1/12 © Natalia Zubizarreta Interiorismo

¿Sabes qué tipos de grifos tienes para decorar el cuarto de baño? No solo has de buscar la estética, sino que la grifería ha de responder a las necesidades concretas de cada zona del baño que cuenta con una. Prepárate para a tender a aspectos en los que quizá no habías reparado.

 

Griferías de caño alto para la zona del lavabo

El caño alto es el cuerpo del grifo del lavabo, el tubo que va desde la base hasta la zona de salida del agua. Y es de caño alto porque precisa salvar la altura de un lavabo sobre encimera. Estos grifos se instalan en la encimera del mueble del lavabo, junto a este. Has de tener en cuenta dónde quedará la boquilla de la salida del agua respecto al lavabo, para que quede en dirección al desagüe. Es decir, hay que asegurarse de que el agua no vaya a escurrir por un lateral del lavabo, principalmente cuando la grifería queda en un lateral, como en este proyecto de Natalia Zubizarreta Interiorismo. Una grifería de caño alto puede ser de diseño curvo o rectilíneo. Y accionarse con monomando o bimando.

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2/12 © Haris Kenjar

Grifos instalados en lavabos en bloque

Cuando se trata de un lavabo realizado en una única pieza de piedra que se convierte en lavabo en sí y en encimera en el mueble del baño, la grifería puede ser de caño alto, empotrada en pared o caño bajo (siempre que la salida del chorro quede a una distancia adecuada del borde del lavabo). Pero también puede llevar el grifo los mando de accionamiento integrados o jugar con ellos instalados en la misma superficie del lavabo, como sucede en este ejemplo de Studio AM.

 

Este tipo de grifería que lleva los mandos junto a la grifería, en la superficie de instalación, se denomina también en batería. Están pensados para repisas amplias o lugares donde se puede aprovechar el espacio de forma longitudinal. Las piezas se fabrican por separado, aunque quedan unidas entre sí por una placa vista y/o por conductos ocultos.

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3/12 © RQH Studio

Griferías de lavabo empotradas en la pared

Son las que quedan instaladas en la pared sobre el lavabo. Salen del frente donde se instala tanto el grifo en sí como los mandos. Estos pueden quedar por separado o unidos por un embellecedor. Los encontrarás de todos los estilos que imagines, desde modernos a retro o clásicos. La longitud del caño dependerá del lavabo y de la distancia (fondo) que este tenga. Como orientación, un grifo de lavabo montado en la pared se instala a 110-120 cm del suelo. Proyecto de Rober Quiñones Her.

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4/12 © Gala

Grifos de caño bajo

Estos grifos se instalan en lavabo integrado que quedan a ras de encimera o por debajo de esta o en lavabos que traen un orificio de instalación. Son los más tradicionales aunque no por ello menos demandados. Los encontrarás en tantos estilos y acabados como imagines. También los hay de distintos tamaños, algo a tener en cuenta según las dimensiones del lavabo en sí para que la salida del agua quede cerca del desagüe.

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5/12 © Apavisa

Grifería de pie para lavabos en columna

Aunque estamos más acostumbrados a mencionar una grifería de pie como acompañamiento para una bañera exenta, los lavabos en columna también los usan. Si bien pueden llevar grifos empotrados en la pared, las griferías de lavabo de pie crean una composición muy llamativa. Hay que elegir en función de la altura del lavabo. En este caso, suele tratarse de un modelo monomando para que resulte más ligero. Aquí, revestimientos de Apavisa.

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6/12 © GEnebre

Griferías para la zona de la ducha

Una grifería con columna es la que lleva una pieza de mandos a la pared, de diseño horizontal, con una columna que se remata en un rociador y que puede llevar una teleducha o alcachofa conectada a la grifería y con soporte en la propia columna o fijarse en la pared junto a la columna. La columna del rociador puede salir desde los mandos o bien ser una pieza independiente conectada por una manguera. La longitud de la columna en cada caso varía. Esta tiene que quedar a una distancia respecto del plato que permita usarse de pie con comodidad (215 cm desde suelo -siempre asegurándote de que no habrá salpicaduras por la altura de la mampara-). En una ducha, los mandos quedan a la altura de las manos para manejarlos de pie (100-120 cm desde suelo). Este tipo de grifería para la ducha solo necesita una instalación de las tomas que conecte con la grifería en la pared. Suelen contar con diferentes tipos de salida de agua y el grifo puede ser termostático, monomando o bimando.

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7/12 © Dekton

Grifería de ducha empotrada

Esta opción de grifería para ducha empotra los mandos en la pared. Es más ligera y limpia. Pero implica la instalación de cada toma en el punto que ocupa el mando. Puede haber uno o varios mandos. La teleducha se instala también en la pared por separado. Y el rociador se puede llevar a la pared en la parte alta (en el mismo frente o no que los mandos) o al techo, como aquí. E el caso del rociador de techo puede quedar colgando -como este- o bien enrasado con el techo. Revestimientos de Dekton.

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8/12 © RQH Studio

Grifo de ducha en negro con rociados en la pared

Este es otro ejemplo de zona de ducha con grifería mural en color negro pero con rociador instalado en la pared en lugar de en el techo. Pero con instalación oculta. La tubería queda dentro de la pared, sin columnas ni mangueras a la vista. En este caso, los mandos de la pared quedan integrados con un embellecedor. En los diseños podrás escoger diseños rectilíneos o redondeados.

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9/12 © Raquel González Interiorismo

El grifo de la bañera en el baño

En el caso de las bañeras empotradas, las griferías más habituales son de pared. Algunas quedan instaladas en la misma bañera en el caso de tratarse de modelos con hidromasaje, por ejemplo. Las griferías murales se componen de mandos y caño. Este tiene que tener una longitud cómoda para que el agua no salpique. Son bañeras adosadas a la pared en la que se ubica la grifería. Pueden llevar una teleducha para ayudar al aclarado y limpieza de la bañera. Proyecto de Raquel González Interiorismo.

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10/12 © Sandon

Los modelos de pie para las bañeras exentas

Y si el baño cuenta con una bañera exenta, esta puede quedar ubicada en una zona central del espacio o cerca de la pared. En este caso, la grifería puede ser mural. En el otro, tendrá que ser de pie. Quedan junto a la bañera (para lo que hay que llevar las tomas correspondientes) y con un diseño vertical alto para que la salida del agua quede por encima del nivel de la bañera. La mayoría de los modelos incorporan una teleducha fijada al caño.

11/12 © Jordi Miralles

Griferías higiénicas para instalar junto al inodoro

En el baño hay otro tipo de grifería que se impone, que se denomina grifería higiénica y que cumple la función de lavado junto al inodoro. Se trata de un diseño pequeño que se coloca a un lado del inodoro y que lleva conexión solo con agua fría o fría y caliente. Es útil cuando se prescinde de bidé. No hay una distancia exacta a la que debe instalarse, aunque esta ha de ser cómoda y accesible desde la posición de sentado en el inodoro. Proyecto realizado por Molins Design.

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12/12 © Villeroy & Boch

Y en el caso de que haya bidé en el baño

El grifo del bidé se instala en el mismo sanitario, en el extremo más cercano a la pared. También hay diferentes modelos en cuanto a diseño para escoger. Suele mantener la misma línea que el resto de griferías del baño, en cuanto a estilo y acabado. En general, a la hora de escoger grifería para cada ambiente del baño, hay que tener en cuenta la durabilidad de los materiales y el ahorro energético que asegura, con el objetivo no solo mejorar los consumos, sino de disminuir la huella ecológica en el planeta. Hoy, las tecnologías reducen el consumo de agua sin renunciar a un buen caudal de agua.

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