1/10 © Alvhem

Uno de los placeres después de un día de trabajo es entrar en casa y tumbarse en el sofá o pasar una tarde de invierno refugiada en tu sillón preferido, dejando las horas pasar. La diferencia entre un salón ‘vivido’ y uno para vivir se encuentra en los muebles y los objetos que lo visten. Estos 10 consejos transformarán tu salón en un espacio reconfortante, cómodo y ‘calentito’.
 

1. Una iluminación suave

La luz es clave en la búsqueda de la comodidad, ya que se trata de uno de los elementos con más poder a la hora de transformar los ambientes. Evidentemente la blanca y potente tiene prohibida la entrada, al igual que la oscuridad y su halo de tristeza. Una buena opción es combinar una general con varias puntuales, que pueden apagarse y encenderse, según las necesidades y la atmósfera deseada. Hablamos de luminarias de techo, lámparas de sobremesa en una mesita auxiliar, velas en los ventanas o lámparas de pie al lado del sofá o de un sillón.

2/10 © Lorena Canals

2. Una alfombra extramullida

Que consiga que quieras descalzarte y caminar sobre ella nada más traspasar el umbral de la puerta. Está claro, no hay estar ‘cosy’ que se precie sin una cálida alfombra, como esta de Lorena Canals. Además de brindar comodidad y calidez a la sala de estar, te permite estructurar el espacio, delimitar las distintas zonas, proteger el suelo… A la hora de elegirla, ten en cuenta el estilo del salón, para que vaya en consonancia, y recuerda que es mejor que se vea grande que raquítica, por lo que las distintas piezas del espacio deben entrar dentro de ella.

3/10 © Gancedo

3. Unas buenas cortinas

Sin duda, un salón ‘cosy’ necesita vestir sus ventanas con unas buenas cortinas, que además de imprimir un toque personal, mantienen la privacidad y envuelven la estancia con su presencia. Para crear un efecto total, mejor de tela gruesa y opaca, como estas de Morris & Co (en Gancedo). Si quieres, prueba a combinarlas con visillos, que permitan el paso de la luz en los días soleados del invierno.

4/10 © House Doctor

4. Kit de accesorios decorativos

Aunque con un papel secundario, la decoración efímera es la guinda del estilismo, el broche de cualquier decoración, ya que no solo son fundamentales a la hora de dar estilo sino que, además, alegran un espacio triste, equilibran uno recargado, crean sensación de calidez y otorgan vida y categoría de hogar a cualquier estancia. Además, puedes renovarlos en cada estación o cuando necesites un cambio de aires. Hablamos de cojines, plaids, jarrones, cestos de fibras naturales, juegos de té de diseño para exhibir en la mesa de café…

5/10 © Bemz

5. Un sofá a la altura

La pieza estrella de la estancia debe responder a todos nuestros deseos de confort y ser una clara invitación a la relajación y la pereza. Por eso, el asiento debe ser lo más amplio posible, para que no solo te puedas sentar sino también repantigarte o tumbarte, según la ocasión o tu ánimo en ese momento. Las tapicerías gruesas o con textura cumplen a la perfección el papel de abrigarte. Y si a esto le añadimos una manta o un plaid de lana en colores neutros y varios cojines ya tendrás el sofá en modo ‘cocooning’.

6/10 © & Tradition

6. Un toque de color… ¡Oscuro!

Para alcanzar el objetivo que buscas necesitas sumar apoyos. Por eso, apostar por materiales cálidos y envolventes no será suficiente para crear la atmósfera acogedora y en calma que estás buscando. El primer paso es decir adiós a las paredes blancas o al menos a una de ellas, normalmente la del sofá. Para contrastar y envolver nada mejor que un toque de color, preferiblemente en tonos intensos y cálidos, como terracota (una de las tendencias de 2020), un atemporal gris antracita, un verde oliva o un amarillo mostaza. Recuerda que en ningún caso debes usar más de tres tonos fuertes en la misma habitación. 

7/10 © Bloomingville

7. Cojines, cojines y cojines

Son sinónimo de comodidad, relax y tarde de chimenea. Usados como respaldo, almohada o reposabrazos visten el sofá y te proporcionan el plus de confort que necesitas. Para una sala de estar 100% ‘cosy’, opta mejor por modelos en materiales suaves y cálidos (terciopelo, algodón y lana). No tengas miedo a la mezcla y combina lisos con estampados y en colores distintos. Piensa que los motivos geométricos crean interiores atrevidos y originales y que los lisos son perfectos para hacer un guiño al estilo escandinavo o en un estar más clásico. Y recuerda que ante la duda, pon siempre un cojín más que el número de plazas de tu sofá.

8/10 © Affari

8. Más madera

Es, sin duda, el material estrella de un salón ‘cosy’. Atemporal y con muchas caras, permite todo tipo de asociaciones, para brillar sea cual sea el estilo decorativo de tu estancia. Así, puede mostrar su versión más sofisticada combinada con mármol o detalles dorados; rústica, si la muestras en bruto y aceitada, en lugar de barnizada; nórdica en sus tonalidades más claras y al lado de un espacio minimalista… Además de vestir la estancia de arriba abajo: desde el suelo hasta la pared, pasando por todo tipo de muebles, principales y auxiliares, y objetos decorativos: lámparas, bandejas, figuras…

9/10 © Gebrüder Thonet Vienna

9. Multiplica el número de asientos

Está claro, hay vida (y descanso) mucho más allá del sofá. Lee un libro en un sillón junto a la ventana, relájate en una 'chaise longue' o tómate un café en un puf colocado al lado de la mesa de centro. Al rey del salón le han salido grandes contrincantes que le cuestionan su lugar preferente en esta estancia de la casa y que le hacen ganar en comodidad y convivencia. Parte de esta diversidad de asientos viene dada por su apertura y su nuevo papel de hall y comedor. Por cierto, la mecedora, como esta de Gebrüder Thonet Vienna,  vuelve a estar en primera línea decorativa.

10/10 © muy mucho

10. Confía en el poder (mágico) de las velas

Fáciles de integrar, son indispensables a la hora de crear una atmósfera cautivadora con su luz suave. Además, de constituir por sí mismas, incluso apagadas, un bonito accesorio de decoración. Hay diseños realmente especiales de alta costura (Missoni), en modo joya (Helena Rohner para Cerabella), tan arrebatador como los de Dyptique… Sobre su colocación, puedes ponerlas solas o formando grupos en distintos rincones del salón, como la mesa de centro, sobre la chimenea, en una balda de librería o en el alfeizar de la ventana. Échale imaginación y prende la llama.

Más sobre: