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El dormitorio es una estancia que debe inspirar relajación, sosiego y un look natural que invite al descanso. Pero, al ser un espacio privado, también puedes permitirte alguna que otra licencia al decorarlo. Y el cabecero es una parte importantísima de esa decoración (por no decir la más importante). Y es que la cama y, por tanto, el cabecero es la pieza que determinará el estilo de la estancia. Si buscas una pieza versátil, nada como un cabecero desenfundable. Te damos varios motivos para elegirlos, así como ideas que te servirán de inspiración.

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Cambia la imagen de tu cabecero tantas veces como quieras

Si te gusta ver cambiar la decoración de tu cuarto de vez en cuando, los cabeceros desenfundables permitirán cambiar el look de tu dormitorio tantas veces como quieras. Puedes elegir un color intenso para la primavera, cuando tu dormitorio necesita de esa vitalidad que trae la estación. O, tal vez un color vibrante, como el mostaza, para verano. Mientras que en invierno, cuando las horas de luz son menos y buscas más calidez, podrás decantarte por un tono luminoso y que suba la temperatura, como el beige o un gris con matices cálidos. ¡Las opciones son tantas!

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Lava las fundas cómodamente

Debido al roce de las almohadas, la cabeza y las manos, un cabecero tapizado puede ensuciarse fácilmente. De hecho, la función del cabecero (al menos una de ellas) es proteger la pared precisamente de esa suciedad. Pero los de tela tienen una desventaja. Y es que limpiarlos es complicado. Con un cabecero desenfundable este problema desaparece. Porque cuando esté sucio, lo podrás meter en la lavadora para lavarlo cómodamente. Lo ideal es contar con, al menos, dos fundas para intercambiarlas cuando estés lavando una de ellas. 

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Es ideal para el dormitorio infantil

Porque, lo queramos o no, los niños manchan más de lo que lo hacemos los adultos. Por eso, un cabecero desenfundable se convertirá en tu gran aliado para mantener el dormitorio infantil impecable siempre.

Pero lo mejor es que podrás ir adaptándolo también a su crecimiento. Porque, tal vez, ahora tenga una fijación por el color rosa que seguramente termine cuando empiece la adolescencia. Y podrás cambiar el aspecto de su dormitorio con un pequeño gesto como renovar la funda del cabecero. 

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Son mucho más duraderos

Si alguna vez has tenido un cabecero tapizado, te habrás dado cuenta de que con el tiempo, la tela se va estropeando. Lo que obligaba a retapizarlo, con el coste que eso supone, o a comprar un modelo nuevo. Pero con un cabecero desenfundable este inconveniente desaparece, ya que con hacerte con una funda nueva será suficiente para renovarlo. El coste también será mucho menor y evitarás la generación de residuos. 

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¡Personalízalo!

Aunque hay muchas marcas de decoración que venden fundas para cabeceros que encajan perfectamente con modelos propios, otra opción es personalizar el cabecero tú misma. Y es que la mayoría de marcas cuentan con modelos lisos, muy elegantes, pero también algo sobrios. Si buscas una opción más arriesgada, con un divertido estampado o con motivos florales, por ejemplo, puedes encargarlo para hacerlo a medida. Elige un tejido que te guste, toma medidas del cabecero y encarga a un profesional que te confeccione una funda de cabecero que cumpla tus expectativas. 

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Decántate por uno de lino 

Los cabeceros de lino tienen esa naturalidad y efecto cálida que tanto gusta. Y es que la arruga es bella. Y más en este tejido que funciona igual de bien tanto en invierno como en verano. Durante los meses más fríos, es cálido, mientras que en los más calurosos, será el complemento ideal para llevar la frescura a tu dormitorio. Además, el lino es un material ecológico y resistente que quedará genial con cualquier tipo de ropa de cama que elijas.   

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O por tejidos resistentes a las manchas

Que el cabecero sea desenfundable y las fundas puedan lavarse, no significa que no debas elegir un tejido con un tratamiento antimanchas que sea fácil de limpiar. Los hay en muchos acabados y tamaños, de manera que podrás seleccionar el que más te guste, sea cual sea el tamaño de tu cama. ¡Incluso si lo quieres para la cama de tus hijos!

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Hazte con un faldón juego

¿Te has cansado del acabado de tu canapé o quieres darle a tu dormitorio un estilo mucho más elegante y con ciertos matices románticos? Pues entonces, además de elegir una funda para el cabecero de lino, combínala con un faldón del mismo material que rodee el perímetro de tu cama. Conseguirás subir el nivel de la decoración de tu dormitorio con la mínima inversión. ¡Eso sí que es estilo! 

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Convierte un cabecero viejo en uno desenfundable

Si por fin has decidido que vas a renovar el cabecero, ¡no tan rápido! Puedes convertirlo en un modelo desenfundable de manera sencilla, especialmente si lo que tienes un sencillo cabecero de madera de líneas rectas.

Para ello necesitarás guata (también vale gomaespuma de unos 2 cm de grosor) y cola de contacto. Corta la guata o la gomaespuma según el tamaño de tu cabecero. Puedes dejar unos extremos en los laterales para unirlos o pegarlos en el canto, como prefieras. Después, aplica la cola de contacto sobre el cabecero de madera, espera unos minutos (cuanto recomiende el fabricante) para que se evapore el disolvente y, a continuación, ve pegando la guata o la gomaespuma. Después, solo tendrás que hacerte la funda a medida. Un consejo: espera a tener el cabecero con el acolchado antes de tomar medidas. 

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