1/10 © Callender Howorth

Son prácticos y estéticos. Como cualquier mueble a medida puedes diseñarlo a tu gusto y según las necesidades concretas que tengas de almacenamiento y espacio. Los cabeceros de obra ofrecen muchas posibilidades. Te contamos todo lo que debes saber sobre ellos: materiales, diseño, medidas…

 

¿Qué es lo más importante a la hora de plantearse hacer un cabecero de obra?

Para la interiorista Natavia Zubizarreta de Natalia Zubizarreta Interiorismo "la elección del material adecuado, según las necesidades del espacio y su uso, son las claves para diseñar un cabecero a medida que encaje en la decoración del dormitorio".

 

Por otra parte, para la interiorista Emmelin Boixareu del estudio Dröm Living, "lo más importante es tener claro qué queremos, al tratarse de un cabecero de obra será un elemento fijo que si queremos cambiar a posteriori requerirá más trabajo, por lo que es importante estar seguros de lo que buscamos".

 

En esta imagen de un cabecero diseñado por Callender Howorth se ha optado por un murete a media altura con balda corrida de apoyo. Allí se instalan apliques y se remata el cabecero por dos librerías de obra idénticas a cada lado de la cama, respetando el espacio en el que se apoya una mesita de noche.

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2/10 © ombiaombia

Ventajas de los cabeceros de obra

Emmelin, del estudio de interiorismo y arquitectura Dröm Living (dromliving.com) resume las ventajas de optar por un cabecero de obra así: "es totalmente personalizado, podemos escoger las medidas, acabados, funcionalidad  (si queremos que tenga más almacenaje o no…), etc. Los cabecero de obra son perfectos para espacios reducidos y con irregularidades en la pared ya que el diseño puede esconder ciertos fallos que no nos interesa potenciar". En este sentido, Zubizarreta añade que "en ocasiones una columna maestra imposibilita el alisar por completo una pared. En estos casos el ingenio, sumado a soluciones decorativas bien pensadas, puede no solo salvar el obstáculo, sino sacarle un partido asombroso. Aprovecha la columna para completar la pared del cabecero con unas estanterías a medida de madera o de Pladur, por ejemplo".

 

En este mini dormitorio la cama se apoya en un tabique que separa la zona de descanso del dormitorio y allí se crea un cabecero de obra en el mismo color verde. Su presencia pasa casi inadvertida por su diseño. Solo cuenta con una hornacina en un lado y compartimento que aprovecha el fondo en el contrario.

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3/10 © Dröm Living

Las medidas adecuadas para el cabecero de obra

"Si decidimos optar por un diseño de cabecero con baldas voladas, hay que tener cuidado a la hora de elegir las dimensiones de las mismas. A partir de 100 cm, dependiendo del peso que vayan a soportar, pueden combarse por lo que conviene emplear tablero más grueso o refuerzos adicionales", explica Natalia Zubizarreta (nataliazubizarreta.com). Desde Dröm Living añaden: "lo bueno del cabecero de obra es que podemos hacerlo como queramos, respetando unas normas básicas para que sea ergonómico y práctico. Si queremos que las mesillas estén integradas en el cabecero deberíamos tener mínimo 30-35 cm de profundidad, si solo queremos una repisa estética, con 10 cm tendremos suficiente".

 

A la hora de diseñar un cabecero de obra es importante el ancho de la habitación y el largo. El ancho es el que marcará la medida del cabecero pues debe acoger la cama al menos. Si hay espacio para que sobresalga a ambos lado del colchón o estructura de cama puede hacerlo solo 10 cm o más para integrar mesitas de noche exentas o ménsulas u hornacidas como mesitas. Para mesitas de noche necesitas 50 cm de ancho para cada una si son exentas o 30 mínimo si se van a integrar en la estructura del cabecero. De fondo, bastan también 30 cm como mínimo o más según el espacio que tengas para que quede espacio de paso a los pies de la cama (aquí al menos deben respetarse 50 cm). En esta imagen de un proyecto del estudio Dröm Living el cabecero se adapta debajo de la ventana y soporta dos ménsulas como mesitas de noche. Dada las dimensiones reducidas, las lámparas cuelgan del techo.

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4/10 © Itay Benit para Yael Perry

Los materiales para realizar un cabecero de obra

Para Zubizarreta "una opción muy habitual en la fabricación de un cabecero a medida es la madera lacada. Nos permite realizar infinitos diseños debido a los diferentes espesores de tableros disponibles en el mercado. Podemos diseñar huecos y no hornacinas a modo de mesillas, acoplar cajones... En color blanco o claro es una apuesta neutra segura y que siempre funciona".

 

También se puede usar madera natural para realizar el cabecero a medida, una opción muy cálida. Se usan también ladrillos o placas de cartón yeso para diseñarlo. En este último caso el resultado "queda perfectamente integrado en la pared y es muy ligero aunque -como explica la interiorista Natalia Zubizarreta- tiene la pega de que el roce lo marca y resulta algo delicado, precisando un mantenimiento de pintura. Es una solución adecuada para soportar peso aunque, si los estantes son demasiado largos, necesitará de alguna guía vertical como apoyo". La base que se elija para el cabecero puede revestirse de diferentes materiales: azulejo, madera, hierro, tela…

 

En este dormitorio, Yael Perry ha adaptado el cabecero al ancho de la pared, en un acabado lacado en un gris verdoso. La falta de espacio a cada lado de la cama ha hecho que se cree una única hornacina horizontal de lado a lado como apoyo en lugar de mesita de noche.

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5/10 © Vicugo Foto para Egue y Seta

Las instalaciones que debes planificar

"A la hora de diseñar el cabecero es importante que tengas en cuenta las mesillas y cama que van a ir apoyadas sobre él con el fin de que el conjunto quede equilibrado y las tomas de corriente y luz en su lugar idóneo", aconseja Natalia Zubizarreta. Y es que el hacer un cabecero a medida de obra nos da la posibilidad de integrar los puntos de luz pero también de añadir enchufes, interruptores para controlar la iluminación (incluyendo, por ejemplo, regulador de intensidad), incluso, toma de USB, altavoces… Piensa qué te gustaría para crear los puntos adecuados. Fundamental, pensar en los puntos de luz: ¿quiero focos o apliques que me permitan leer en la cama? ¿Lámparas colgantes para crear ambiente? ¿En qué punto me vienen bien?

 

Este diseño es del estudio Egue y Seta (egueyseta.com) que se apoya en una pared revestida con ladrillo visto. El cabecero acoge las mesitas de noche y, al mismo tiempo, es una decorativa repisa en la que apoyar libros, una lámpara, cuadros… Si cuenta con un fondo de 50 cm puedes crear una repisa superior abatible de manera que tengas un hueco extra de almacén para guardar.

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6/10 © Vicugo Foto para Egue y Seta

Colores y acabados

"Si lo que se quiere es acentuar la presencia del cabecero, una manera de conseguirlo es con un acabado llamativo en un color que destaque o por su original diseño", comenta Zubizarreta. Puedes dejar el cabecero pintado en el mismo color que la pared para que se mimetice. Pero también puedes combinar acabados en el cabecero en sí y en la pared (como en este caso con ladrillo en el frente). Puedes hacer que las mesitas de noche no destaquen o tengan otro acabado. Todas las posibilidades son válidas, solo debes pensar qué te apetece, qué va con tu estilo y con el del dormitorio.

 

Aquí puedes ver más en detalle el frente del cabecero de obra diseñado por Egue y Seta. Esta opcion lo tiene todo en poco espacio. La repisa para apoyar (que además esconde un hueco para almacenar) y dos mesitas de noche a modo de hornacinas con un cajón.

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7/10 © Vía Archzine

Iluminación integrada: juego de luces

Cuando pienses en el  diseño del cabecero de obra, si te apetece algo original, fuera de lo convencional, puedes optar por crear diferentes compartimentos y que la iluminación destaque toda la pared, como en este caso. El cabecero de obra abarca toda la pared y crea diferentes espacios que dejan ver el fondo en ladrillo -otra opción es decorar las traseras con papel pintado-. Todos ellos cuentan con iluminación para crear este juego de volúmenes. Instala focos o tiras led y haz que puedas regular la intensidad de cada punto.

 

En cualquier caso, como indica la interiorista Natalia Zubizarreta: "en cuanto a las instalaciones, ten en cuenta que será necesario modificar los puntos de luz existentes en la pared donde se vaya a instalar el cabecero. Es una buena oportunidad para aumentar/ordenar la instalación actual ya que el paso de un electricista será necesario".

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8/10 © Marcos Clavero para DOS Arquitectes

Cuando el cabecero delimita espacios

Otro opción para recurrir a un cabecero de obra es cuando es  el elemento organizador del espacio o, al menos, delimitador. Puede servir para separar la zona de descanso del vestidor o del cuarto de baño, como en este caso, un proyecto de DOS Arquitectes. Lo más importante es que el cabecero quede anclado al suelo con una estructura que le dé consistencia. Puede tratarse de una pieza de 20 cm de fondo o de más, según el espacio (es bueno aprovechar para crear un mueble  en la trasera, por ejemplo). La altura siempre, como mínimo, debe ser la de la cama más 60 cm al menos de apoyo en caso de sentarse a leer. Pero puede tratarse de un cabecero que llegue hasta el techo o más, si se quiere ganar privacidad o instalar un armario alto al lado contrario.

 

Fíjate aquí como el cabecero propuesto por DOS Arquitectes combina madera con unos ligerísimos estantes en metal negro y apliques de pared en color blanco (como los mecanismos de la electricidad integrados).

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9/10 © Dröm Living

Tipos de cabeceros de obra

Le hemos preguntado a la interiorista de Dröm Living si se podría hablar de tipos de cabeceros de obra y su respuesta ha sido clara: "¡Sí! Según el material y la finalidad del mismo. Por ejemplo: si tenemos un suelo de parquet y revestimos el cabezal con el mismo, nos creará un efecto continuo entre suelo y pared que nos enmarcará la cama, pero si queremos que toda la pared del cabezal tenga más protagonismo, podemos hacerlo en pintura, y en la repisa colocar unos cuadros para centrar la atención encima de la cama. En cuanto a las mesillas, podemos hacer huecos en el cabecero para que queden totalmente integradas, o podemos poner mesillas independientes para romper con la continuidad de la pared".

 

Y añade: "también podemos hacer cabeceros que se conviertan en separadores de espacios, creando una parte inferior en madera u obra, y en la parte superior hacer un separador de cristal, que nos permita el paso de la luz, pero a la vez más intimidad".

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10/10 © Anna Grant

Datos prácticos: precio y duración de la obra

Para que te sirva de orientación, un cabecero de obra pintado como la pared y con dos mesitas de noche empotradas cuesta entre 1.100 y 1.400 € con material, mano de obra y pintura. Aunque el tiempo varía mucho según los detalles de la intervención y los elementos que lleve el cabecero, calcula una semana como máximo para que se quede hecho y el dormitorio como nuevo.

 

¿Qué te parece este cabecero de obra de Anna Grant que se adapta al tabique se separa el dormitorio del baño? Cuenta con hornacina horizontal y repisa en la que se apoyan las lámparas de noche. Desde esta sale el cerramiento de cristal y perfilería en color negro que marca aún más los ambientes.

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