Si estás pensando en completar la decoración del dormitorio con una o varias alfombras, antes debes saber qué  diseño, estilo y tamaño es el que más te conviene. De esta manera podrás elegir la alfombra perfecta y acertar de pleno.

Pasión por las alfombras

Son muchas las ventajas que tienen las alfombras en el dormitorio. Aportan sensación de confort a la hora de poner el pie en el suelo cada mañana al salir de la cama. Y es que no hay color entre pisar el suelo frío y hacerlo sobre una superficie suave y mullida.

Además, las alfombras amortiguan el ruido de las pisadas y protegen el pavimento de arañazos y golpes. Elegir adecuadamente la alfombra para el dormitorio logrará mejorar considerablemente el espacio, tanto desde el punto de vista práctico como decorativo.

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Un extra de suavidad

Hay muchas clases de alfombra, en función del material con el que estén fabricadas. Todas tienen ventajas e inconvenientes, pero las de pelo largo y suave son especialmente adecuadas para este espacio de la casa, en el que la comodidad es tan importante. La sensación de caminar por ellas con los pies descalzos es muy agradable.

A la hora de limpiar este tipo de alfombras, tendrás que aspirarlas con frecuencia para eliminar el polvo. El dormitorio no es un espacio en el que las alfombras corran riesgo de ensuciarse demasiado, pero si se producen manchas lo mejor es eliminarlas lo antes posible. En la imagen, una alfombra mullida de Benuta. Es el modelo Gobi con fondo beige y motivos de colores intensos.

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Añadir texturas diferentes y crear contrastes

Tenemos muchos y diferentes recursos para crear contrastes interesantes y añadir texturas que aporten dinamismo al dormitorio, y las alfombras nos pueden ayudar mucho. Un estampado geométrico, como este modelo Black&White de Lorena Canals, es perfecto para crear contrastes en otro color. Al ser negra, destaca sobre el fondo claro de la alfombra blanca de base.

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Tonos claros y luminosos

A la hora de elegir el color de la alfombra, hay diversas consideraciones que conviene tener en cuenta. Para empezar, el tamaño de la habitación y la luz que recibe son factores a valorar.

Si el dormitorio es amplio y luminoso podrás poner una alfombra en un color intenso y atrevido, sobre todo si las paredes son blancas o están pintadas en un tono neutro.

Para los dormitorios más pequeños los colores claros son los más adecuados, ya que transmiten una sensación de mayor amplitud.

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Diseños que lo dicen todo

Si quieres una alfombra realmente sorprendente y decorativa para el dormitorio, lo mejor es apostar por diseños únicos y especiales. Los modelos de estilo étnico son perfectos en cualquier espacio de la casa, también en el dormitorio. Alfombras persas, de estilo bereber o las míticas Beni Ouarain que son tendencia, con sus rombos negros sobre fondo blanco o crudo.

Tampoco debes perder de vista a los diseños vintage de aspecto desgastado, perfectos para dormitorios de estilo clásico. Cualquiera de estas alfombras es una alternativa genial para darle al espacio ese aire personal y único que tanto nos gusta.

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El tamaño sí importa: alfombras pequeñas

El hecho de que en tu dormitorio los metros cuadrados brillen por su ausencia no quiere decir que no podamos disfrutar de las muchas ventajas que tienen las alfombras. Solo tendremos que elegir modelos del tamaño adecuado.

Pueden ser, por ejemplo, dos alfombras pequeñas, una a cada lado de la cama, que cumplirán su función a la perfección.

Un consejo: elige un modelo que no sea demasiado pequeño. Conviene que tengan, al menos, un ancho similar al de la mesilla de noche.

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Una alfombra XXL

¿Tienes la suerte de contar con un dormitorio muy espacioso? Entonces podrás colocar una alfombra de gran tamaño que cubra el suelo en todo el espacio de la cama, de forma que sobresalga un trozo por ambos lados y por la zona de los pies.

Una alfombra extragrande, de dimensiones XXL, sirve para delimitar en la habitación el espacio destinado a dormir y, además, contribuye a crear ambiente. Otra opción es colocar la alfombra de forma que las mesillas queden fuera de ella.

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Apuesta por un tamaño medio

Ni pequeñas para colocar a ambos lados de la cama, ni grandes para cubrir todo el suelo en el dormitorio. Las alfombras más versátiles son las de tamaño medio ya que se adaptan a casi todas las habitaciones.

Puedes ponerla desde la mitad de la cama hacia delante o de forma que solo queden sobre ella las patas traseras. O a los pies de la cama, sin que tengan encima ningún mueble. La alfombra de la imagen es el modelo Elena, de Maisons du Monde.

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Varias alfombras superpuestas

Combinar colores y formas, mezclar texturas y tejidos puede ser una estupenda idea para decorar el dormitorio, y las alfombras te brindan la oportunidad de conseguirlo. Elige dos pequeñas y colócalas de forma superpuesta; le estarás aportando al espacio un toque diferente y muy personal.

En la foto puedes ver varias alfombras de la serie Bereber de Lorena Canals, unas sobre otras. Aunque son de tonos claros y pueden ensuciarse con más facilidad, estas alfombras tienen la ventaja de que se pueden lavar a máquina en casa, lo que facilita enormemente su mantenimiento.

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