1/10 © Acquabella

El baño es una estancia que no se renueva con excesiva frecuencia, así que mejor no jugársela y cometer errores de bulto (ni pequeñas equivocaciones) cuando se reforma. Para elaborar este reportaje contamos con un experto, Jaime Ruiz, Delegado Técnico de Laufen Iberia (www.laufen.es), quien comenta que el baño es una de las estancias que más duración tiene en el tiempo, ¿el motivo? “La calidad de los productos que habitan en él, como las piezas de cerámica”. Así que nos ofrece esta cifra: el plazo medio para cambiar el cuarto de baño es de 20 años.

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2/10 © Novellini

Planear el futuro

Un error común es que nuestro baño se adecúe a nuestras necesidades actuales, pero la distribución no esté pensada a largo plazo, con lo cual se obligará a volver a hacer obras antes de lo deseable.

Por ejemplo, debemos tener en cuenta que todos podemos ser, durante algún tiempo, personas con movilidad reducida por diferentes motivos, como alguna lesión, no solo cuando envejecemos. A tal efecto Jaime propone “instalar un plato de ducha amplio y a ras de suelo [como vemos en la propuesta, un ambiente de Novellini, en un modelo continuo]. Un buen plato de ducha homologado tendrá una superficie donde el pie no deslice incluso con agua jabonosa. Además, utilizar una grifería termostática aporta fácil manejo y alto confort en cualquier situación”.

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3/10 © Roca

¿Por dónde debemos comenzar en el diseño del baño?

En primer lugar, se debe pensar en la utilidad y la comodidad del cuarto de baño. Es un espacio que tiene que ser práctico, pero también cómodo, para ello es importante pensar primero en el usuario y después adaptar la parte técnica, como las tomas de agua, el porcentaje de caída de los desagües, etc.

Erróneamente de suele dejar para el final de la obra la elección de los sanitarios; al inicio, solo se distribuye dónde irán ubicados. Esto hace que el instalador coloque los puntos de agua o los desagües ‘donde siempre’ y luego nos limitará a la hora de elegir un modelo concreto, por ejemplo, un lavabo asimétrico o exento, o poder instalar un inodoro donde el latiguillo quede oculto a la vista o una grifería empotrada termostática. Son errores muy comunes a la par que es muy sencillo evitarlos tan solo con previsión”, considera el experto.

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4/10 © David Frutos para Laura Ortín

Elementos que deben definirse antes de iniciar la obra

Jaime sugiere que hay que decidir si poner un váter suspendido, lo que implicará el uso de una estructura empotrada. “Y si el inodoro elegido es de tanque cerámico visto, hay que evitar que el protagonista sea su latiguillo horrible (ya disponemos de modelos con toma de agua 100% oculta)”.

De igual forma, saber si vamos a montar mobiliario fijado en las paredes determinará por donde no llevar las tuberías.

Ni qué decir tiene que las griferías empotradas requieren de montar un elemento dentro de la pared antes de realizar el alicatado o el enlucimiento de las paredes. Así pues, si no tenemos claro todo esto por adelantado, podremos cerrarnos muchas puertas al diseño de nuestro cuarto de baño.

En la reforma de este baño de líneas sinuosas, la arquitecta Laura Ortín decide colocar el mueble bajolavabo volado, es decir, fijado a pared, y unas griferías empotradas (de la firma Icónico). Para las paredes se ha decantado por un microcemento de Cement Design.

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5/10 © Jan Vranovsky para Adam Nathaniel Furman

Ojo con convertir al inodoro en pieza protagonista

Por cuestiones de privacidad en el uso, el inodoro no debería poder observarse respecto a las estancias adyacentes y, siempre que se pueda, no será lo primero que se vea del baño. Soluciones para evitar que este sanitario quede en primer plano hay tantas como posibilidades permita el espacio. Jaime propone “desde colocar el inodoro en una cabina independiente, hasta colocar los elementos de mayor tamaño delante o construir un murete”.

En este colorista baño Adam Nathaniel Furman instala el inodoro en un habitáculo sin puertas, puedes apostar por instalar una de aspecto ligero (por ejemplo, de vidrio al ácido) o simplemente por aprovechar un recoveco de la planta para colocarlo discretamente allí.

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6/10 © Scavolini

Funcionalidad máxima

Jaime comenta que todo debe buscar una funcionalidad completa de cada elemento, y esto es algo que suele fallar. Así pues, “es buena idea que el plato de ducha tenga una zona de secado al lado con buen acceso a las toallas, que el inodoro tenga espacio suficiente a ambos lados, no solo delante para las piernas y que el mobiliario tenga un acceso cómodo a su contenido”. En la propuesta el bajolavabo y los estantes sueltos pertenecen a la colección Diesel Misfits Bathroom, realizada por Scavolini en colaboración con Diesel Design.

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7/10 © María Pujol para Inzink Design

¿Por qué por lo general el plato de ducha está en una zona más interior? Para permitir un acceso sencillo y amplio, así como tener cerca la zona de almacenaje de toallas o albornoz. Procura situarlo al fondo (como hace aquí Inzink Design), mientras que el área de cortesía del baño, con el lavabo, conviene que esté cerca del acceso y la iluminación exterior (si la hay).

Aparte, el experto apunta que se suele olvidar una iluminación de baja intensidad, cuando es perfecta para las visitas a mitad de noche.

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8/10 © Laufen

No hay que desperdiciar el espacio

No resulta eficiente que inodoro y bidé ocupen tanto espacio poniendo dos piezas independientes cuando existen en el mercado modelos que aúnan ambas funcionalidades, los llamados shower toilets o inodoros japoneses. Además de ser una solución que aprovecha al máximo los centímetros disponibles, “ofrece al usuario una experiencia de higiene y comodidad sinigual”, afirma Jaime.

En la imagen, Riva, de la firma Laufen, es un shower toilet cuyo botón giratorio para el modo bidé permite un uso fácil e intuitivo de las diferentes funciones de la ducha. Además, se puede acceder a funciones y ajustes adicionales a través del mando a distancia o una aplicación de la marca.

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9/10 © The Room Studio

Ideas preconcebidas sobre los inodoros suspendidos

Desde Laufen señalan que las ventajas de colocar un inodoro suspendido son muy variadas: “es un elemento de menor peso visual que permite que luzcan más el suelo o las paredes, sus pulsadores permiten combinar colores y acabados diferentes que se integren mejor con nuestra grifería, ofrecen mayor higiene…”. En este baño diseñado por The Room Studio se apuesta por un inodoro suspendido con el pulsador de descarga de agua en negro, como las griferías y la perfilería de la mampara.

Además, se piensa que el hecho de que la cisterna quede empotrada en la pared puede comportar grandes contratiempos si esta se avería, no obstante, las labores de mantenimiento de todos sus elementos se pueden realizar a través del hueco que queda detrás del pulsador empotrado.

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10/10 © Manillons Torrent

No fallar con la iluminación artificial

Jaime explica que “el cuarto de baño debe poder disponer de una buena luz que apoye incluso a la luz natural con colores blancos durante el día, y también con un cariz cálido y tenue para la noche. Es importante tener en cuenta los puntos de luz, el tiempo de luz, los lúmenes y la temperatura de color”.

Por otra parte, una pieza central a iluminar es el espejo y en muchas ocasiones no se piensa una toma eléctrica para conectarlo a la electricidad. El experto apunta que hoy día disponemos de espejos y camerinos con iluminaciones frontales adecuadas para el día que nos ayuden durante el maquillaje o el afeitado y luces perimetrales más suaves que no nos moleste a la vista cuando vamos al baño durante la noche. Es interesante que tanto unas como otras puedan activarse desde el propio espejo.

Circus, de Manillons Torrent, es un espejo con luz Led y sistema antivaho.

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