1/9 © DVO

Crear una buena distribución de nuestro salón o del dormitorio es una cuestión fundamental para configurar el mejor espacio posible. Y para conseguirlo es importante conocer cuáles son las equivocaciones más comunes que se suelen cometer, para evitar caer en ellas.

 

No separar las diferentes zonas

A la hora de distribuir un salón amplio en el que se integran diferentes espacios, por ejemplo, se hace necesario delimitar cada una de las zonas que existen. Estas deben definirse según su uso y limitarse de alguna manera: con elementos separadores como estanterías u otro tipo de muebles, alfombras para delimitar el espacio en el suelo, etc.

Leer: Cómo separar espacios y crear ambientes distintos sin necesidad de tabiques

2/9 © Canapés Seanroyale France

No tener en cuenta la escala

Este es un error bastante común que solemos cometer a la hora de elegir los muebles para decorar una habitación. Se nos olvida que las piezas que componen el mobiliario han de escogerse siempre en proporción al tamaño del espacio en cuestión, y no deben ser ni muy grandes ni demasiado pequeñas.

En el primer caso, si eliges muebles muy voluminosos, el espacio quedará demasiado abarrotado. Y si son excesivamente pequeños no lucirán como deben, por bonitos que sean.

Leer: Cómo dar un toque de estilo a tu salón con piezas auxiliares llenas de 'charme'

3/9 © Arcana Cerámica

Poner obstáculos a la libre circulación de la luz

La luz natural en una casa es todo un tesoro: no le pongas límites. Distribuye los muebles y elementos de tu salón teniendo muy en cuenta la entrada de la luz.

Para empezar, olvídate de colocar en las ventanas cortinas demasiado opacas que oscurezcan el interior. Mejor elige visillos o estores livianos.

Crea una distribución que favorezca la expansión de la luz que entra por las ventanas, de forma que pueda pasar de unas zonas a otras. También es buena idea colocar algún espejo que multiplique la luminosidad.

Leer: Todas las claves para multiplicar la luz natural en casa

4/9 © Sonya Winner

Un exceso de compartimentación

Puede que lo tuyo no sea vivir en un loft, pero tampoco conviene que el espacio esté lleno de tabiques, en especial si la nuestra es una casa pequeña. Interiores demasiado compartimentados dan como resultado estancias muy llenas y nada cómodas.

Por eso es buena idea eliminar algunas divisiones o cambiar tabiques por cristaleras, mucho más ligeras. Si no quieres meterte en grandes y complejas obras, puedes considerar la opción de retirar algunas puertas o ampliar los huecos en la medida de lo posible.

Leer: Ideas para decorar con estilo una casa tipo 'loft'

5/9 © Ikea

Desperdiciar los metros cuadrados (o centímetros)

El espacio es oro en las casas de pequeño tamaño, por lo que desperdiciarlo es un crimen que no debemos cometer.

Aprovecharlo al máximo debe ser uno de nuestros objetivos. Y para ello conviene hacerse con elementos que nos ayuden: estanterías que encajen en cualquier hueco de la pared, baldas que aprovechan un espacio muerto, y todo tipo de soluciones de almacenaje vertical para rentabilizar las paredes.

Leer: ¿Sabes cuáles son las estanterías que te convienen en cada espacio?

6/9 © More

Escoger una mala orientación para los muebles del salón

Si a la hora de amueblar un espacio como el salón de tu casa colocas los muebles sin pensar demasiado, el resultado puede dejar mucho que desear. No es buena idea, por ejemplo, disponer el sofá en la pared principal sin tener en cuenta la entrada de la luz natural, las vistas o la forma de la planta de la estancia.

Comienza por pensar dónde puedes establecer cada una de las zonas, en función de la actividad que vas a realizar en ellas. Si vas a colocar un escritorio para teletrabajar, puede que la mejor ubicación sea cerca de la ventana, donde reciba la mayor cantidad posible de luz natural.

El salón, por el contrario, necesita un espacio más tranquilo, menos luminoso, orientado al descanso.

Leer: 10 maneras de colocar el sofá y aprovechar mejor el espacio del salón

7/9 © Jonathan Adler

No respetar las zonas de paso

Poner demasiados muebles en un salón pequeño nunca es una buena opción: quedarán demasiado cerca unos de otros y lo único que conseguiremos transmitir es una sensación de agobio.

Es fundamental que queden unos 40 o 50 cm como mínimo entre ellos para dejar libres zonas de paso y asegurar una buena circulación.

Leer: Así son los sofás y butacas perfectos para salones pequeños

8/9 © Adobe Stock

Rechazar por sistema una cocina abierta al salón

Puede que nunca te hayas planteado contar con una cocina americana, en lugar de una con sus paredes y su puerta, pero muchas veces se convierte en la mejor opción.

Esto suele suceder en apartamentos muy pequeños, en los que los metros cuadrados escasean. En estos casos eliminar los tabiques y dejar la cocina abierta al salón ayuda a ampliar visualmente el interior.

Y si te resistes a la idea, siempre puedes poner un cerramiento de cristal con puertas correderas que se puedan cerrar en un momento dado, o disponer una isla de cocina en el centro que actúe como elemento divisorio.

Leer: Los trucos más efectivos para eliminar la grasa de la cocina

9/9 © Undefasa

No conectar el interior y el exterior

¿Tienes la suerte de contar con una terraza en casa? No importa lo pequeña que esta sea, incluso si se trata de un balcón. Siempre es buena idea poner en comunicación el espacio interior con estas zonas al aire libre.

Elimina las cortinas (o cámbialas por una solución más ligera), amplía las puertas, si es posible, o acondiciona tu terraza para convertirla en un espacio más agradable.

Leer: Terraza 'low cost': ¿qué puedes hacer para decorarla?

Más sobre: