Por su naturalidad, su calidez y su belleza, la madera es un material presente en todos los rincones de nuestras casas, excepto en el cuarto de baño donde no se utilizaba apenas. Hoy las cosas están cambiando y los baños decorados con madera son tendencia. Descubre todas las posibilidades que ofrece.
¿Madera en el baño?
La madera no es un material que se haya utilizado con frecuencia en el cuarto de baño por una razón puramente práctica. Se trata de un material que no resiste los efectos de la humedad. Es sensible al agua y se estropea si se moja en exceso.
Sin embargo, con el paso del tiempo se han desarrollado tratamientos específicos capaces de proteger la madera frente a la humedad. Hay muchas maneras de emplear la madera en el baño.
Acertar con la variedad
Una buena solución para emplear madera en el cuarto de baño sin tener que preocuparnos en exceso por si se estropea o no, es elegir variedades capaces de resistir mejor la humedad.
Se trata, casi en su mayoría, de maderas tropicales como la teca, el iroco, el ipé o la jatoba. También el alerce es muy resistente. A pesar de que son más costosas, la inversión merece la pena ya que su resistencia y durabilidad aumentan considerablemente.
En cualquier caso, deben ser tratadas adecuadamente. La teca, por ejemplo, con el paso del tiempo va adquiriendo un color gris debido a la luz que incide sobre ella. Para que recupere su tono natural es necesario aplicar de vez en cuando una capa de aceite de teca que nutre las fibras de la madera y la protege.
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¿Cómo y dónde incorporarla?
Hay múltiples aplicaciones para la madera en el cuarto de baño. Podemos emplearla, por ejemplo, para revestir las paredes, para los muebles y accesorios, etc. Es un buen recurso para llamar la atención sobre un rincón especial en nuestro baño.
Si tienes un baño de estilo rústico puedes descubrir las vigas del techo y dejarlas a la vista. Sea como sea, cuando la madera está presente en el baño es importante aumentar la ventilación del espacio para evitar que se concentre demasiado la humedad. Si tienes una ventana, ábrela unos minutos después de ducharte. De esta forma protegerás la madera.
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El mejor tratamiento
La madera en el cuarto de baño debe de estar protegida. Por mucho que se trate de variedades tropicales resistentes a la humedad, es importante tratarla con un producto específico que le aporte solidez y evite que absorba las manchas y el agua.
El aceite de tung, por ejemplo, es una buena opción. Se trata de un producto natural procedente de las semillas del árbol tung, originario de China. Aplicado sobre la madera penetra en las fibras de esta, la nutre y aumenta su resistencia sin alterar el color natural. El aceite de tung sella el poro de la madera y la impermeabiliza.
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¿También en el suelo?
Los suelos de madera son una alternativa perfecta para decorar nuestras casas. Además de cálidos y acogedores, resultan muy naturales y quedan perfectos en cualquier interiorismo.
Sin embargo, no se suelen poner en el baño ni en la cocina, ya que la humedad es uno de sus grandes enemigos. Además de estar el agua muy presente en estas estancias, son suelos que necesitan fregarse a diario, algo que atenta directamente contra la belleza y la salud de la madera.
En cualquier caso, hoy día no hay por qué renunciar a tener unos suelos de madera en el baño. Si no de madera… sí “efecto madera”. Existen materiales que imitan a la perfección su apariencia, textura y belleza. Puedes optar por un porcelánico de calidad, o por suelos laminado o vinílicos. Son opciones que, sin ser madera real, te proporcionarán su potencia decorativa y su calidez.
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La combinación perfecta
Emplear la madera como revestimiento es una gran idea, también en el cuarto de baño. Ya hemos explicado que quizá no sea la mejor opción para el pavimento, debido a la humedad y a la necesidad de limpieza. Sin embargo, si optas por un acabado en madera para el suelo puedes combinarlo con paneles para las paredes. El resultado te encantará.
En este caso no hay problema en utilizar madera auténtica, ya que las paredes no sufren tanto con la humedad en el baño. Elige un revestimiento de madera contrachapada, o paneles laminados con ese acabado.
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Una encimera de madera maciza
Colocar una encimera de madera gruesa y maciza es una opción muy decorativa para decorar el cuarto de baño, que quedará genial con un lavabo de sobremesa. Podrás elegir entre un sinfín de colores, tipos de madera y acabados.
El único aspecto que debes tener en cuenta es la protección de la madera. La encimera debe estar tratada con un producto especial, ya sea un barniz, aceite de tung u otro protector efectivo, de forma que las manchas no penetren en ella dejando una huella imborrable.
Un consejo: si el hueco de tu cuarto de baño no es excesivamente amplio, puedes instalar una encimera de madera volada que vaya de pared a pared. El resultado es muy decorativo.
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Los muebles con más estilo
Una de las cualidades de los muebles de baño realizados en madera es su gran diversidad. Siempre encontrarás el modelo perfecto para cada espacio, capaz de adaptarse al estilo de la decoración. Hay un gran abanico de colores y acabados para baños de corte clásico, rústico o de estética industrial. Los muebles de madera son sólidos y duraderos y, con la protección adecuada, no se deteriorarán antes de tiempo.
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Para la bañera
Ahora que conoces bien las características de este material y la forma en que debes protegerlo de la humedad, probablemente te sorprenderá leer que es posible instalar en el baño una bañera de madera.
Sin embargo, así es. Son muy habituales en países lejanos como Japón, donde se han utilizado desde hace siglos fabricadas de madera de cedro o hinoki. También en los países escandinavos es común ver bañeras y saunas de madera de teca.
Por eso, si quieres poner un modelo en tu baño solo tienes que observar ciertos requisitos: elige la madera adecuada, de calidad, y asegúrate de que está protegida, bien con un barniz que la selle, o bien con aceite específico.
Un consejo: procura que no le de directamente la luz del sol para evitar que se seque en exceso. Es importante mantener la humedad y renovar el tratamiento protector de vez en cuando.
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