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Situado en pleno corazón de Barcelona, en su famoso Ensanche, este piso de 100 metros² en una finca regia rehabilitad consigue el equilibrio perfecto entre lo clásico y lo moderno. Helena Llorente y Cristina Batlles, de The Room & Co. (theroom-co.com), firman su diseño interior que saca partido a todos los elementos originales existentes, incorpora piezas seleccionadas retro y apuesta por una decoración básicamente actual.

En la entrada da una cálida bienvenida un aparador original mid century, adquirido en El Recibidor. Destaca también la icónica lámpara de sobremesa, el modelo ‘Atollo’ de Oluce, diseño de Vico Magistretti de 1977.

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El ayer y el hoy se dan la mano

La majestuosidad que confieren los techos altos con molduras, propios de las fincas regias, resulta de una gran elegancia. Para mantener ese estilo que recuerda a otras épocas (y que, por otra parte, es muy actual), el patrón del parqué de roble es en espiga.

Todas las zonas de día se suceden sin trabas, en un ambiente continuado con el salón en un extremo, el comedor en la zona central y la cocina en la otra punta.

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Que no falten asientos

Los sofás lucen un aspecto ligero: el tresillo de piel es ‘Tiki’, de Fogia, y el tapizado de dos plazas, el modelo ‘Lune’, de Fritz Hansen. Configurando un acogedor rincón de lectura se instala también un sillón, de aspecto más robusto y mullido, en este caso ‘Fly Chair SC1’, de &Tradition. En un tono crudo, marrón y terracota, los asientos comparten una gama cálida, pero generan gran dinamismo con su diversidad de coloridos.

El eclecticismo también se hace patente en otros elementos, como la alfombra vintage de Cotlin y la elegante y moderna mesa de centro con el sobre en mármol, de la firma danesa &Tradition.

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Piezas que son hitos del diseño

El comedor es muy acogedor y familiar. En él se apuesta por un mobiliario con gran personalidad, como en la elección de la librería String, una de las más famosas de la historia del diseño o la sinuosa lámpara de suspensión Vértigo, de Constance Guisset para la marca Petite Friture.

En relación precisamente a la iluminación artificial, las interioristas señalan: “le damos mucho valor a la calidad de la luz. Nos encanta la combinación de luminarias de más importancia con otras más discretas, para evitar que el conjunto parezca una tienda de lámparas de diseño”.

Respecto a los complementos, se decide no recargar y poner solo lo justo y necesario, con una buena selección de plantas de interior que ofrecen la nota ‘verde’ (y proceden de Casa Protea).

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Madera y fibras, pura calidez

También en un juego de épocas contrasta la mesa de comedor fabricada en roble y de estética actual (‘In Between’, de Ethnicraft), con las sillas cannage que recuerdan a otra época (modelo ‘811’, de la firma checa Ton, basado en un diseño de 1930). Y es que ya se sabe, todo vuelve, y los muebles de rejilla no pueden estar de más rabiosa actualidad.

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Una cocina estilosa y funcional

Con electrodomésticos integrados y mobiliario bajo, alto y en columna para que no falte almacenaje, la cocina se abre al salón comedor. Las interioristas de este proyecto, Helena y Cristina seleccionan módulos de la firma Bulthaup y en la zona central sitúan la placa de inducción (acompañada de una campana integrada en el armario superior) y el fregadero, acortando así los recorridos en la preparación de los platos.

Por otra parte, la combinación de aerotermia con radiadores permite climatizar este hogar de una forma limpia y eficiente, pues se trata de una energía renovable.

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Baños renovados

La vivienda cuenta con dos cuartos de baño, uno en suite. En su reforma ha primado la funcionalidad, por ejemplo, se sustituye la bañera por un plato de ducha y el lavamanos de Silestone lo conforma una sola pieza con la encimera, lo que facilita las tareas de limpieza. Por otra parte, el gran espejo parece multiplicar el espacio por dos.

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Descanso garantizado

En los dos dormitorios las paredes se tiñen de color, en este en un muy a la moda azul, que contribuye a generar una imagen serena y armoniosa (y, ¡claro está!, produce un efecto relajante al instante).

Solo se seleccionan materiales naturales lo que, según el biointeriorismo, es idóneo para conseguir un buen descanso y un ambiente saludable. La cama se fabrica en madera de roble (es el modelo ‘Spindle’, de Ethnicraft), el sillón es de fibras (de House Doctor) y, para vestir las ventanas se instalan unas caídas en lino (de Güell Lamadrid).

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Una joya inesperada

Los interioristas, cuando no dan con el mueble que encaje en el proyecto lo crean expresamente. Es lo que ha ocurrido aquí con el armario ropero diseñado por The Room & Co. y fabricado por un carpintero de su confianza, mezclando la estructura en madera lacada y los frentes de rejilla.

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Dormitorio ‘vestido’ de rosa

Esta habitación destila suavidad y delicadeza en gran parte debido a las paredes, para las que se ha seleccionado un rosa claro; aunque también gracias a la cama tapizada, un modelo la firma Novamobili, y a detalles como la alfombra a sus pies, de Cotlin.

La repisa junto a la ventana es en realidad un cubrerradiador, cuyo diseño firman las artífices del interiorismo y que sigue contando con el frente en rejilla, lo que aporta unidad y coherencia a todo el interiorismo.

Los flexos negros que flanquean el área de descanso son una creación de 1930 de Robert Dudley Best (el modelo ‘BL7’, de Gubi), en una nueva demostración de lo bien que conjuga lo viejo y lo nuevo.

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Personalidad y carácter

El dormitorio principal de ensueño es el último espacio que visitamos de este piso cuyo interiorismo firmado por The Room & Co. mezcla con acierto piezas clásicas y de estilo intemporal con otras modernas de diseño muy esencial. Como dicen Helena y Cristina: “nuestro estilo escapa de las modas, aunque a veces hacemos un guiño a las diferentes tendencias que van saliendo”. Por eso crean espacios naturales y sinceros, donde todo está estudiado. Pero desde la frescura y la modestia, sin necesidad de sofisticación ni ornamentos innecesarios.

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