Qué altura deben tener, qué especies elegir, cómo colocarlos... Los centros de mesa de Navidad son el último, pero no menos importante, toque de la decoración navideña. El broche final de una mesa perfecta, alrededor de la cual celebraremos muchos de estos días. Por eso, deben reunir ciertos requisitos que aporten un plus de estilo y no arruinen el resto de elementos.
Para evitar errores y acertar a la primera, hemos pedido consejo a la experta en plantas Natalia Sáez. La creadora de la cuenta @enabrilhojasmil nos comparte todos sus trucos para que triunfes en su elección.
© El Corte InglésLa altura ideal
Es una de las cuestiones más importantes, ya que debe destacar, pero también no inmiscuirse en el desarrollo de la velada.
“Siempre recomiendo que el centro no supere los 20–25 cm de alto. Es la medida perfecta para que la mesa resulte acogedora sin interrumpir la conversación ni la línea visual entre los comensales. También se puede hacer un centro en el que se supere esa altura sólo con elementos puntuales, de forma que no impidan la vista. La decoración debe acompañar, no convertirse en un muro verde entre quienes comparten la comida”.
Esta propuesta de El Corte Inglés, el gran arreglo floral se complementa con varios más pequeños, distribuidos a lo largo de la mesa.
© Lo de ManuelaY si quiero poner uno alto…
Si no has calculado bien las dimensiones, te lo han regalado o sencillamente te encantan los arreglos esbeltos, como el de esta propuesta de Lo de Manuela, la experta tiene la solución.
“Si te apetece apostar por un arreglo alto —y hay composiciones realmente espectaculares— hay varias opciones. Lo ideal es colocarlo fuera del área directa de la mesa, por ejemplo, en un aparador o en una esquina visible del comedor. También puedes situarlo en la mesa mientras llegan los invitados y retirarlo en el momento de sentarse. Así disfrutas del impacto visual sin sacrificar comodidad. Por último, puedes optar por un centro de proporciones más verticales y colocarlos al tresbolillo (formando triángulos equiláteros) con los comensales, de forma que no dificulten la visión directa”.
© Söstrene GreneQué se lleva
Las tendencias de decoración navideñas también tienen algo que decir. En 2025, la Navidad se siente más cercana y auténtica, sensación que transmite este ambiente de Söstrene Grene.
“La tendencia actual juega con dos mundos: estética natural y orgánica y volumen controlado. Es decir, centros frondosos, románticos, pero con una estética depurada, sin estridencias. No buscamos minimalismo extremo ni exuberancia desbordada; buscamos composiciones respirables, que evoquen naturaleza viva sin saturar el espacio o ser demasiado barrocos. También está de moda incluir algún fruto o similar como manzanas, naranjas o granadas y, por supuesto, alguna vela, que nunca pasa de moda”.
© WestwingPlantas con espíritu navideño
Para la autora del libro 'Los mataplantas no existen' hay especies que visten la casa de Navidad con su sola presencia, como ocurre con esta propuesta de Westwing.
- Eucalipto: sus tonos verdes grisáceos aportan elegancia.
- Ilex o acebo: perfecto para un toque festivo clásico.
- Abeto y pino: aromáticos y muy estables.
- Helleborus, sutil y sofisticado.
- Claveles y ranúnculos en tonos suaves para aportar textura.
"Y, dependiendo del estilo que queramos dar al centro, podemos añadir elementos secos y más típicos como la paniculata, piñas pequeñas, flor de algodón o ramas de canela. O establecer puntos focales más originales, pero perfectamente combinables, como las dalias o las hortensias", aconseja la experta.
© PexelsEucalipto: la especie comodín
Entre todas las especies que vemos en los arreglos y centros navideños, hay una que se repite y nunca falla. Como dice Natalia, “el eucalipto es el comodín perfecto, por eso su uso está tan extendido. Funciona bien con mesas rústicas, contemporáneas, nórdicas o clásicas. Su aroma es agradable y su estética es neutra, elegante y extremadamente versátil. Las hojas de magnolio también me encantan”.
© La Redoute InterieursDeben combinar con…
Solucionado el tema de la altura, llega el momento de integrarlo en la mesa. ¿Con qué debe combinar? “Lo ideal es que mantengan una conversación estética con el conjunto: que no compitan, sino que se integren. No hace falta que el centro repita exactamente los colores del mantel, pero sí que exista una armonía en tono o estilo. Las flores pueden 'ir por libre' si aportan contraste intencionado y equilibrado, dentro, por ejemplo, de una misma gama de color”, aconseja. En esta propuesta de La Redoute Interieurs, el verde y el rosa de los distintos elementos van en perfecta sintonía.
De la misma manera, si tengo un arreglo floral en el aparador del comedor, la experta recomienda que “no es necesario que sean idénticos, pero sí que pertenezcan a la misma familia estética, que compartan alguna especie, color o textura. Esto crea continuidad visual sin caer en la repetición literal”.
© MulberryColores: menos es más
El color del arreglo floral también es otro aspecto que debe tenerse en cuenta. Debe ser colorido y atrevido, pero sin pasarse, para no tapar al resto de la decoración. “Si no se tiene mucha práctica con este tipo de decoración, yo siempre recomiendo escoger dos o tres colores principales. De esa forma es más fácil mantener una composición coherente y elegante. Menos es más. Si queremos algo más arriesgado, pero impactante, podemos añadir pequeños acentos en un tono, por ejemplo, opuesto a los de la gama elegida. Esto da un toque muy sorprendente y vivo a cualquier centro”.
¿Tus colores navideños de 2025? “He elegido una gama de colores cálidos (caldera, rojo, granate, amarillo, dorado…) que voy a salpicar con tonos más fríos como el morado o el índigo”. En la imagen, una composición en tonos burdeos de Mulberry.
© LoberonEn solitario o acompañado
En la elección del ramo ideal tampoco debemos pasar por alto la mesa, ya que no es lo mismo que sea rectangular y XL que redonda o cuadrada para cuatro comensales. Así, establece Natalia, “en mesas largas, prefiero varios centros pequeños distribuidos de forma rítmica, ya que permiten conversar mejor y reparten la belleza por toda la superficie. En modelos más cortos, un único centro protagonista puede funcionar muy bien si se controla la altura”.
Los centros de Loberon de la imagen te ayudarán a dar unidad a la mesa.
© DiborSegún el estilo de la mesa
En función de cómo hayas vestido tu mesa, así debe ser tu centro. El de esta propuesta de Dibor encaja muy bien en ambientes naturales o rústicos. La experta destaca tres estéticas distintas:
1. Mesa sofisticada. Un centro elegante y algo teatral en tonos burdeos, rojo intenso, blanco y verde.
- Especies: dalias, rosas crema, ranúnculos burdeos, eucalipto, ruscus...
- Colores: burdeos, crema y verde grisáceo.
2. Mesa natural. Un centro con movimiento y asimetrías marcadas. Aquí combinaría flores de gran tamaño, como la hortensia, con ramas desnudas y un follaje que mezcla verdes cálidos y fríos. Es un diseño que funciona especialmente bien en decoraciones que buscan un aire más botánico, menos estructurado.
- Especies: flor roja tipo dalia o camelia, hortensia, pino enano, ramas decorativas, hiedra o follaje mixto y magnolio.
- Colores: rojo azulado/añil, burdeos y verde natural.
3. Mesa tradicional. Usaría los símbolos más habituales de la Navidad: ramas de abeto y cedro, piñas nevadas, acebo y velas blancas, que aportan verticalidad y luz. Es una composición baja y alargada que funciona bien incluso en mesas largas, y que aporta ese aroma inconfundible de las fiestas.
- Especies: eucalipto, magnolio, abeto, cedro, piñas decorativas, ilex y algodón.
- Colores: verde profundo, rojo brillante y blanco.
© IvylineEn otros lugares de la casa
Los centros de mesa son uno de los elementos esenciales en la decoración navideña, pero no son los únicos. Plantas como la flor de Pascua y los arreglos florales, como el de esta propuesta de Ivyline, también son bienvenidos en esta época. La creadora de @enabrilhojasmil establece varias ubicaciones donde aportarán un plus a la estancia.
“La entrada es clave. Es el primer espacio que recibe a los invitados y un pequeño arreglo floral, incluso uno muy sencillo, transforma inmediatamente la atmósfera. También es un buen lugar el centro del salón, donde funciona como punto de equilibrio y calidez. Por último, y aunque suene a espacio residual, el cuarto de baño es el gran olvidado en cualquier recepción familiar y es un espacio que todo el mundo visita en algún momento. Dejar un detalle sobre el lavabo como un pequeño jarrón con alguna flor discreta de las que tengamos en el centro protagonista de la mesa cuesta muy poco y causa un gran efecto”.




