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Aunque contemos con una gran variedad de alternativas de iluminación artificial, es importante contar con luz natural en el hogar. No solo por una cuestión decorativa, sino también para mantener nuestra salud y nuestro bienestar.

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Los tubos solares son muy fáciles de instalar, aunque deben darse algunas condiciones. La primera y más importante: no debe haber más de 6 metros de distancia entre el techo de la estancia que queremos iluminar y la cubierta exterior.

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Los tubos solares aportan luz natural a ciertos espacios interiores como pasillos, vestidores o cuartos de baño. Ello implica un menor consumo de energía que se traduce también en un ahorro económico.

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El mecanismo de los tubos solares es sencillo y se instala sin problemas tanto en cubiertas planas como en tejados inclinados. El elemento interior, el difusor, se integra perfectamente en el techo y no distorsiona la decoración del interior.

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Si el espacio en cuestión cuenta con ventanas, pero no recibe mucha luz solar por estar orientado al norte, por ejemplo, siempre es posible instalar uno o varios tubos solares que potencien la iluminación natural.

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