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Tomates que saben a tomate. Disfrutar de ese placer auténtico es una de las poderosas razones por las que cultivar plantas tomateras es una gran idea. Sin embargo, no se trata de una especie demasiado fácil de cuidar, ya que tiene sus exigencias en cuanto a riego, luz, sustrato, etc.

Sin embargo, si conoces bien la planta seguro que te resultará mucho más fácil conseguir una buena cosecha de ricos tomates para disfrutar durante el verano.

 

El tomate, un superalimento

Pertenece a la familia de las solanáceas y entre sus muchas cualidades destaca la de dar un rico y carnoso fruto: el tomate, considerado un superalimento por sus numerosas propiedades beneficiosas apara la salud. Además de ser rico en vitaminas y nutrientes, el tomate contiene licopeno, un potente antioxidante natural que ayuda a prevenir las enfermedades cardiovasculares. Pero, además de ser un tesoro para nuestra salud, el tomate está delicioso, crudo o cocinado. Anímate a cultivar plantas tomateras en casa y llena tu mesa de sabor mediterráneo gracias a tus propios tomates.

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En el jardín o en la terraza

Las plantas tomateras tienen un tamaño relativamente pequeño y por eso, según la variedad, se pueden cultivar en maceta. Así que no te preocupes si no dispones de un gran huerto ni de mucho espacio en el jardín. Bastará con un pequeño rincón, o incluso con unas macetas en la terraza.

Más que el espacio, lo que sí es importante es que encuentres un lugar soleado para tus tomateras. Necesitarán al menos 6 horas de luz solar al día, aunque es mejor que disfruten de entre 8 y 10 horas de sol, para asegurarte de que te dan muchos tomates.

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Todo un mundo de variedades por descubrir

Una de las cosas que más sorprende de las plantas tomateras es la inmensa cantidad de variedades que existen. Hay tomates de todos los tamaños, formas y tonalidades, y cada uno de ellos es perfecto para un uso o aplicación: para ensalada, para freír, para consumir en crudo, para elaborar gazpacho, etc.

Una de las diferencias esenciales que hay que conocer para cultivar plantas tomateras, es la que existe entre tomates determinados e indeterminados.

- Determinados: son plantas arbustivas de crecimiento limitado, por lo que no tienen que podarse y son fáciles de cuidar. Dan sus frutos de una sola vez, y son perfectos para cultivar en maceta y otros espacios reducidos. Algunas variedades de tomates determinados son los tomates río grande, los cherry gold nugget, o los tomates roma o pera.

- Indeterminados: este tipo de plantas tomateras no dejan de crecer, por lo que hay que controlarlos mediante la poda. Dan tomates de forma progresiva y son más adecuados para cultivar en huerto. Destacan los tomates raf, los muchamiel, los Marmande, los tomates corazón de buey y los tomates gigantes rosa.

 

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¿Cuándo y cómo hay que sembrarlos?

Las plantas tomateras se siembran en semillero entre marzo y abril, en función del clima (si es más o menos frío), y se riegan bastante. Una vez aparecen las plantitas y estas alcanzan a tener cuatro o cinco hojas, es el momento de trasplantarlas a las macetas o al suelo del huerto.

Es importante enterrar parte del tallo en el sustrato para lograr que las raíces se fortalezcan.

 

Un consejo

Si compras las plantas de tomate, asegúrate de que tienen buenas raíces. Así crecerán más rápido.

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Compost y acolchado

A la hora de trasplantar las plantitas de tomate, ya sea en el suelo del huerto o en maceta, asegúrate de que les pones una buena cantidad de compost.

También deberás acolchar el sustrato colocando una capa de material como paja, hojas, corteza o incluso fibras de cartón o lana. Este acolchado consigue que el agua no se evapore y protege las raíces de posibles heladas tardías.

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Agua, la fuente de la vida

Regar es toda una ciencia en lo que a jardinería y horticultura se refiere. Cada planta requiere una cantidad concreta y definida de agua, y además prefiere una manera distinta de recibirla.

En el caso de las plantas tomateras necesitan que el agua de riego llegue de forma directa y abundante a las raíces, y no a las hojas. Por eso has de procurarle riegos profundos y más espaciados en el tiempo. Ten en cuenta que si no recibe el agua necesaria no te dará buenos tomates.

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 No te olvides de entutorar

Las plantas tomateras, en especial las de variedades indeterminadas, pueden llegar a crecer mucho, por lo que necesitan un punto en el que apoyarse. Por eso es importante colocar tutores o palos de un metro de largo aproximadamente que guíen a la planta en su crecimiento.

El tutor se pone unos días después de trasplantar las plantitas, ya que si se coloca más tarde corremos el riesgo de dañar las raíces.

 

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Una buena poda

Podar las plantas tomateras para controlar su crecimiento es una tarea necesaria, sobre todo en aquellas de variedad indeterminada, ya que crecen mucho más que las determinadas.

Cuando la planta brota de la tierra surge un tallo principal del que van naciendo nuevos brotes que, a se vez, se convierten en ramas con nuevas hojas. Para podar la planta has de eliminar los brotes secundarios que aparezcan entre las ramas y el tallo principal. De no hacerlo, la planta no tendrá suficiente energía para que se desarrollen correctamente los tomates.

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Plagas y enfermedades

Las plantas tomateras se ven afectadas por diferentes tipos de plagas y por enfermedades, en especial provocadas por hongos. Descubre cuáles son las que más les afectan y qué puedes hacer para evitar que aparezcan.

Entre los insectos que afectan a las plantas del tomate destacan la mosca blanca, el pulgón o la tuta. Todos ellos debilitan la planta e impiden que de tomates.

Otro peligro que acecha a las tomateras son los hongos como el mildiú, el oídio o la antracnosis. Sospecha si ves que las plantas o los tomates tienen manchas blanquecinas, grisáceas o negras.

Para evitar la aparición de hongos, no podes ni entutores las plantas si están mojadas, ya que manipularlas con humedad favorece la aparición de hongos.

No plantes tomateras en el mismo sustrato donde lo hiciste la temporada pasada, ya que se volverán más susceptibles a las plagas y a las enfermedades. Mejor espera tres o cuatro años para repetir el cultivo de tomates.

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