Verde, frescura y conexión natural
Es difícil cansarse del verde en decoración (salvo que te decantes por un intenso flúor), porque nos traslada a una imagen de paraíso vegetal que puede ser un bosque, la selva, una pradera… Además, esta paleta tiene muchos matices entre los que elegir, las suaves propiciarán espacios más en calma y si la intención es crear ambientes llenos de poder, puedes decantarte por los intensos, como el verde botella. En especial se llevan los claros, como el mint, pistacho o verde niebla.
Y toma nota del que mejor funciona si quieres que cambie a medida que avance el día, entonces no hay nada mejor que el verde turquesa, absolutamente camaleónico.
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