1/10 © The French Bedroom

1. Incorpora el exterior

A la hora de crear la distribución de tu dormitorio, ten en cuenta el exterior, ya que de esta manera podrás sumar (visualmente) los metros de tu terraza y jardín, aportando mayor profundidad al espacio. Para ello, basta con aprovechar los grandes ventanales, dirigir los muebles principales hacia fuera y usar cortinas ligeras que no obstaculicen la transición entre ambos. Una buena idea en dormitorios con salida directa al exterior es instalar modelos correderos que, además de no restar metros útiles, al abrirse logran una unión total. La ropa de cama de esta propuesta de The French Bedroom (frenchbedroomcompany.co.uk), en terciopelo color chocolate, pone la dosis justa de calidez al ambiente.

2/10 © Debenhams

2. Di sí a los colores claros

Aunque pintar las paredes en tierra y otros tonos intensos puede potenciar la sensación de calidez, en una habitación de pocos metros solo reforzaría la sensación de falta de espacio. En su lugar, opta por colores claros, pasteles o ríndete al poder del 'white', ya que alejan ópticamente las paredes, haciendo que la habitación parezca más ancha y grande. Apostar por ropa de cama en blanco inmaculado, como en esta propuesta de Debenhams (debenhams.com), es otro acierto total con su brillo y luminosidad.

3/10 © Textura Interiors

3. Distribuye adecuadamente

Es el inicio de toda buena relación con el espacio, especialmente si los metros cuadrados no te sobran. Diseña una distribución fluida y cómoda, despeja las entradas de luz, tratando de no impedir su paso al interior de la casa, y fomenta la profundidad, evitando que haya obstáculos que entorpezcan la vista. Y, por supuesto, no renuncies a la comodidad. Busca una distribución que deje el máximo espacio libre, donde puedas moverte fácilmente. Para aprovechar mejor las dimensiones, lo ideal es ubicar la cama en el centro de la estancia, apoyando el cabecero en una pared, como en esta propuesta de Textura Interiors (textura-interiors.com).

4/10 © fhe.es

4. Apuesta por la luz

Alíate tanto con la natural como con la artificial. Da protagonismo a tus ventanas, para que el sol no encuentre barreras para entrar y apuesta por un buen proyecto lumínico, con los modelos adecuados. Así, por ejemplo, instala mejor una lámpara de techo, ya que difundirá armoniosamente la luz en toda la habitación en lugar de una halógena, dirigida hacia el techo. Además, no te olvides de los espejos, ya que no solo la reflejan sino que hacen crecer casi por arte de magia los metros. Propuesta de Raúl Martins (raulmartins.com).

5/10 © Laura Ashley

5. Optimiza el espacio para el almacenamiento

Para evitar abarrotar el dormitorio y encontrar todo a la primera, siempre que el techo lo permita, considera usar la altura y el ancho completos para almacenar y no subestimes ningún ‘hueco muerto’ o rincón, ya que al despejar el ambiente lograrás despejar la estancia y ganar, al mismo tiempo, sensación de amplitud. Los muebles a medida son grandes aliados, al igual que el almacenamiento en vertical, que no resta metros útiles, como en esta propuesta de Laura Ahsley (lauraashley.com).

6/10 © Rauch Möbelwerke

6. Saca a relucir tu ingenio

En los dormitorios de pocos metros, la falta de espacio para guardar es una constante, ya que, a pesar de que intentes seguir el método de Marie Kondo y deshacerte de todo lo que no necesitas, nunca es suficiente. Es en estas situaciones cuando tu ingenio y el de los fabricantes de mobiliario deben ponerse a trabajar. Esta cama de Rauch Möbelwerke (rauchmoebel.de) es una buena muestra de ello, ya que sus cajones frontales y delanteros ofrecen espacio extra para guardar, sin restar metros a la habitación. Está claro, si las soluciones de almacenamiento están bien pensadas y adaptadas a tus necesidades serán invisibles y se adaptarán perfectamente a la decoración.

7/10 © Marks & Spencer

7. Piezas que valen por dos o por tres

Apuesta por mobiliario con más de una función, plegable, extensible… Piezas versátiles que, además de hacer más funcionales las estancias, favorecen la sensación de orden y permiten que reduzcas al mínimo el número de muebles. Soluciones como esta cómoda-mesilla de Marks & Spencer (marksandspencer.com) te permiten sacar más partido a los metros o centímetros disponibles. ¡Toma nota!

8/10 © Scion

8. La ligereza puntúa más

Ligero como una pluma, así debe ser tu dormitorio. Si tienes síndrome de Diógenes o simplemente adoras rodearte de miles de objetos, lo sentimos estás luchando contracorriente, ya que los espacios XS son grandes aliados de la ligereza y de los ambientes poco o nada recargados. Elige bien los muebles que te van a acompañar en tus noches de invierno, huye del exceso y apuesta por telas relajadas, de texturas sencillas y, a ser posible, en colores claros, como las de la colección Zanzíbar de Scion, en Pepe Peñalver (peppenalvermadrid.es).

9/10 © Zara Home

9. Elige los muebles adecuados

El diseño hacia el éxito de una habitación pequeña comienza, tras la distribución, con la elección del mobiliario. Reduce los muebles a los imprescindibles, olvídate de grandes volúmenes y opta por piezas de líneas sencillas, que cumplan una función y no pesen visualmente. Elementos altos y con poco fondo te ayudarán en tu camino al éxito. Es mejor una decoración limpia y minimalista, que una demasiado rica y excéntrica. Propuesta de Zara Home (zarahome.com).

10/10 © Listone Giordano

10. Busca el orden

El desorden es un enemigo acérrimo del espacio. Por eso, además de por motivos estéticos, es importante que todo esté en su sitio y que no haya nada por medio. Para conseguirlo, además del almacenaje en vertical y de los muebles de doble uso, sigue una rutina diaria: coloca los almohadones por la mañana, no dejes vasos en la mesilla, haz la cama como si fuera la de un hotel… No solo hay que ser ordenada sino parecerlo. Pavimento y revestimiento de Listone Giordano (listonegiordano.com).

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