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Trabajar en casa ya no es algo excepcional, sino una actividad de lo más común. El teletrabajo comenzó a formar parte de nuestras vidas en 2020, a causa del confinamiento al que nos vimos abocados por la pandemia por coronavirus. Hoy, ya en 2021, sigue siendo una realidad, por lo que es más necesario que nunca disponer de un rincón de trabajo cómodo y funcional.

 

La mejor silla… para ti

No hay un modelo ideal para todo el mundo, por diversas cuestiones. Cada persona, en función del uso que hace de la silla y de su altura, necesitará un modelo diferente. Una buena idea es optar por una silla totalmente regulable, capaz de adaptarse a todos: a los que tienen que trabajar a diario desde casa, y a los que se dedican a estudiar.

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Las bondades de la ergonomía

Si vas a pasar mucho tiempo teletrabajando o estudiando en casa no te servirá cualquier silla. Necesitas una ergonómica, que te ayude a mantener la posición natural de tu columna vertebral y evitar así dolores de espalda. Con una silla de este tipo podrás adoptar una postura erguida pero sin tensiones, con la espalda recta y las piernas y brazos colocados adecuadamente. Además, te proporcionará un correcto soporte lumbar.

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Mejor sobre ruedas

Las sillas de escritorio con ruedas son más cómodas, ya que facilitan los pequeños desplazamientos que tengas que hacer en el espacio de trabajo. Lo ideal es que la base tenga cinco puntos de apoyo, con cinco ruedas.

Si trabajas muchas horas, tendrás que cambiar de postura cada cierto tiempo, y las ruedas te ayudan a volver a ajustar la distancia adecuada con respecto a la mesa. Las sillas de ruedas son perfectas para espacios de trabajo amplios.

 

Un consejo

Es importante que te asegures de que las ruedas de tu silla son de poliuretano específicas para suelos blandos. De esta manera, no lo rayarán.

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La estructura, sólida y resistente

Una silla de escritorio ha de contar con una estructura sólida y resistente, capaz de soportar tu peso y los movimientos que realices mientras estás sentado. También es importante que los mecanismos que regulan la altura y la posición del respaldo sean de calidad.

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Apuesta por el confort

El asiento y el respaldo son dos partes esenciales de una silla de escritorio para utilizar en casa. Que ambos estén acolchados conseguirá aumentar el confort. Busca un diseño con bordes redondeados y un asiento lo suficientemente profundo.

En cuanto al tapizado, conviene elegir textiles transpirables que resulten frescos incluso en los meses de verano, cuando apriete el calor. La malla sintética es muy apropiada para el respaldo, ya que es muy transpirable.

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Opta por un modelo regulable

Que tu silla de escritorio sea regulable es un factor relevante, ya que así se adaptará mejor a tu cuerpo y a tu estatura, así como a la mesa en la que vas a trabajar.

Y no solo ha de ser posible variar la altura del asiento, sino también has de poder regular la posición del respaldo para tener un buen apoyo en la zona lumbar. Con una silla regulable podremos sentarnos a la altura adecuada, ni demasiado baja (lo que forzaría nuestra zona lumbar) ni muy alta (con malas consecuencias para las vértebras, la zona dorsal y el trapecio).

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Con reposabrazos… o no

En ocasiones los reposabrazos de una silla de escritorio pueden resultar incómodos por aparatosos, y porque no te permitan acercarte lo suficiente a la mesa. Sin embargo, los beneficios que tienen para tu cuerpo a la hora de sentarte superan con creces a los inconvenientes.

Por eso, los reposabrazos son totalmente recomendables ya que te ayudan a mantener una postura correcta, con la espalda, los hombros y el cuello más relajados. Gracias a ellos tus brazos y codos descansarán en una posición de ángulo recto incluso mientras tienes las manos en el teclado.

 

Un consejo

Los reposabrazos harán que tu silla de escritorio resulte más voluminosa, por lo que se puede prescindir de ellos en espacios de trabajo reducidos.

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La estética también importa

Durante mucho tiempo, uno de los principales inconvenientes para elegir una silla ergonómica para el escritorio era la estética, ya que este tipo de asientos no resultaban muy decorativos en determinados ambientes.

Puede que fuesen muy cómodas, ergonómicas y prácticas, pero la mayoría resultaban demasiado aparatosas y mostraban unas líneas que no armonizaban en absoluto con el resto de los muebles de tu estudio o del salón.

Algunos modelos se integraban en espacios de corte vanguardista, pero no ocurría lo mismo cuando se trataba de ambientes clásicos, por ejemplo.

Sin embargo, ahora es posible encontrar sillas de escritorio de diferentes diseños: modernas, minimalistas, de corte industrial, etc. Para poder trabajar a salvo de contracturas musculares sin perder por ello ni una pizca de estilo.

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Cuida tu postura

Para mantener una buena postura corporal a la hora de trabajar, algo fundamental para tu salud, no basta únicamente con tener una silla de escritorio ergonómica. Es importante, además, controlar el resto de elementos como la altura de la mesa o la posición de la pantalla del ordenador, o contar con un reposapiés que te ayude a mantener tus piernas en la posición correcta. Todo cuenta.

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