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Con la llegada del otoño se incorporan a nuestro atuendo jerséis y prendas más abrigadas, así nos adaptamos a la bajada de temperaturas. ¿No sabes cómo cuidar las plantas durante esta estación y prepararlas para el frío inverno? Te lo contamos en detalle, porque esta estación es idónea para la poda, para rebajar la frecuencia de riego, así como para la plantación de infinidad de variedades.

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Modula la frecuencia de riego

Muchas de las plantas podrán sobrevivir con una tierra algo pobre en nutrientes, pero no sin agua. No obstante, las necesidades hídricas de la planta varían en función de la estación del año y hay que tener también en cuenta que comienza la temporada de lluvias, así que deberás adaptarte a ello, así como a las nuevas condiciones de incremento del frío y la humedad.

¿Nuestro consejo? Espacia los aportes con respecto al verano, es mejor quedarte corto que las plantas sufran por un exceso de agua que les puede acarrear muchos problemas de salud. Además, gracias a esta disminución de los riegos ayudarás a que los ejemplares entren en su reposo vegetativo invernal.

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El abono no es solo para la primavera-verano

Como decimos, las plantas se pondrán a ‘dormir’ en las temporadas más frías, por lo que para ayudarles a superar estos meses difíciles de letargo, conviene aportarles un impulso nutricional que les permita acumular reservas. Eso sí, el abono de otoño debe ser de liberación lenta (como el compost, el humus de lombriz o el estiércol) para fortalecer a las plantas, aumentar sus reservas de nutrientes, pero sin estimular su crecimiento.

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¿Qué plantas abonar?

Pues salvo las de ciclo de vida que no pasen el invierno, todas. Ten en cuenta que el abono es su alimento. El césped, por supuesto, verás cómo lo agradece en la primavera siguiente. Pero también árboles, arbustos y las plantas vivaces. Selecciona el fertilizante adecuado al tipo de planta (no es igual una suculenta o un cactus que una planta verde), de modo que mejores su resistencia a las inclemencias del tiempo, es decir, al viento y el frío invernal, y garantices su recuperación en la estación florida, la primavera.

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¿Quieres cultivar nuevas plantas?

Todos los paisajistas tienen una época muy atareada durante el otoño, pues es la idónea para realizar las plantaciones de nuevas especies, desde árboles de hoja caduca hasta plantas de menor tamaño.

Los árboles que tienen las hojas perennes reducen su metabolismo en los meses de frío por lo que, en ese caso, se recomienda plantarlos a finales del invierno.

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Asimismo, te recomendamos que alegres el jardín con algunas plantas de floración invernal que resistan al frío, tales como los pensamientos, los durillos o los ciclámenes (en la imagen, con flor rosa). Al plantarlas al inicio del otoño, se irán aclimatando paulatinamente a los rigores del invierno y se desarrollarán bien antes de que sufran los descensos de temperatura y también que gocen paulatinamente de días con menos horas de sol.

Además, también te aconsejamos que plantes varios bulbos ornamentales (estos florecerán en primavera), como tulipanes, narcisos, jacintos, ranúnculos, fresias o ajos ornamentales.

Y si quieres reproducir tus plantas por esquejes, tenemos una buena noticia: estos meses de otoño son también los idóneos.

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Poda de otoño

En esta estación del año el paisaje exterior resulta muy gratificante, pues se tiñe de encendidos colores. Eso sí, tendrás algo de tarea al ser necesario ir recogiendo las hojas que se les hayan caído a los árboles y otras plantas. Pero no solo eso, también será una tarea vital que realices una poda de otoño, que ayudará al desarrollo vegetal con la vuelta del buen tiempo.

Recuerda que los cortes (hechos siempre con herramientas bien esterilizadas) no deben realizarse en perpendicular, sino en bisel con una inclinación aproximada de 45º. Elige para esta labor un día soleado y, tras la poda, nunca está de más prevenir las enfermedades aplicando pasta cicatrizante en cada ‘herida’.

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Plantas de exterior más ‘abrigadas’

Existen diferentes soluciones para proteger del frío a tus plantas de exterior más susceptibles, al no ser rústicas. Las de maceta (siempre que no estén en macetones y pesen muchos quilos) puedes trasladarlas fácilmente al interior de la casa o, si lo prefieres, reubícalas en un invernadero. Piensa que los hay de dimensiones muy contenidas, como el que estamos viendo en la propuesta, para que puedas instalarlos en una terraza o hasta un pequeño balcón.

Con este elemento no solo resguardarás del frío a las plantas, también de los vientos fuertes.

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¿Puedo proteger a las plantas que se quedan al aire libre?

En estos casos, cuando las especies están directamente plantadas en la tierra, para que no se resientan de la bajada de temperatura puedes emplear dos métodos:

  • Cubrirlas con mantos de hibernación (también conocidos como pantallas térmicas), que dejan pasar la luz y la humedad, para su correcta ventilación, aunque crean un microclima en el interior que permite mantener el calor. Es imprescindible utilizarlos, por ejemplo, en los árboles frutales, que lograrán estar entre 3 y 5º C por encima de las temperaturas reales y si hay heladas estas no dañarán a la planta ni a sus frutos.

  • Resguardar del frío la tierra con acolchados, capaces de retener el calor del suelo (en la imagen, el mantillo es a base de corteza de pino). Ten en cuenta que los acolchados orgánicos van degradándose e incorporándose al sustrato, así que cada cierto tiempo deberás renovarlos.

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