Si estás pensando en hacer una reforma completa de tu casa, seguro que ya sabes que supondrá una inversión considerable de tiempo, esfuerzo y dinero. Sin embargo, la organización y tener las cosas claras te ayudará a que todo sea más fácil y a tener tus gastos bajo control.

Planificar, el primer paso

Es lo primero que debes tener en cuenta a la hora de afrontar una reforma completa de la casa: sin planificación, estás perdido. Tanto si te encargas tú mismo de contratar, buscar y elegir materiales, como si delegas esta tarea en alguna empresa de reformas.

Sea como sea, la planificación de la reforma es esencial y si te encargas de ello conseguirás un mejor resultado y un buen ahorro económico. Piensa en todo lo que tienes que reformar y pide asesoramiento a los profesionales para definir las fases del proceso. Hay ciertas obras que han de hacerse antes y otras se pueden dejar para el final. Organizar los tiempos y las etapas de la reforma es importante.

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Encárgate tú mismo de buscar los materiales

A la hora de elegir los materiales que quieres para tu casa ten en cuenta que en ello se invierte buena parte del presupuesto (la otra parte correspondería a la mano de obra). Piensa en las calidades que quieres y en la inversión económica que supondrán. En ciertas cosas te interesará invertir más dinero y en otras será menos importante.

Sea como sea, la mejor forma de ahorrar en esta tarea es encargarse uno mismo de visitar las tiendas y los almacenes para encontrar los materiales que más te gustan a buen precio. Desde revestimientos para suelos y paredes, hasta mobiliario de baño o cocina, griferías, etc.

Un consejo: presta atención a los productos en promoción o aquellos que ya están fuera de catálogo. Puede que encuentres lo que buscas por menos dinero.

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Renovar las instalaciones de agua y gas

Si las instalaciones del agua y del gas tienen más de 15 años, seguramente esté cerca el momento de renovarlas. En caso de que vayas a hacer una reforma completa puedes valorar cambiarlas, aunque todavía no se hayan estropeado. Así te evitarás tener que hacer obras de nuevo más adelante.

Para renovar la instalación del agua, además de las tuberías, tendrás que cambiar grifos (también los latiguillos que los conectan a las tuberías), los mecanismos de las cisternas del inodoro, etc.

En el caso de la instalación del gas, cámbiala si no funciona bien, si no es eficiente o si el circuito de la calefacción tiene fugas de agua.

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Ventanas y puertas, siempre en buen estado

Cambiar las ventanas de la casa cuando están deterioradas es una cuestión de ahorro. Puede suponerte una inversión considerable al principio, y lo es, pero a largo plazo supondrá para ti uno de los ahorros más importantes en los que al mantenimiento de la casa se refiere.

Unas ventanas que no aíslen correctamente son un agujero por el que escapa la calefacción y, por tanto, también el dinero. Es prioritario sustituirlas por unas nuevas con doble acristalamiento y con cámara de aire, y con sistema de apertura abatible y oscilobatiente. Infórmate de si en tu comunidad autónoma existe algún plan renove en vigor que contemple alguna ayuda económica a la hora de cambiar las ventanas.

Las puertas suponen una renovación más estética que práctica, pero también relevante. Elige puertas lacadas, mucho más decorativas. Si quieres ahorrar, puedes mandar lacar las viejas, en caso de que estén en buen estado. El ahorro puede ser de unos 100 euros por puerta, lo cual no está nada mal.

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Mejorar el aislamiento

Aunque hayas cambiado las ventanas de tu casa, algo fundamental si quieres dejar de perder calor, energía y dinero, existen otras cosas que puedes hacer para mejorar aún más el aislamiento.

Piensa en aislar las paredes al máximo, lo que se traducirá en un ahorro importante en calefacción y aire acondicionado. Existen diversos procedimientos para conseguirlo. Pide presupuesto y, si estos te resultan excesivos, siempre puedes revestir las paredes con madera, por ejemplo, e incorporar un material aislante debajo.

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Suelos resistentes y decorativos

Lo bueno que tiene renovar el suelo de la casa es que existen muchas opciones para elegir, algunas de ellas bastante económicas.

Está claro que los suelos de madera, como parquet o tarima, pueden disparar el presupuesto de cualquier reforma, pero hay otras opciones interesantes a tener en cuenta.

Los suelos laminados imitan a la madera pero son mucho más resistentes y también más económicos. Son perfectos para espacios con mucho tránsito, y para casas en las que hay niños pequeños o mascotas. Si eliges un laminado de calidad, conseguirás un efecto madera bastante real.

Por otro lado, los suelos vinílicos también son tendencia por sus muchas ventajas: son sólidos y resistentes, económicos y decoran cualquier espacio con acierto.

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Renueva las paredes

Las paredes son, seguramente, lo que menos cuesta renovar de toda la casa. De hecho, es fácil hacerlo cada cierto tiempo con una buena mano de pintura.

Pintar las paredes no es demasiado costoso y, además, es uno de los trabajos de renovación que puedes hacer tú mismo, si te animas. Sea como sea, hay otras reformas de las paredes que pueden ser más costosas.

Como eliminar el gotelé existente. Se trata de un trabajo laborioso que conviene que realice un profesional para lograr el mejor resultado. Esto implica una inversión económica considerable. Sin embargo, es una de esas reformas que merece mucho la pena, ya que tu casa parecerá otra.

Si tienes las paredes lisas, considera la posibilidad de instalar papel pintado en alguna de ellas. Es una alternativa fácil, asequible y de lo más decorativa. ¡Verás qué cambio!

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Instala paneles de yeso y molduras en el techo

Es uno de los grandes olvidados de las casas, pero sí se pueden hacer ciertas cosas para mejorar el techo de nuestra casa y lograr ciertos beneficios. Por ejemplo, si tienes vecinos ruidosos arriba es buena idea instalar un falso techo que aísle tu casa acústicamente.

Para decorarlo puedes colocar molduras, más o menos sencillas o ornamentadas. Si eliges poner molduras de poliuretano, en lugar de las tradicionales de escayola, conseguirás un buen ahorro. Las primeras son más ligeras, económicas y tan fáciles de poner que puedes hacerlo tú mismo.

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Planifica la luz y cambiarás tu casa

El capítulo relativo a la iluminación de la casa es otro de los puntos fuertes de una reforma completa. No solo te ayudará a ahorrar cada mes en la factura de la electricidad, sino que conseguirás cambiar los espacios y dotarlos de un encanto muy especial.

Para empezar, apuesta por luces LED, además de por el ahorro que suponen, por las muchas posibilidades decorativas que tienen hoy. Combina lámparas de pie, de mesa y apliques de pared, y haz un hueco en casa a la iluminación oculta: cambiarás por completo el ambiente de los espacios, logrando que sean más acogedores y elegantes.

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