10 razones que demuestran que los salones clásicos son más actuales que nunca
Y ejemplos para que lo lleves a tu casa
Hay estilos que no pasan de moda. Se van adaptando poco a poco a las tendencias sin perder vigencia ni la esencia que los caracteriza. Uno de esos estilos es el clásico, que se caracteriza por su sobriedad, carácter serio y capacidad de crear ambientes serenos y tranquilos. Pero si también destacan por algo es por su elegancia y sofisticación. Te mostramos 11 ejemplos en los que demostramos que el estilo clásico en salones sigue siendo tendencia.
1. Elementos que marcan la decoración
Hay piezas que definen este estilo clásico. Las chimeneas son uno de ellos. Y si es de mármol y con relieves, como esta, su presencia será innegable y se convierten en elemento central de la estancia. Por eso es habitual distribuir los muebles a su alrededor e, incluso, planificar unas estanterías a los laterales que aumenten el almacenaje.
Pero si tu salón no tiene chimenea y deseas una, no desesperes. Hay piezas que imitan falsas chimeneas y que ofrecen el mismo cálido y acogedor resultado. Tan solo tendrás que decorar la embocadura de la chimenea con unos jarrones o unas velas grandes.
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2. La madera, protagonista en salones clásicos
Hasta ahora, las maderas oscuras eran las que protagonizaban los salones clásicos, donde los muebles de cerezo, wengué o nogal americano copaban la decoración. Estas grandes piezas de salón solían ser el centro de atención en estos salones, pero, a pesar de su elegancia, oscurecían el ambiente y, en ocasiones, lo empequeñecían. Ahora, estas maderas oscuras han dado paso a acabados más claros, como los de las maderas de castaño o roble, que ayudan a caldear el ambiente sin oscurecerlo.
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3. El papel pintado también es un acierto en salones clásicos
Lo hemos visto como una de las tendencias con más fuerza de los últimos años. La vuelta del papel pintado es una realidad y la versatilidad de sus diseños hace que tengan cabida (también) en salones clásicos. La clave es el diseño y estampado que elijas. Uno floral o de sencillos motivos botánicos será perfecto para dar personalidad sin abandonar su esencia clásica. Un consejo: si eliges un papel con mucho colorido, como el de esta propuesta, es preferible que el sofá tenga un color neutro y claro que no compita con el estampado.
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4. Clásicos que siempre son tendencia
Si hay una pieza que no falla en los salones clásicos son los sofás chéster. Este icono del diseño inglés se caracteriza por tener el respaldo y los reposabrazos salpicado de botones que parecen hundirse en la tapicería y crean ese característico aspecto que ha permanecido vigente en el tiempo. Las tachuelas de sus frentes son también parte de esas características que hacen de esta pieza elementos único.
Aunque los originales estaban tapizados en cuero, actualmente es posible encontrarlo en tapicerías de cualquier color y tejido. Aquí vemos una versión actualizada en terciopelo azul que mantiene la esencia clásica del salón, pero con un punto moderno.
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5. Los neutros siempre triunfan en salones clásicos
Grises, blancos, beige y hasta marrones son los colores que más triunfan en salones clásicos. Puesto que suelen ser ambientes con una decoración ampulosa, en los que las maderas oscuras como la de cerezo o nogal tienen mucha presencia, lo ideal es suavizar el efecto con colores neutros. Estos servirán de base y ayudarán a iluminar y ampliar el ambiente. Además, si te decides a cambiar de estilo, no tendrás que cambiar la tapicería y encajará en cualquier estilo que elijas.
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6. Viste tu salón clásico con una alfombra
Son un elemento básico en cualquier estancia y sea cual sea el estilo, pero si tu salón es clásico, sin duda, será una pieza fundamental de la decoración. Huye de los diseños más sencillos y apuesta por modelos clásicos. Los estampados toile de Jouy y florales siempre triunfan, así como las alfombras persas, que vuelven a ser tendencia.
Elige una de un tamaño suficiente como para poder colocar las patas delanteras de los sofás y las butacas y que el conjunto sea armonioso.
7. Elige una pieza llamativa y que llame la atención
Aunque te guste la sobriedad y elegancia del estilo clásico, no dejes que su seriedad se apodere de todos los aspectos decorativos de tu salón. Para evitarlo elige, al menos, una pieza llamativa y que sea el centro de atención. En esta propuesta, la interiorista Pia Capdevila ha colocado una mesa de estilo industrial que da carácter y un punto desenfadado a este salón de líneas austeras y sencillas. Puedes hacer tú lo mismo colocando una mesa de centro u otra pieza que destaque, como una butaca o una lámpara.
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8. Instala molduras en las paredes
Las molduras decorativas en las paredes y techos son un elemento clásico por excelencia. Y en cualquier salón clásico ¡son todo un acierto! Son decorativas, capaces de cambiar la imagen de cualquier estancia y suman elegancia y sofisticación. Pero tienen más ventajas: esconden imperfecciones, cables y sirven para colocar iluminación ambiental. E instalarlas en tu casa es realmente sencillo gracias a los nuevos modelos fabricados en poliuterano o poliestireno son más ligeros y fáciles de colocar.
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9. El clásico también puede ser moderno
Mezclar tendencias y estilos está de moda. Por eso, si te gusta el estilo clásico, pero no quieres que tu salón resulte demasiado sobrio, añade una gran pieza de este estilo y combínala con otras de estilo moderno, que actualicen lo clásico. En este salón, los interioristas de Tinda’s Project han colocado una gran mesa de centro blanca formada por cuatro cubos.
10. Las estanterías con 'boiseries' no fallan en los salones clásicos
Y es que estas estanterías de obra tienen un altísimo poder decorativo, capaz de transformar cualquier salón. Las estanterías con boiseries se caracterizan por sus paneles con molduras, que potencian el estilo clásico de estos muebles de obra. Y si empapelas el interior de las mismas con un papel pintado con textura, como han hecho aquí los interioristas de Knowhaus, el efecto es aún más elegante y sofisticado. Si tienes una estantería de este estilo en tu casa, una manera de actualizarla sin perder su estilo clásico es pintándola de blanco. Mantendrás una joya en tu salón manteniendo su esencia tradicional, pero con un punto actualizado.
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