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En las nuevas propuestas gastronómicas, el interiorismo y la arquitectura son uno de los platos fuertes de su éxito. La buena comida se disfruta todavía más si se hace en un ambiente único, con una decoración cuidada y exquisita. Por eso, los establecimientos son verdaderos espacios de tendencia 'deco', con el sello inconfundible de grandes interioristas o arquitectos, como los que firman nuestras cinco propuestas (Lázaro Rosa-Violán, El Equipo Creativo, Alejandra Pombo…). Está claro en esta época el binomio interiorismo y gastronomía funciona, y funciona bien.
AMAZÓNICO (Jorge Juan 20, Madrid)
Si todavía no conoces Amazónico (restauranteamazonico.com) no estás en el mundo, en el mundo de las tendencias y la moda, eso sí. Se trata del lugar donde ver y ser visto con más estilo de la capital, solo hay que recordar que Cayetana Rivera celebró su 18º cumpleaños en él. Propiedad del chef Sandro Silva y Marta Seco (un matrimonio de sobra conocido en este sector, propietario también de El Paraguas, Ten con Ten y Ultramarinos Quintín) ha sido diseñado por Lázaro Rosa-Violán (www.lazarorosaviolan.com) como una exótica vuelta por El Amazonas.
¡Bienvenido a la selva! Eso es lo que parecen decirte las lianas que cuelgan del techo, las trepadoras de las paredes y el techo, las lámparas de los años 20 con flecos, los azulejos verdes y el espectacular pavo real. En este espacio, original y exótico, el verde y la exuberancia se apropian de cada metro cuadrado y de muchos de sus platos, que van desde Brasil hasta India, Perú o China. Este particular viaje por El Amazonas, está lleno de rincones especiales, llenos de encanto y magia, como The Jungle Jazz Club, un lugar que se mueve a ritmo de jazz, blues o bossa nova, o la barra japonesa, que supera los límites de la Amazonía y nos trae un pedacito de Asia.
NAMA BAR (Arxiduc Luis Salvador 24, Deia, Mallorca)
Al contemplar las fotos de este encantador restaurante casi de manera instintiva piensas en el interiorista y diseñador Matthew Williamson (matthewwilliamson.com) y en sus combinaciones de colores intensas o en sus preciosos muebles ‘vintage’. Los propietarios de Nama (restaurantnama.com), un cálido y hermoso restaurante con una cocina deliciosamente original, decidieron abrir un bar al lado del restaurante, proyecto que dejaron en manos del genial creador. Las premisas eran diseñar un espacio íntimo y sexy, con el encanto de un club.
Namali Schleberger y Linus Gerdemann, propietarios del Restaurant Nama, decidieron abrir este ‘sushi bar coctelería’ y confiar en el talento del diseñador inglés. Con una decoración ecléctica y diferente, los papeles pintados de Williamson para Osborne & Little y los colores intensos se apropian de cada rincón del Nama Bar, creando un espacio tremendamente original, donde los muebles, adquiridos en mercados y tiendas de antigüedades mallorquines, otorgan al espacio una atmósfera única y especial.
NUMA POMPILIO (Velázquez,18, Madrid)
Un italiano con personalidad propia, al frente del cual está El Grupo Paraguas, o lo que es lo mismo Sandro Silva y Marta Seco. Una experiencia única en la mesa que se traduce en un interiorismo muy especial, que firma Alejandra Pombo (alejandrapombo.com) y que te traslada directamente a un bosque mágico o a un rincón perdido de la bella Italia. Una cocina abierta y la mesa obrador de pasta dan la bienvenida a un lugar que busca crear una sensación global, donde el ambiente y la cocina se alían.
Con un encantador jardín trasero, Alejandra Pombo ha recreado en Numa Pompilio (restaurantenuma.com) una atmósfera romántica, que te transporta al pasado (Numa Pompilio fue el segundo rey de Roma), donde se fusionan los grandes clásicos de la cocina italiana con recetas internacionales. Frescos de pintura en las paredes, plantas situadas estratégicamente y espejos crean una atmósfera lujosa, pero sin caer en el exceso.
EL MAMA & LA PAPA (Passatge de Pere Calders 2, Barcelona)
Diseñado por El Equipo Creativo (elequipocreativo.com), se trata de un restaurante que destila personalidad y estilo, donde el color rojo unifica las diferentes zonas del establecimiento. El espacio juega a la dualidad con las dos barras enfrentadas (El Mama y La Papa) como protagonistas y entre las que se erige una barra de baile. Una cocina internacional, elaborada con productos locales, encuentran en este ambiente distendido y especial su mejor carta de presentación. © Adrià Goula
Este no es un restaurante al uso, ya que posee espíritu de ‘show’, capaz de amenizarte la cena con la actuación de un cantante, un trapecista o un payaso. Esto ha hecho que el estudio El Equipo Creativo, artífice del proyecto, creara un diseño funcional y versátil, con plataformas estructurales a diferentes alturas, conectadas con una gran pasarela-escenario. Plataformas que consiguen generar en El Mama & La Papa (elmama.barcelona) zonas más privadas, reservados para eventos y hasta un ‘secret bar’. © Adrià Goula
ARZÁBAL MUSEO (Santa Isabel, 52, Madrid)
Un espacio único en un lugar único: el Museo de Arte Contemporáneo Reina Sofía de Madrid, que ya se ha convertido en una cita ‘gastro’ imprescindible en la capital (hasta la mismísima Alejandra Silva sopló allí las velas de su último cumpleaños). Esta ‘taberna reinventada’, como la denominan Álvaro Castellano e Iván Morales, del grupo Arzábal, ofrece un ambiente informal y acogedor, al mismo tiempo, donde un interiorismo tradicional (imposible no fijarse en su suelo de baldosas blancas y negras o en su techo) se mezcla con acierto con la modernidad. Algo que ocurre también en su cocina.
Un pequeño oasis en la ciudad, esto es lo que brinda el Cenador de Arzábal Museo. Un espacio cálido y acogedor, con vistas a la terraza, que apuesta por un suelo de grandes tablones de madera y asientos de fibras naturales, creando una decoración sencilla, pero confortable –la gran chimenea ayuda– para disfrutar todo el año.
PANORAMA (Avenida Manuel García Lago, 9, Santander)
Tarruellas Trenchs Studio (tarruellatrenchs.com) ha sido el encargado de renovar y dar un aire más cosmopolita al restaurante del Hotel Chiqui (hotelchiqui.com), un clásico de la ciudad cántabra. Las vistas a la playa del Sardinero eran una prioridad, para la cual se diseñaron grandes cristaleras que dan continuidad entre el interior y el exterior. © Salva López
Para mantener la privacidad del restaurante, sin perder el sentido de formar parte del hotel Chiqui, Tarruella Trenchs Studio, encargados del proyecto, diseñaron una gran celosía que hace de filtro de acceso a las salas de eventos del hotel y permite entrever la recepción desde el restaurante. Esta celosía de madera de nogal se intercala con piezas lacadas en colores tierras y azules que al retroiluminarse tamizan la luz y aportan profundidad. Para crear un espacio confortable y agradable jugaron con los colores cálidos y los materiales nobles, dos aliados indiscutibles de la calidez. © Salva López
