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Ni son solo para los muebles de jardín ni solo para el verano. Hoy asistimos al reinado de las fibras vegetales en espacios como las habitaciones infantiles donde brillan con todo su esplendor. Incorporarlos es sencillo: las claves son elegirlos con acierto y mezclarlos con otros materiales para que el resultado no sea excesivo.

 

¿Por qué elegirlos para el cuarto de los niños?

Los muebles de fibras vegetales, desde el mimbre hasta el bambú pasando por el ratán, resultan muy especiales y decorativos, quizá por ese aire vintage que poseen. Hacen gala de numerosas cualidades:

- En los cuartos infantiles se convierten en un elemento de diferenciación que añade carácter a la decoración.

- Son resistentes y fuertes, capaces de soportar el trote continuo al que les someten los niños. No se deterioran a la primera de cambio, aunque es necesario hacerles cierto mantenimiento para que se mantengan impecables.

- Aportan frescura, encanto, confort y naturalidad.

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Para piezas esenciales

Las fibras vegetales en los dormitorios infantiles no se limitan a un par de complementos como cestas, colgadores o lámparas, sino que también protagonizan elementos de carácter esencial como la cama, el cabecero, un armario, etc. Y salen victoriosos: se convierten en elementos muy apreciados que decoran por sí mismos.

Además del valor que añaden desde un punto de vista estético, también son muy prácticos dada la resistencia de fibras como el ratán o el bambú. En la imagen, una cama de Zara Home fabricada en ratán natural.

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Diseños muy originales

Olvídate de los muebles de fibras vegetales de antaño, de líneas tradicionales. Aunque bonitos, han quedado relegados al pasado. Hoy estos materiales se emplean en diseños muy especiales y diferentes, como esta estantería de pared con forma de cangrejo. Es un modelo de Bloomingville que les encantará a los niños, totalmente fascinados por el mundo animal.

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4/9 © El Corte Inglés

Esteras y alfombras para añadir confort

Si necesitas una alfombra para el cuarto de los niños, las de fibras vegetales se convierten en una buena alternativa: de yute, esparto o sisal, no solo aportan calidez a la decoración sino que protegen el suelo de los juegos infantiles.

Si quieres darle más protagonismo a la alfombra, combínala con muebles y elementos de otros materiales como madera o hierro pintado. Así lo han hecho en este ambiente de Mini Home, en El Corte inglés, y el resultado no puede ser mejor.

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Elige una butaca de fibras vegetales

Redondas, de grandes proporciones, con un diseño original. Una butaca especial fabricada en fibras vegetales no pasará inadvertida en los dormitorios infantiles y, además, será el elemento perfecto para alimentar la imaginación de los más pequeños es sus ratos de juego.

El mismo interés suscitará una mecedora de médula, al estilo de las tradicionales, pero más pequeña, pensada para los niños. Son piezas destacadas, con mucha personalidad, que llaman la atención.

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6/9 © Papermint

Apuesta por la mezcla

Cuando hablamos de incorporar muebles de fibras vegetales en la decoración de las habitaciones infantiles, no nos referimos a llenarlo todo con este tipo de elementos.

De hecho, la clave para triunfar está en mezclarlo con otros materiales como la madera pintada, las alfombras de lana o el papel pintado en las paredes. En la combinación de materiales diversos es cuando las fibras vegetales destacan más y resultan más arrebatadoras.

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Un amplio repertorio de elementos para guardar

Las cestas son un clásico, si pensamos en elementos de almacenaje de fibras vegetales, pero también los baúles. En ellos puedes guardar de todo, desde juguetes hasta peluches, mientras que las cestas son perfectas para objetos más pequeños.

Sea como sea, encontrarás contenedores de diferentes tamaños, con tapa y sin tapa, y con un sinfín de diseños divertidos que, además de prácticos, resultan decorativos.

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Estanterías prácticas y de lo más decorativas

También destacan las estanterías, fabricadas con fibras robustas como el bambú, el ratán o la médula, con las que los peques lo tendrán todo a mano. Para que ellos puedan ordenar su habitación y coger lo que necesiten en cada momento, lo mejor es elegir modelos que no sean demasiado altos. Se convertirán en el mueble auxiliar perfecto en su dormitorio.

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El mejor mantenimiento

Para conseguir que los muebles de fibras vegetales estén siempre como el primer día, hay que cuidarlos con una limpieza ligera de forma frecuente y una más a fondo cada cierto tiempo.

- Para el mantenimiento diario bastará que los repases con una bayeta humedecida en agua con sal o con bicarbonato, secando totalmente después.

- Cuando vayas a hacer una limpieza en profundidad tendrás que frotar con un cepillo y agua jabonosa.

- ¿Han aparecido unas manchas negruzcas en las fibras? Lo más probable es que estén provocadas por la humedad. Elimínalas frotando con una parte de lejía diluida en tres partes de agua.

- Las alfombras de yute y otras fibras vegetales se sacuden habitualmente y se aspiran con frecuencia para eliminar el polvo. Si tienen manchas, límpialas con agua y amoniaco y deja secar totalmente.

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