¿Sabes cuál es la mejor manera de enfrentarse a las tareas domésticas cotidianas? Hazlo desde el convencimiento de que realizarlas bien y rápido es posible.
Para conseguir este objetivo es fundamental aprender a distinguir aquellos mitos de limpieza que se han ido transmitiendo de generación en generación y que no son del todo ciertos. A continuación desmontamos algunos.
Cuestión de experiencia
La mayoría de nosotros hemos aprendido a realizar las tareas domésticas siguiendo los consejos de nuestras madres y abuelas. Ellas, con su experiencia y sabiduría, nos guiaban en el aprendizaje y nos recomendaban técnicas y estrategias de limpieza que han funcionado años y años… ¿o no?
Pero, además, hemos de prestar atención a lo que a nosotros mismos nos funciona, a lo que comprobamos que más nos ayuda. Y lo cierto es que existen determinados presupuestos que, a pesar de ser tomados como verdades inamovibles, son solo mitos y conviene descubrirlos cuanto antes.
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