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La hortensia de invierno, también conocida como bergenia (Bergenia crassifolia), lleva el nombre del famoso botánico alemán Karl August Von Bergen. Se trata de una planta de exterior ornamental muy versátil y de muy fácil cultivo. Precisamente su excepcional facilidad de cuidados, junto con su rusticidad, hace que esta planta sea imprescindible en el jardín.

 

La planta llegada del frío

El ciclo vital de la hortensia de invierno es perenne y es originaria de las regiones de Asia Central, donde se puede encontrar en estado salvaje desde China hasta la fría Siberia, lo que demuestra su rusticidad: soporta temperaturas incluso inferiores a los -20° C. Así pues, resulta extremadamente resistente a las condiciones climáticas extremas.

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Distínguela de la hortensia

Las hortensias (Hydrangea) presentan unas flores de un espectacular tamaño, además aman los climas suaves, por lo que por decirlo así son más ‘frioleras’. Por su parte, las hortensias de invierno o bergenias son plantas de menor tamaño, también sus flores en forma de copa, aunque sus hojas verdes oscuras, muy brillantes, sí que son bien grandes y tienen formas redondeadas o coriáceas. Forman matas de unos 40 cm, por lo que se las considera de porte pequeño.

En la imagen estamos viendo en detalle la flor de la hortensia, un gran arbusto.

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Características y aplicación

Algo muy interesante de las hortensias de invierno es que florece durante gran parte del año, sobre todo en invierno y a principios de primavera, cuando apenas hay otras flores que las acompañen. Como vemos, sus flores son de color rosa formadas en grandes racimos.

El uso en el jardín es sobre todo en arriates y parterres, porque en esta última aplicación cubriendo suelos, sus gruesas hojas ofrecen la ventaja de impedir el crecimiento de las malas hierbas. No descartes tampoco cultivarla en maceta u otro tipo de contenedores.

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Todoterreno

Esta planta perenne se adapta bien a todo tipo de exposiciones solares, tanto a pleno sol como en semisombra e incluso en zonas sombrías. Por ejemplo, habitualmente se coloca a los pies de un árbol que dé sombra.

En realidad, las hortensias de invierno prefieren que el sol no les dé directamente. Aunque si no te queda más remedio que cultivarlas a pleno sol, entonces mantén el suelo muy húmedo para que luzcan esplendorosas.

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Que no le falte agua

Especialmente durante su primer año de vida, es esencial regar generosamente. Los riegos deben ser frecuentes, ya que no tolera la sequía, pero habrá que espaciarlos durante las estaciones más frías del año.

Debes mantener el sustrato húmedo impidiendo encharcamientos, pues la pudrición de la planta afectará a su salud y, además, hará de la hortensia de invierno una flor más susceptible a posibles plagas y enfermedades.

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Poco exigente con el suelo

La hortensia de invierno se adapta a casi cualquier suelo, incluso a los pobres, no obstante, no le van bien los suelos secos. Ama especialmente los sustratos frescos y algo húmedos, pero no en exceso.

Para aportarle humus, que le va muy bien para nutrirla, abona con él a principios de año. Con este fertilizante la floración de la planta será mejor y más bonita.

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Cultivo y multiplicación

La mejor época para la plantación de la hortensia es a comienzos de otoño y finales del invierno. Pero evita hacerlo si son habituales los días con heladas, espérate a hacerlo en primavera. Recuerda cultivarla preferiblemente en un suelo fresco.

Respecto a la multiplicación, la manera más simple de incrementar la cantidad de hortensias de invierno en tu jardín es a través de la división de matas seccionando el rizoma. De hecho, si las divides cada tres años, justo después de la floración o en otoño, conseguirás que rejuvenezcan y presenten un aspecto más bello y vigoroso. Otras formas de reproducirlas son por semillas y por esquejes.

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De fácil cuidado

Como llevamos viendo, la hortensia de invierno no requiere excesivos cuidados salvo acordarse de mantener su suelo húmedo. Así, resulta ideal para jardineros poco expertos o que andan atareados y con poco tiempo.

Por lo demás, por ejemplo, no requiere poda, basta con cortar por la base las hojas muertas y las flores que estén marchitas. Recuerda eliminar esas flores y hojas secas con unas tijeras bien limpias.

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Plagas y enfermedades

No es una planta afectada especialmente por enfermedades, salvo la pudrición si se producen encharcamientos de agua.

Respecto a las plagas, los caracoles y a las babosas son sus peores enemigos, pues encuentran muy sabrosas las hojas y sus tallos, así que hay que vigilar la planta para tratar de mantenerlos lejos. No sufren otras plagas habituales. Y en cuanto a sus amigos, las hortensias de invierno o bergenias resultan de gran atractivo para los polinizadores, como las mariposas.

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