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Si las paredes de tu cocina o del cuarto de baño te resultan aburridas y sosas, es el momento de decorarlas con otro aire. Deja a un lado azulejos y otros tipos de revestimiento y apuesta por el papel pintado. Te contamos todo lo que necesitas saber para utilizarlo también en estos espacios más expuestos a la humedad y a las manchas.

 

Papeles vinílicos, la mejor opción

Aunque el papel pintado es un recurso perfectamente válido para cocinas y cuartos de baño, no todos pueden utilizarse en estos espacios. El más adecuado es el vinílico, por tener mayor gramaje y grosor y ser más resistente. La cara vista está recubierta por una capa plástica, normalmente de PVC, que protege el dibujo. Otra característica de los papeles vinílicos es que su superficie es suave y agradable al tacto. Por todas estas cualidades, son una interesante opción para adornar las paredes de las estancias más 'difíciles'.

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Resistir la humedad

Lo que convierte a los papeles pintados vinílicos en la mejor alternativa para cuartos de baño y cocinas, es su resistencia a la humedad. Este tipo de revestimiento no se deteriora en espacios en los que está presente el agua, ya que soporta perfectamente salpicaduras accidentales. Incluso puede aguantar la acción del vapor, aunque sí es conveniente tener ciertas precauciones. Además, como son lavables, se pueden usar cerca de la placa de cocción, en el frontal de la encimera o en la zona de comedor. Un consejo: ventila a menudo estos espacios, sobre todo cuando se produzca demasiada condensación. No le va nada bien al papel pintado.

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¿Puedo usar papel pintado normal?

Has encontrado un diseño de papel pintado que te ha cautivado sin remedio pero, ¡lástima!, no es vinílico. ¿Podrías usarlo aun así en la cocina o el baño? Aunque para estas zonas no se recomiendan este tipo de revestimientos, ni el papel normal ni el de base TNT (tejido no tejido), existe una manera efectiva de usarlos: aplicando después un tratamiento que lo selle y lo convierta en un papel lavable, capaz de resistir la humedad y repeler la suciedad. ¿Cómo? Hay dos formas conseguirlo. Puedes aplicar un líquido protector especial. Se trata de un producto de base acrílica, transparente y fácil de extender con un rodillo que, una vez seco, protege la superficie. La otra fórmula para aumentar la resistencia del papel es pegar sobre el mismo una lámina protectora transparente. Esta opción, algo más complicada de instalar, es interesante para cocinas ya que existen láminas con resistencia térmica que aguantan el calor.

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Pasión por la mezcla

De todas las cualidades que posee este especial revestimiento, nos encanta su gran potencia decorativa. Es uno de los motivos por los que queremos empapelar cualquier espacio de la casa. Y es que el papel pintado, con su gran variedad de diseños y estampados, nos brinda la excusa perfecta para dar rienda suelta a nuestro afán por mezclar. Combinar modelos, patrones y materiales diferentes es una de las claves estéticas más interesante, también en cuartos de baño. Para muestra un botón: fíjate en el espacio de la imagen, en el que el llamativo papel pintado se compagina con un azulejo tipo metro en la parte inferior de la pared y un diseño geométrico en el pavimento. El resultado, lejos de abrumar, es original y muy inspirador. ¡Y esto es solo un ejemplo! A la hora de elegir el papel pintado, tenemos un amplísimo repertorio de diseños: motivos florales, escenas tropicales, diseños de aire retro, superficies que imitan texturas y materias, etc. Un consejo: si quieres cargar las tintas y escoger un diseño llamativo colócalo, por ejemplo, en una sola pared. ¡Lánzate sin miedo!

5/10 © Papermint

Para aseos y baños de cortesía

Que el papel pintado decora por sí mismo es una verdad indiscutible. Quizá por eso se convierte en el recurso perfecto para utilizar en espacios muy sencillos como son, por ejemplo, los aseos de invitados. Este tipo de cuartos de baño -pequeños, sobrios y funcionales- agradecen enormemente la dosis de estilo y glamour que aporta una pared empapelada, en especial cuando el resto de elementos son más sencillos. Así que si tienes un aseo auxiliar en casa, considera la idea de decorarlo con un revestimiento tan especial. ¡No te hará falta nada más!

6/10 © Lime Lace

Apuesta por el DIY y hazlo tú misma

Empapelar una pared no es una tarea difícil. De hecho, es un proyecto de bricolaje sencillo que puedes hacer tú misma. Así tienes a tu alcance la posibilidad de renovar por completo la decoración, incluso en la cocina y el baño. En estos espacios la dificultad más grande la puedes encontrar si las paredes están alicatadas. En ese caso, ¿es posible poner papel sobre los azulejos? Efectivamente, se puede hacer aunque antes es necesario preparar la superficie para que esté totalmente lisa. Tendrás que rellenar las juntas entre baldosas con una pasta niveladora. ¿Cómo se hace? La pasta se aplica y se alisa con la llana y, una vez seca, se lija para eliminar imperfecciones. Después conviene aplicar una imprimación específica.

7/10 © Papermint

Pegado y bien pegado

¿Te estás planteando seriamente decorar tu cocina o tu baño con papel pintado? Además de saber qué tipo de material has de utilizar, necesitarás tener en cuenta otros aspectos, como el adhesivo más adecuado, o las técnicas a emplear para lograr el mejor resultado. En este tipo de espacios, lo importante es proteger el revestimiento de la humedad; es el principal enemigo a combatir. Además de elegir papel vinílico, tendrás que utilizar un adhesivo especial, ya que la cola de uso habitual puede deteriorarse a causa de la humedad y el vapor. Si no lo haces, tu precioso papel pintado puede despegarse y echarse a perder. Utiliza un adhesivo de dispersión, un pegamento especial que aumenta la adherencia (puede mezclarse con la cola habitual o utilizarse por sí solo). Un consejo: es importante esmerarse en dejar perfectas las uniones para evitar que se deterioren por acción de la humedad. También conviene sellar con silicona especial las uniones del papel con azulejos y otros elementos.

8/10 © Lime Lace

Tareas de mantenimiento

Las manchas y la suciedad no serán un gran problema si eliges un papel pintado de tipo vinílico, aunque siempre es importante ser cuidadosos y evitar en lo posible que las paredes se ensucien. Sin embargo, las manchas son, en muchas ocasiones, inevitables por lo que conviene saber cómo actuar para no empeorar el problema. En caso de producirse una mancha difícil, trata de retirarla lo antes posible con papel absorbente. Después será necesario limpiar la superficie utilizando un paño húmedo o una esponja, y teniendo cuidado de no frotar demasiado. Un consejo: si la mancha persiste, puedes utilizar un jabón suave aplicándolo diluido en agua, nunca directamente.

9/10 © Maison Valentina

¿Realidad o fantasía?

Los papeles pintados de última generación poseen un sinfín de cualidades. Gracias a los avances en las técnicas de impresión, se consiguen diseños muy especiales. Nos sorprenden especialmente los modelos que tratan de imitar otros materiales: superficies de mármol, cerámica, azulejos, terrazo… ¡hasta cristales de pavés! Esta capacidad de convertirse en lo que no son hacen de todos ellos un revestimiento único para cocinas y baños.

10/10 © Lokoloko

Murales de vinilo

No son exactamente papel pintado, pero se le parecen mucho. Los murales de vinilo son una alternativa de lo más adecuada para zonas húmedas. Se trata de revestimientos autoadhesivos que decoran paredes, muebles y otro tipo de superficies. Son fáciles de instalar y, además, la variedad de modelos para elegir es casi infinita, por lo que se adaptan a cualquier estilo decorativo. Muy resistentes al roce y al agua, se pueden limpiar sin problemas. Sin duda, una opción a tener en cuenta.

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