¿Tienes pensando en hacer una reforma en el cuarto de baño? Existen muchas ideas y materiales para conseguirlo, y el microcemento puede ser una de las mejores alternativas. Se trata de un material con muchas prestaciones, práctico, resistente y muy decorativo.
Un revestimiento a la última
El microcemento es un revestimiento continuo que se puede instalar sobre todo tipo de superficies, tanto en horizontal como en vertical. Consiste en una mezcla de cemento, resinas, polímeros y pigmentos. A la hora de instalarlo no es necesario quitar los materiales antiguos, por lo que no hay que hacer molestas obras, no hay escombros que retirar y los procesos son más fáciles y rápidos. Aunque el proceso es laborioso, no resulta complicado para un profesional. Primero se debe aplicar una imprimación adecuada y después el microcemento en varias capas finas.
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Superficies impermeables, perfectas para el baño
Además de la instalación sencilla del microcemento, es importante destacar otras ventajas. Es un material totalmente impermeable, perfecto para zonas húmedas como baños o cocinas. No se producirán filtraciones de agua ni siquiera si lo empleas para revestir una bañera o una ducha. Tampoco aparecerán hongos ni moho, especialmente si se tiene la precaución de aplicar un tratamiento antibacteriano.
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Apuesta por la continuidad
El microcemento tiene la ventaja de dar como resultado superficies continuas, sin juntas, tanto en horizontal como vertical. La continuidad que se produce en el espacio consigue aumentar la sensación de amplitud y, si eliges un color claro, también multiplicarás la luminosidad del cuarto de baño.
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Sobre cualquier material
El microcemento es un material perfecto para revestir todo tipo de superficies, ya que solamente tiene 2 mm de espesor. Esta característica hace que se pueda aplicar sin tener que retirar revestimientos antiguos. En el caso del suelo, tampoco es necesario lijar las puertas.
A la hora de aplicar el microcemento, una de las claves es conseguir una capa fina ya que de lo contrario podría agrietarse. Puede instalarse sobre casi cualquier material: terrazo, cerámica, piedra natural, pladur, yeso, etc.
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Una gran variedad de colores y acabados
Además de las muchas prestaciones que tiene el microcemento, destaca su potencia decorativa, perfecta para todo tipo de baños. Ofrece grandes posibilidades en cuanto al color, desde el blanco al negro, pasando por un largo repertorio de grises, de tonos beiges, de colores más intensos, etc. En función de los pigmentos que se apliquen es posible conseguir el color que desees para tu baño.
En cuanto al acabado, este puede ser liso, rugoso, mate o brillante. Elige el microcemento que más te guste y combínalo con otros materiales como la madera o el metal.
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A prueba de resbalones
En los cuartos de baño, debido a la humedad y al vapor que se produce, el suelo puede convertirse en un peligro en potencia, provocando resbalones y caídas. Para evitarlo lo mejor es darle al pavimento un acabado antideslizante que aumente la seguridad.
Basta con aplicar al suelo de microcemento un barniz especial que lo convertirá en una superficie antideslizante. Esto resulta muy adecuado, sobre todo, para personas mayores y niños.
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No solo para paredes y suelos
El microcemento es un material que resulta perfecto para paredes y suelos, pero no solo para este tipo de superficies. También es muy adecuado para revestir lavabos, bañeras o para duchas. En este último caso no es necesario instalar un plato de ducha.
Se puede dar a todos estos elementos un acabado liso y suave, muy agradable. También puedes hacer estantes, muebles de obra para debajo del lavabo. Las posibilidades del microcemento son inmensas.
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Fácil mantenimiento
Los baños de microcemento son fáciles de limpiar y de mantener. Como las superficies no tienen juntas, la suciedad no se incrusta en ellas, lo que facilita considerablemente la limpieza.
Tan solo hay que tener cuidado con los limpiadores y productos que se utilizan, ya que el microcemento, aunque resistente, se puede dañar con productos alcalinos y detergentes agresivos. No conviene usar lejía, amoniaco u otros limpiadores fuertes. Lo mejor es utilizar agua y un jabón neutro. ¡Te quedará perfecto!
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¡Buena pareja!
El microcemento ofrece muchas posibilidades decorativas. Puede que te apasione el resultado de utilizarlo en todas las superficies y elementos del baño: suelo, paredes, bañera, lavabo, ducha etc. O puede que prefieras compaginarlo con otros materiales.
La combinación entre microcemento y madera es una de las más acertadas, aunque no la única. En este caso, la calidez de la madera, con sus vetas y su tacto natural, contrarresta la frialdad del microcemento, logrando un resultado de lo más especial.