7. Después de cenar: no dejes para mañana…
No cedas a la tentación y dejes el mantel y demás en el comedor. Recogedlo todo y dejad el comedor limpio y ordenado, como estaba antes de la cena. No dejes tampoco los cacharros en el fregadero hasta el día siguiente. Además de que será más fácil eliminar bien toda la suciedad (y tendrás que frotar más, además de gastar más agua y gas), la cocina no acumulará malos olores y, por la mañana, cuando os levantéis, dará gusto ver la cocina recogida y sin los platos del día anterior. Limpia también todo aquello que habías dejado en remojo.
Pasa una vez más las encimeras y deja las bayetas y estropajos en remojo para que al día siguiente estén listas de nuevo para la acción.
Leer: Orden en la cocina: 10 soluciones imprescindibles (de sobresaliente)