1/10 © Molteni & C

1. Ser versátil

El sofá es la pieza principal del salón y una en la que más tiempo del día pasamos. Por estos motivos, su elección debe ser meditada, ya que necesitas que aguante el trote diario, esté contigo muchos años y luzca, a ser posible, tan bonito como el primer día.

A la hora de elegir el modelo de tus sueños, confort y belleza deben ir de la mano, pero siempre pensando en tu forma de vida. En el sofá Albert de Molteni & C (molteni.it), los asientos se articulan según la necesidad del momento, logrando una estructura flexible. Con 105 y 150 cm de fondo, sus cojines especiales te permiten modificar la profundidad de los asientos, diseñando, así, una ergonomía a medida.

2/10 © Roche Bobois

2. Tener una tapicería ‘10’

Que dé respuesta a tu día a día. Así, en una casa con niños, los desenfundables son perfectos. Elígelo de una tela sufrida y piensa que muchos de los tejidos actuales pueden limpiarse y otros incorporan tratamientos específicos. Eso sí, cuando no haya forma de que luzca perfecto, vuelve a tapizarlo: una opción que merece la pena si se trata de un buen sofá.

Los asientos del modelo Digital de Roche Bobois (roche-bobois.com), revestido con la tela Marshmallow (100% poliéster), son de espuma HR 35 kg/m3, mientras que los respaldos son de plumas y espuma. Además, gracias a su diseño con curva irregular puedes tener diferentes profundidades de asientos, diseñando un confort a la carta.

3/10 © Cassina

3. Ser atemporal

Y lucir siempre tan bonito como el primer día, como el sofá Maralunga de Cassina (cassina.com), diseñado en 1973 por Vico Magistretti y que ahora regresa en una versión maxi, con un 35% más de asiento y un 10% más de profundidad. Estas proporciones lo convierten en la estrella de la casa, adaptándose a la vida moderna. Además, hay que destacar sus respaldos abatibles, que permiten diseñarlo a la medida del momento, para que luzca a sus anchas por toda la estancia.

4/10 © Porada

4. Ser eterno

Y para ello tiene que tener no solo buenos asientos y respaldos sino un armazón a la altura de las circunstancias. La madera maciza es un clásico, que garantiza una vida útil larga y duradera. En el Kirk de Porada (porada.it) es de nogal y los rellenos de plumas: un tándem perfecto. Además, es desenfundable para que puedas lavarlo, siempre que la tela lo permita, con facilidad. Fíjate en las patas, pueden ser un problema a largo plazo.

5/10 © Alivar

5. Ser cómodo

Con una buena dureza, un respaldo alto, entre 80 y 90 cm, y un asiento con al menos 65 cm de profundidad. Un consejo: no te vayas de la tienda sin haberlo probado bien, incluso tumbándote, comprobando que bien sentada y con la espalda apoyada, tus pies no cuelgan sino que están en el suelo y que sus almohadones te recogen sin hundirte. No olvides los reposabrazos, aunque no son obligatorios, pueden dar mucho juego y ser un plus de comodidad. Deben estar a la altura del codo. En el Horizon de Alivar (alivar.com) han sido diseñados ligeramente inclinados, para ser aún más acogedores.

6/10 © Flexform

6. Ser mullido, pero sin pasarse

Aunque en un principio puedas pensar que es maravilloso sumergirte entre sus almohadones, con el tiempo, puede que no te parezca tan cómodo y que, incluso, haga sufrir a tu espalda. El asiento debe ser siempre bastante duro, ya que con el tiempo cede y tiende a deformarse. Si quieres algo blando, mejor el respaldo. Recuerda ponerlo en forma cada seis-ocho años, cambiando los rellenos.

Los asientos y respaldos del Campiello de Antonio Citterio para Flexform (flexform.it) combinan un núcleo duro con plumón de ganso, una verdadera delicia que te envuelve, facilitándote, al mismo tiempo, una gran ergonomía.

7/10 © Natuzzi

7. No ocupar más de lo necesario

Es importante que midas bien el lugar donde vas a colocarlo y que tengas en cuenta que en la tienda siempre parecen más pequeños de lo que son. Aunque sea la pieza estrella de tu salón, debe quedar un espacio desahogado, con espacio suficiente para moverse con comodidad. Si quieres hacerte una idea, más o menos, de lo que puede ocupar, reproduce sus medidas con papel de periódico o haz una plantilla con cartón.

El Estasi de Natuzzi Editions (natuzzi.es) posee un diseño esbelto, que le permite lucir bien tanto en espacios grandes como de pocos metros.

8/10 © Baleri Italia

8. Adaptarse a ti y tú a él

A la hora de elegir el modelo y el tamaño debes tener en cuenta el número de miembros que sois y el uso que vais a darle. No es lo mismo que lo vayáis a utilizar a diario para ver la televisión en familia que para charlar cuando haya invitados o para leer y descansar los fines de semana. El Miss Match de Baleri Italia (baleri-italia.it) permite múltiples composiciones, para que elijas la que mejor se ajuste a tus necesidades y hábitos.

9/10 © Ferm Living

9. Ser bonito

Y dar respuesta a tu estilo. Estamos ante la pieza estrella del salón, entonces ¿por qué no hacer que brille con luz propia? Sé tú misma y busca ese diseño con el que siempre soñaste, incluso aunque sea algo atrevido. Entiéndelo como una inversión a largo plazo, ya que su precio suele ser elevado, pero también su vida útil. Este de Ferm Living (fermliving.com) es un claro ejemplo de como la funcionalidad y la belleza pueden sentarse juntos.

10/10 © Bo Concept

10. Ser también una cama

Si eres de las que piensa que las siestas de fin de semana son una obligación, opta por un sofá que incorpore ‘chaise longue’ o asientos extraíbles, que permitan crear una verdadera cama. El Osaka de Bo Concept (boconcept.com) es ideal tanto para el descanso como para ver la televisión o realizar una larga sobremesa. Además, su diseño esbelto y ligero encaja a la perfección en salones de pocos metros. Levanta los pies y estírate, o úsalo como asiento adicional.

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