1/10 © Annie Sloan

No hay forma más sencilla ni más asequible para cambiar el aspecto de un mueble que hacerlo con pintura. Busca una idea original, una técnica diferente, y ponte manos a la obra. Aquí tienes algunas alternativas para inspirarte.

 

Con estarcido

Decorar un mueble con motivos sencillos es un proyecto fácil que se puede lograr sin demasiada dificultad gracias a la técnica del estarcido. Consiste en utilizar plantillas especiales (suelen ser de plástico o acetato) para crear los dibujos, como en el aparador de la imagen. Para conseguir el mismo resultado, tendrás que pintar el mueble del color de base utilizando un rodillo de espuma y pintura acrílica. Aplica dos capas y deja secar por completo. Después coloca la plantilla de estarcido donde quieras reproducir el diseño y sujétala con cinta de carrocero. Para aplicar la pintura tienes dos opciones: usar un rodillo pequeño o un pincel de estarcido (de cerdas duras y acabado recto). Ve trabajando poco a poco, sin cargar la herramienta con demasiada pintura y con pasadas que vayan de fuera hacia el interior, para que la pintura no rebase los bordes de la plantilla. Un consejo: antes de empezar a utilizar tu plantilla de estarcido, puedes aplicarle una capa de barniz al agua para darle más cuerpo y que sea más resistente.

2/10 © Ikea

La potencia de los colores vibrantes

Amarillo brillante, naranja fuerte, azulón, rojo pasión… Los colores muy vivos tienen una capacidad indiscutible para decorar cualquier espacio, siempre que sepas combinarlos con otros elementos para hallar el equilibrio. En la imagen se ha personalizado una estantería Billy de Ikea con un amarillo intenso. Aplica dos capas de pintura acrílica con un rodillo de espuma (si usas una brocha te quedarán marcas). Una idea: decora la parte interior de la estantería con papel pintado. Recorta cada pieza y pégala con cola de empapelar, o desmonta la estantería y forra toda la trasera de una vez. Para conseguir un mejor resultado, lija la superficie antes de aplicar la cola, y después presiona el papel con una espátula de plástico insistiendo en bordes y esquinas.

3/10 © Annie Sloan

Con lunares estampados

Las habitaciones infantiles se llenan de color y diversión gracias a muebles pintados tan originales como este pequeño armario decorado con lunares. Renovar este tipo de piezas no puede ser más sencillo. Elige dos colores que contrasten, como el azul y el naranja, y utiliza uno para pintar el interior y otro para el exterior. Una vez esté bien seca la pintura ya puedes estampar los lunares blancos con ayuda de un tampón de forma circular. Comienza por la parte inferior y ve avanzando hacia arriba, disminuyendo la cantidad de círculos tal y como ves en la foto. Una idea: puedes estampar los lunares con tampones caseros ideados por ti. Puedes utilizar el corcho de una botella de vino, por ejemplo.

4/10 © Ikea

Un toque industrial con esponjado

Con un simple armario metálico y la técnica del esponjado puedes conseguir un aparador de estilo industrial tan original como el de la foto. Para ello basta con que lo pintes de azul petróleo con pintura en spray cubriendo toda la superficie del mueble. Un consejo: busca un lugar ventilado para pintar el mueble, y cubre con plástico el suelo y otras superficies para evitar manchas. Pulveriza manteniendo el bote en posición vertical a una distancia de unos 25 cm, dando pasadas lentas en todas direcciones. Una vez se haya secado, utiliza la técnica del esponjado para darle esa textura irregular tan especial. Con ayuda de una esponja, ve aplicando pintura azul y marrón rojiza dando pequeños toques y alternando ambos colores, hasta lograr la apariencia deseada.

5/10 © Annie Sloan

Efecto malaquita

La malaquita es un mineral de característico color verde y vetas muy especiales. Recrear su apariencia en un mueble, en el tablero de una mesa auxiliar por ejemplo, es una gran idea que puedes llevar a cabo con pintura. Comienza por aplicar una capa de pintura de color verde intenso. Una vez seca, pasa una lija de grano fino para conseguir que la superficie quede suave al tacto. A continuación, mezcla pintura de color verde oscuro con un poco de barniz al agua. Un consejo: para mezclar pintura y barniz y conseguir una textura especial, ambos productos han de ser acrílicos (al agua). Nunca mezcles una pintura al agua con un barniz sintético.

Aplica la pintura y ve creando ondas semicirculares con un trozo de cartón, imitando la apariencia de la malaquita. Puedes enfatizar algunas líneas con el mango de un pincel, o cualquier otra herramienta similar. Deja secar por completo y aplica una capa de barniz de acabado brillante.

6/10 © Leroy Merlin

Con reservas

Una de las técnicas más sencillas a la hora de pintar un mueble es la de las reservas. Consiste en tapar con cinta de pintor las zonas que no queremos pintar para evitar cubrirlas de pintura. Es lo que se ha hecho con estas cajas de madera sin tratar. El trabajo es tan fácil como pegar la cinta de pintor a tu gusto, presionando bien los bordes para que no se introduzca la pintura por debajo. Pinta las cajas con un rodillo de espuma y deja secar antes de retirar la cinta. Después de decorarlas con rayas verticales y diagonales se ha montado con ellas un mueble modular para guardar juguetes.

7/10 © Annie Sloan

Un diseño original

Despierta tu creatividad y utiliza dibujos originales para decorar cualquier mueble que quieras renovar. Como esta divertida mano blanca que adorna una cómoda de cajones, en un trabajo de lo más imaginativo. La clave, además de lo espectacular del diseño, reside en utilizar solamente dos colores que contrasten, en este caso gris oscuro y blanco roto. Para dibujar el motivo sobre el mueble se puede usar una plantilla de papel. Después pinta el dibujo con un pincel fino y rellena con una brocha plana del tamaño adecuado. Termina con una capa de barniz incoloro de acabado mate. Un consejo: cambiar los tiradores de la cómoda será el detalle final para conseguir un resultado más original.

8/10 © Annie Sloan

Degradado de color

Los muebles de cajones son perfectos para decorar con la técnica del degradado de color. No hace falta que se trate de piezas nobles ni de muebles especiales, cualquier cajonera sencilla puede obrar el milagro. Elige dos colores que contrasten, mejor si son complementarios como el azul y el naranja. Pinta el superior de naranja y el último de azul. Después ve mezclando ambos colores, variando la proporción de cada uno, para crear tonalidades intermedias, y pinta cada cajón con un tono diferente. Termina pintando la estructura de la cajonera de un color oscuro, negro o gris.

9/10 © Annie Sloan

Con aire retro

Inspirado en la decoración de los años 70, este aparador se ha decorado con un psicodélico dibujo en su parte frontal. Si el mueble que vas a pintar es muy viejo, retira los restos de barniz antiguo con un buen lijado. Un consejo: en caso de que la superficie esté muy sucia o tenga muchas capas de pintura vieja, lo mejor es usar un decapante específico. Aplica el producto con una brocha, deja actuar el tiempo recomendado por el fabricante, retira con una espátula y termina lijando la madera. ¡Listo!

Una vez preparado el mueble, haz el dibujo utilizando pinceles finos y pintura acrílica de los colores deseados. En este caso se utilizó una paleta de tonos cálidos de inspiración setentera. El resto del mueble se ha teñido con un tinte para madera de color miel que no cubre la veta, sino que le aporta un aspecto natural y renovado. Puedes proteger el dibujo aplicando una capa de barniz mate en spray.

10/10 © Leroy Merlin

Decapado en rosa

¿Te gustaría darle un aire romántico a tu dormitorio? Cambia el aspecto de tus mesillas de noche y píntalas en un color rosa suave como la de la foto. Para lograrlo se ha empleado la técnica del decapado sobre madera. Comienza pintando la mesilla de un color oscuro de base (negro, gris o marrón). A continuación aplica dos capas de pintura de color rosa claro. Puedes utilizar chalk paint para lograr esa apariencia empolvada y vintage tan especial. Una vez seca, ve retirando la pintura con ayuda de un taco de lija, insistiendo en los bordes, las esquinas y partes salientes, dejando que aflore el color oscuro de base. Para acabar, aplica una capa de cera incolora y frota con un trapo de algodón.

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