el aloe vera se desarrolle bien. De este modo, soporta temperaturas bastante altas, de hasta 30 °C, y climas secos, mientras que no tolera las inferiores a 5 °C. De hecho, puede verse muy perjudicada por las bajas temperaturas. Debido a la cantidad de agua que acumulan en sus hojas, el frío podría provocar que sus hojas se congelen y, por consiguiente, se pudran. Si la tienes en maceta y en exterior, puedes protegerla colocándola en una zona resguardada.
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La importancia del sustrato
Una de las condiciones para que el aloe vera se desarrolle correctamente es proporcionarle el sustrato adecuado. Este debe contener suficiente materia orgánica y ha de estar aireada y acolchada para que se garantice un adecuado drenaje y que el agua no se acumule, ya que podría provocar el pudrimiento de las raíces. Al menos, una vez al año, nútrela con humus.
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Cómo regar el aloe vera
El riego del aloe vera es uno de los factores que debes tener en cuenta para que prospere y te deleite con su particular belleza. Así, esta planta requiere de riegos moderados. Un exceso de riego podría provocar el pudrimiento de las raíces. Cuando riegues tu aloe vera, especialmente si lo tienes en maceta, asegúrate de que el sustrato siempre está húmedo pero sin encharcar. Asimismo, se recomienda eliminar el agua sobrante del plato.
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Cuando florece el aloe vera
El aloe vera florece en verano, cuando haya alcanzado su madurez y si se le han proporcionado los cuidados adecuados durante el resto de la temporada. Si te preguntas por qué no florece tu aloe vera, la respuesta es sencilla. El aloe vera tarda más en alcanzar la madurez en el interior. De hecho, puede tardar hasta 3 años en hacerlo (y es cuando podremos beneficiarnos de todas sus propiedades). Si quieres garantizar la floración de tu aloe vera, lo más adecuado es que la traslades al exterior. Ten en cuenta que, mientras la planta sí que aguanta bien las altas temperaturas, su flor es más delicada y solo aparecerá si las cuenta con el calor, sol y poca humedad que requiere esta planta.
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Cómo reproducir el aloe vera
El aloe vera es una de las plantas más fáciles de reproducir. De hecho, solo tendrás que esperar a que aparezcan los hijuelos de la tierra. Cuando midan, al menos, unos 20 cm, córtalos con cuidado y colócalos en una maceta o el jardín. ¡Así de sencillo!
Ahora, si no quieres reproducir tu aloe vera, deberás cortar estos hijuelos cuando vayan brotando para evitar que robe los nutrientes del sustrato a la planta madre.
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Problemas más comunes del aloe vera
Aunque el aloe vera es una planta muy fácil de cuidar, puede presentar ciertos problemas. Te contamos cuáles son y su solución.
- Las hojas de mi aloe vera están caídas: puede deberse a varios motivos. Ve comprobando todos ellos hasta que encuentres el problema. Así, puede ser por un exceso o falta de agua, una temperatura inadecuada, falta de iluminación o una maceta
- Las hojas de mi aloe vera tienen manchas: esto se debe a un exceso de riego. Mete el dedo en el sustrato y si está demasiado húmeda, tendrás que reducir el riego, esperando a que el sustrato se seque por completo antes de volver a regarla.
- Las hojas de mi aloe vera están marrones: esto es debido a un exceso de luminosidad y es algo normal. Esto se debe a los compuestos fenólicos que la planta sintetiza para protegerse de la radiación ultravioleta.
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