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Las plantas y las flores inundan de color y alegría cualquier estancia de una casa. Son extremadamente decorativas, pero, además, tienen múltiples propiedades. Capaces de influir en nuestro estado de ánimo (diversos estudios confirman que pueden mejorar nuestro humor), algunas incluso purifican el aire

Tal y como explica la NASA, a pesar de la creencia común, el aire de los espacios interiores es hasta 30 veces más tóxico que el del exterior

Aunque no nos demos cuenta, algunos objetos cotidianos, como, por ejemplo, los productos de limpieza, o la pintura contienen sustancias que, a la larga, resultan perjudiciales para la salud (benceno y formaldehído, respectivamente). De hecho, otro estudio publicado por la revista Science hace un año, revelaba que una mala calidad de aire podía provocar problemas respiratorios como el asma.

Así que si quieres eliminar todas estas toxinas nocivas de tu ambiente, te recomendamos 10 plantas que te ayudarán a respirar un aire puro y limpio. ¡Toma nota!

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Poto

Seguro que la has visto en más de una ocasión. Se trata de una planta muy popular, que suele utilizarse como enredadera, dado que puede alcanzar una altura de hasta 20 metros si se le facilita un soporte por el que trepar.

Originaria del sudeste asiático, la podemos encontrar en diversos tonos: verde claro, oscuro, y con pequeñas manchas amarillas y blancas.

El estudio llevado a cabo por la NASA en 1989 sobre plantas que purifican el aire, reveló que elimina tres tóxicos del ambiente: el formaldehído, el xileno y el benceno.
 

Cuidados

Esta planta no aguanta el frío, lo que lo convierte en una opción idónea para el interior de la casa, evitando que le dé la luz directamente.

No obstante, si no es temporada de heladas, y las temperaturas son suaves, también puede colocarse en un lugar exterior, donde le cubra la sombra.

Se aconseja regarlo cada 3-4 días, incrementando la frecuencia a unas 3 veces a la semana en verano.

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Ficus benjamina

Es una planta muy apreciada en decoración, y otra que de las que se sitúa entre las elegidas por la NASA para purificar el aire de los espacios cerrados. Ya que, al igual que el poto, se deshace del formaldehído, el xileno y el benceno 

El Ficus benjamina puede alcanzar los 30 metros de altura, y sus hojas de color verde intenso entre unos 6 y 13 centímetros de largo. Además, da frutas cuya apariencia se asemeja a la de los higos.

Es oriunda del sureste de Asia, pero también crece en el sur y norte de Australia.
 

Cuidados

Aunque debe colocarse en espacios con mucha luz, hay que evitar exponerlo al sol de forma directa (de lo contrario, podría quemarse). En cuanto al exterior, prefiere la semisombra.

Su temperatura idónea sería a partir de los 13 grados, mientras que en la temporada estival puede sobrevivir a los 24 grados. 

Se aconseja darle un pequeño rociado día a día para mantenerlo húmeda, pero sin encharcarlo.

En primavera, es normal que se caigan sus hojas. Sin embargo, es importante prestar atención si ocurre de forma reiterada porque podría deberse a que está colocado en una zona fría o le dan mucho las corrientes.

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Palmera china

En efecto, tal y como su propio nombre indica, es oriunda de China, y suele quedarse en un metro y medio de altura. Te será útil para filtrar el benceno y el tricloroetileno, que están en el aire de tu hogar.
 

Cuidados

Esta planta es muy atractiva porque es de fácil cuidado. En invierno, no tendrás que regarla mucho, y el resto del año procura mantenerla húmeda.

Apta tanto para interior como exterior, sólo hay que preocuparse de que la temperatura no sea inferior a los 0 grados, que reciba mucha luz y estar alerta por si la atacan la cochinilla o el pulgón. De ser así, detectarás un rastro brillante en sus hojas, que empezarán a doblarse.

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Aloe vera

En los últimos años, se han alabado todas las propiedades que el aloe vera tiene en el cuidado de la piel. Tanto es así que se suele usar para elaborar cremas y otros productos. Pero, además de sus beneficios cosméticos, la planta se ha revelado como una gran ayuda a la hora de limpiar el aire, sinedo capaz de absorber el dióxido y monóxido de carbono, y eliminar el formaldehído.

Todo esto explica el motivo por el que se le conoce como 'la planta milagrosa'.
 

Cuidados

Lo primero que hay que tener en cuenta es no ahogar al aloe. Sus raíces no soportan el exceso de agua, por lo que resulta vital contar con un buen drenaje, situando bajo ella, por ejemplo, piedras volcánicas.

Su riego ha de ser moderado, y su temperatura idónea está entre los 17 y 27 grados. 

Agradece el sol. Sin embargo, en verano, hay que evitar que los rayos le den directamente (o podría quemarse).

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Lengua de tigre o 'Sansevieria trifasciata'

Tal y como se puede apreciar en la imagen, esta planta de origen sudafricano es muy vistosa desde el punto de vista decorativo, dándole a la casa un aire moderno. Y, además, es resistente. Sin apenas cuidarla, puede sobrevivir, y sus 'arrugadas' hojas le confieren una altura de medio metro.

La lengua de tigre elimina el benceno, el tolueno, el xileno, el tricloroetileno y el formaldehído del aire. En definitiva, es mucho más que una mera planta bonita.
 

Cuidados

Como se comentaba anteriormente, no requiere grandes cuidados. Con regarla un poco (evita excederte con el agua), bastaría.

Otro punto positivo es que, a pesar de que le gusta el sol, no tiene por qué ubicarse en un rincón con una luz especial. Hasta en uno más oscuro se las apañaría. Pero cabe recordar que para su desarrollo, siempre es conveniente optar por la primera opción.

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Filodendro

La lengua de tigre encuentra un 'competidor' decorativo en el filodendro. Esta planta que es tendencia decorativa, además de adornar cualquier rincón, eliminan el formaldehído. Tiene nada menos que 120 especies diferentes, que se reparten entre países como Colombia o Brasil.

La principal diferencia con respecto a al anterior es que necesitan más de mimos.
 

Cuidados

El filodendro necesita luz, por lo que se debe situar en un espacio donde la reciba, pero no de forma directa. 

Con regarlo cada cuatro días en primavera y en verano, es suficiente. No obstante, lo mejor es ir pulverizando sus hojas cada dos días para que no pierdan la humedad.

En otoño, en cambio, habrá que estar pendiente para ver cuánto le dura el agua y reducir los riegos.

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Hiedra inglesa

Su naturaleza es trepadora. Disfruta en las alturas, y probablemente, te suene haberla visto cubriendo rocas y paredes. Lo que no significa que no se adapte al interior.

Originaria de Europa, África y Asia, la hiedra inglesa reduce el formaldehído, el tricoloroetileno y el benceno. Y, como bien has podido comprobar, quedan ideales en un macetero colgante.
 

Cuidados

Es capaz de estar en lugares oscuros. Sin embargo, si quieres que crezca, lo mejor es que te decantes con uno luminoso, sin que le den directamente los rayos del sol, ya que sus hojas se volverían blancas.

La temperatura perfecta para ellas está entre los 12 y 20 grados, y no precisan mucho agua. Riega de forma moderada: cada dos días en verano, y una vez al día en invierno.

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Espatifilio

Sus bonitas flores (que aprecen en verano) combinarán con cualquier habitación, y más allá de este detalle, el espatifilio es una muy eficaz a la hora de liberar tu aire de tóxicos. Elimina el xileno y el tolueno, además de la acetona y el benceno.

En cuanto su flor se seca, adquiere un color verdoso igual de llamativo. Ya tienes suficientes motivos para hacerte con esta planta de las selvas tropicales de Sudamérica.
 

Cuidados

El espatifilio prefiere las zonas luminosas. Por el contrario, no le gustan los rincones fríos ni las temperaturas de menos de 15 grados, pero sí la humedad. 

Por ello, tendrás que pulverizarla o ponerla en una maceta con un cuenco de guijarros húmedos. Y bastará con regarla dos veces por semana.

Eso sí, es muy importante recordar que, después de la floración, en invierno, requiere un descanso de riego.

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Tronco de Brasil

Este arbusto que reduce el tricloroetileno y el xileno, lo encontramos en África tropical. Tiene un tronco muy peculiar, destacando los anillos horizontales que le rodean, y sus hojas, perennes, tampoco se quedan atrás, gracias a su forma similar a una lanza, de color verde con líneas amarillas.

Cuando crece, puede llegar a dar flores (algo que sólo sucede dos veces en su vida), y consigue una altura de unos 2-3 metros. 
 

Cuidados

El Tronco de Brasil adora la luz, pero no se le puede dejar a pleno sol en verano. Su temperatura ideal es entre los 16 y 24 grados, soportando una mínima de 5 grados.

Requiere un riego moderado. En la época estival, unas 2 veces a la semana, mientras que en invierno sería suficiente con una.

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Cinta o malamadre

Esta planta sudafricana de largas hojas elimina el monóxido de carbono, y al igual que la hiedra inglesa, queda perfecta colocándola en una maceta colgante.

Si eres de las que no tiene mucha mano con las plantas, entonces la cinta es perfecta para ti, ya que es muy fácil de cuidar.
 

Cuidados

De nuevo, pese a que la cinta se muestra agradecida con la luz, lo mejor es que no el sol no se proyecte sobre ella de forma directa o podrían quemarse sus hojas.

Otra de sus características es que adora la humedad. Por tanto, te recomendamos que le des un nuevo aire a tu cocina o a tu cuarto de baño con ella. En caso de que no te convenza la idea, recuerda pulverizarla. En especial ahora, que es verano. De hecho, esta temporada, hay que aumetnar su riego a dos o tres veces por semana. Cuando llegue el invierno, será suficinete una vez a la semana.

Capaz de tolera una temperatura de hasta 30 grados de máxima, no pasa nada si sufren épocas de sequía. En sus raíces, almacenan agua, así que tirarán de ella. 

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