¿Toca limpiar la cocina? Con estos trucos emplearás menos tiempo y esfuerzo
La limpieza general, aunque tediosa, conviene hacerla al menos una vez al año
Hay espacios en una casa que hay que limpiar diariamente y uno de ellos es, sin duda, la cocina. A pesar de ello, la grasa y la suciedad se acumulan en cada rincón. Se introducen en cada recoveco, por lo que es imprescindible hacer de vez en cuando una limpieza general.
Te contamos qué aspectos debes tener en cuenta para tener la cocina impecable durante más tiempo y con el menor esfuerzo posible.
¿Con qué frecuencia tengo que hacer la limpieza general?
Depende de diferentes factores: de tu estilo de vida, de lo mucho o poco que cocines, de si sois muchos en casa o no… Sin embargo, la mayoría de las veces, tendrás que hacer la limpieza general al menos dos veces al año, aunque repases a diario tu cocina.
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Es buena idea programarlas coincidiendo con la primavera y al comenzar el año. Pero si no has tenido tiempo de hacerlo, antes de las vacaciones puede ser un buen momento. Dejarás tu cocina preparada para la vuelta a la rutina en septiembre.
Puedes aprovechar un día libre o una jornada del fin de semana. Así podrás eliminar ese trabajo de la lista de tareas pendientes.
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La clave es la organización
La única manera de poder realizar esta tarea con menos esfuerzo es organizando muy bien el trabajo. La planificación es el secreto del éxito, por lo que no es buena idea dejar espacio a la improvisación.
Busca una fecha adecuada en tu agenda y programa la limpieza general para ese día. Ten en cuenta que necesitarás, al menos, tres o cuatro horas para terminar. No te pongas a limpiar sin un plan establecido porque te parecerá que no avanzas.
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Pasa revista a los materiales
Antes de ponerte manos a la obra debes hacer un repaso de la cocina. Fíjate en armarios, encimeras y el resto de superficies y valora su estado. Si están muy sucios quizá necesites productos más potentes. Esto te ayudará a preparar con antelación todo lo que vas a utilizar, desde limpiadores a utensilios.
Que no te falten bayetas, trapos de algodón, guantes, pulverizador, un cepillo, etc. También te vendrá bien tener cerca el aspirador de mano.
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Divide tu cocina… y vencerás
Lo primero que debes hacer es dividir la cocina en varias zonas, para poder trabajar con orden. Comienza por las paredes, que tendrás que limpiar de distinta manera en función de si son de azulejos, pintura, etc. En general, los azulejos quedan muy bien si los limpias con agua y amoniaco y los secas después. Trabaja siempre desde arriba hacia abajo.
Después le toca el turno a los armarios, comenzando por los de la parte superior y continuando por los de abajo. Termina por las encimeras y el suelo.
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Sigue un orden al limpiar los muebles
Limpiar los armarios de la cocina es una de las partes que más tiempo lleva de todo el proceso. Hay que vaciar los armarios, repasar el interior con un trapo mojado y escurrido en agua jabonosa y secarlo bien. Termina colocando de nuevo el contenido.
Y lo mismo sucede con los cajones. Una buena idea es utilizar el aspirador de mano para atrapar migas, polvo y restos que puedan tener. Después tendrás que pasar un trapo húmedo y por último secar bien el interior.
El último paso es limpiar el frente de puertas y cajones.
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El turno de los electrodomésticos
La nevera, la campana extractora, el horno y el microondas. Todos estos electrodomésticos acumulan con el tiempo y el uso bastante suciedad. Sin embargo, los vamos limpiando cuando lo necesitan, por lo que no siempre tendrás que incluirlos en la limpieza general de la cocina. Revisa, sobre todo, el interior de la nevera y repásalo si hace falta. Si no, limpia los electrodomésticos por fuera.
Dedica un tiempo a los pequeños electrodomésticos que tienes en la encimera, como la cafetera o el robot de cocina. Suelen ensuciarse bastante por lo que limpiar la parte exterior es algo de obligado cumplimiento.
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Despeja la encimera
Uno de los errores más frecuentes en lo que a la limpieza y organización de la cocina se refiere es llenar la encimera de cosas que no tienen un sitio donde guardarlas, o que realmente no deberíamos tener en la cocina.
Los objetos, como no los guardamos ni nos deshacemos de ellos, se van acumulando sin remedio en la encimera, restando espacio de uso y provocando la acumulación de polvo y suciedad. Despejar la encimera es el primer paso para mantenerla siempre impecable. ¡Consigue una encimera sobre la que sea un placer trabajar!
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Puertas y ventanas como nuevas
Ahora que los elementos más destacados de tu cocina ya están limpios (paredes, muebles, electrodomésticos y encimeras) llega el momento de repasar las puertas y las ventanas. Comienza por la primera, incluidos los marcos, y después continúa con la estructura de las ventanas.
Deja los cristales para el final, aplicando limpiacristales y secando bien con un trapo limpio o ayudándote de un robot limpiacristales. Aprovecha para limpiar cortinas y estores, si los tienes.
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Para terminar, el suelo
Es la última tarea que tendrás que realizar. El trabajo que pone el punto final a la limpieza general de la cocina: barrer y fregar el suelo. Si tienes a mano el aspirador, pasarlo siempre será mejor que barrer el suelo con un cepillo. Una vez hecho esto, te toca limpiar con la fregona y esperar a que se seque. ¡Tu cocina está perfecta!
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