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El sofá es el rey del salón, la pieza alrededor de la cual gira el resto. Por este motivo, su colocación te ayudará no solo a sacar partido a los metros y al resto de elementos sino también potenciar el lado social de esta estancia y proporcionar un plus de bienestar. Sin olvidar que te permitirá actualizar el espacio, sin renovar el resto de muebles ni hacer un gran desembolso: solo con lo que tienes. La variedad de movimientos posibles te ofrece la oportunidad de ver tu decoración de otra manera. Estas son algunas ideas de decoración para ubicar el sofá sin cometer ningún grave error ‘deco’ y dar una vuelta a la decoración de tu salón.

 

1. Bajo o frente la ventana

Por costumbre, nunca colocamos el sofá frente a una ventana, pero no tiene porque ser así, ya que puede ayudarte a ganar espacio, siempre y cuando tengas en cuenta la altura del respaldo para que no impida el paso de la luz y, además, no suponga un obstáculo para abrirla. Este tipo de distribución es aún más práctica si la realizas con un sofá pequeño en lugar de un modelo esquinero XL. No olvides colocar la televisión de manera que la luz no se refleje. 

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2. Separando ambientes

En espacios abiertos en los que conviven salón, comedor e, incluso, cocina, a veces es difícil delimitar los diferentes ambientes sin empequeñecer. Además, de con un armario o una estantería, el sofá puede ser muy útil como elemento separador, siempre que dejes una distancia de unos 90 cm. Puedes colocarlo en el centro de la habitación, entre la televisión y la mesa de comedor o de espaldas a la zona de comedor, para crear visualmente una demarcación entre los dos usos. Añade también un tipo de iluminación y habrás logrado que cada uno tenga entidad propia.

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3. En modo rincón

No necesitas un sofá rinconero para usar la esquina de una habitación. Ubicado en una rincón, ofrece una mejor vista del ambiente y, a veces, puede ahorrar metros cuadrados. No dudes en hacerlo aún más envolvente, añadiendo muchos cojines y una mantita que ayuden a una atmósfera ‘cocooning’. También puedes instalar una lámpara de pie o una guirnalda, para tener una luz cálida en ese rincón, cuando la iluminación general esté apagada. 

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4. Frente a la chimenea

Hay pocas combinaciones que funcionen mejor y sean más calentitas que un sofá y una chimenea juntos, incluso si no la enciendes nunca. Si es puramente decorativa y la repisa lo permite, aprovecha e instala la pantalla del televisor en ella. Si es tipo 'cassette' y quieres 'ocultarla' instala un mueble tipo aparador bajo o muchas plantas, para un efecto de ‘jungla urbana’ muy de moda.

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5. Enmarcado

Como si se tratase de una obra de arte. Esta es una de las soluciones más sencillas y más efectivas a la hora de ubicar tu sofá. Para lograrlo, bastará con empapelar una de las paredes con un papel pintado especial, que delimite la zona y lo enmarque, también puedes usar unas cortinas grandes o una composición de cuadros que actúen como marco. En definitiva, un elemento visual llamativo justo encima del sofá atraerá inevitablemente la atención de este. También puedes enmarcarlo instalando dos accesorios, como un revistero, una mesita auxiliar o una lámpara de pie, en cada extremo.

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6. Pegado a la pared

Es una de las propuestas preferidas, especialmente si tu salón es pequeño. Utilizando la pared, optimizarás el espacio, ahorrarás en metros cuadrados y crearás una zona de paso cómoda, que permita no solo los desplazamientos sino también proporcionar un lugar perfecto para ver la tele o relajarte con amigos. Por supuesto, elige la pared más larga.

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7. Efecto pasillo

Otra opción muy extendida es dejar un hueco de unos 90 cm detrás del sofá, de manera que se cree una especie de pasillo. Puedes utilizar este espacio para colocar un aparador y aumentar la capacidad de almacenamiento de tu salón o poner una estantería para colocar todos tus libros.

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8. Enfrentados

Si tienes metros de sobra y las dimensiones de tu salón te lo permiten, dos sofás enfrentados crearán un entorno muy acogedor e íntimo. Es importante que dejes suficiente espacio entre ambos, sobre unos 2,5 metros, para que se pueda pasar y facilite la conversación. Si además tienes una chimenea en la estancia, esta se convertirá en el punto focal, creando una composición muy simétrica y armónica.

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9. Con dos butacas

Una de las situaciones más habituales a la hora de decorar el salón es colocar un sofá y una o dos butacas acompañándolo. Se trata de una solución que funciona siempre y que, además, te permitirá jugar un poco más con la distribución, ya que podrás moverlas más fácilmente cuando lo necesites. Aunque pueden tener la misma tapicería y color que el sofá, una buena idea es elegirlas más atrevidas, para que destaquen y rompan el ritmo visual.

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10. En 'L'

Una buena manera de sacar partido al espacio y proporcionar un agradable lugar donde ver la tele, echar la siesta o repasar el día al volver a casa. Apto tanto para salones grandes como pequeños, una buena idea es sustituir los dos sofás por un modelo con chaise longue que forme la 'L' igualmente. Recuerda dejar un espacio que permita moverse cómodamente.

 

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