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Plantas de interior y exterior

La original suculenta de flores negras que casi no exige cuidados y queda perfecta tanto en exterior como en interior


Hay plantas que destacan por su imagen y que, además, son fáciles de cuidar. Lo mejor de esta original suculenta es que se adapta igual de bien al interior como al exterior. ¿Quieres saber cuáles son sus cuidados?


Siempreviva Rosa Negra © katrin_timoff - stock.adobe.com
7 de noviembre de 2025 - 7:00 CET

¿Te apasionan las plantas diferentes? La siempreviva rosa negra es una de esas rarezas que no pueden faltar ni en tu jardín ni en alguna esquina especial de tu casa. Su original aspecto, con rosetas de hojas carnosas que adquieren tonos púrpura profundo hasta casi negro, la convierte en una auténtica joya en tu colección. 

Además, apenas exige cuidados y soporta bien tanto el sol directo como los ambientes de interior bien iluminados. Ya la cultives en una maceta dentro de casa o en un rincón soleado del jardín, esta suculenta se convertirá en el centro de todas las miradas. Descubre cuáles son sus cuidados y todo lo que tienes que tener en cuenta para que prospere. 

Siempreviva Rosa Negra © katrin_timoff - stock.adobe.com

Origen y características de la siempreviva rosa negra  

La siempreviva rosa negra, cuyo nombre científico es Aeonium arboreum atropurpureum ‘Zwartkop’, pertenece a la familia de las crasuláceas y procede de las Islas Canarias. Su estructura está formada por pequeñas rosetas compactas que emergen de tallos alargados. En lugares cálidos pueden alcanzar incluso el metro de altura. Sus hojas, gruesas y brillantes, cambian de tono según la luz: en verano se tiñen de un burdeos casi negro, y en invierno adoptan matices más verdosos o violáceos.

Su floración, aunque no es especialmente llamativa, se caracteriza por sus ramilletes de flores amarillas, que contrastan intensamente con el tono oscuro del follaje. Es una planta de crecimiento lento, pero muy resistente a la sequía y con una larga vida. 

Siempreviva Rosa Negra © Maksims - stock.adobe.com

Dónde colocarla: exterior o interior  

Esta suculenta se adapta con facilidad, pero su color más intenso se obtiene cuando recibe buena cantidad de luz solar. En exteriores, colócala en una terraza o balcón soleado, protegida del viento fuerte. Y si la cultivas en interior, busca un espacio junto a una ventana orientada al sur o al oeste, donde la luz sea abundante. 

Si notas que sus hojas pierden color o se estiran hacia la luz, significa que necesita más luz. Aun así, evita el calor excesivo del mediodía en verano, sobre todo si el sol incide directamente a través del cristal. 

Siempreviva Rosa Negra © Maksims - stock.adobe.com

Temperatura ideal  

Al ser una planta que prospera en climas templados, la siempreviva rosa negra no tolera las heladas. Cuando mejor prospera es cuando se mantiene entre 18 y 25 °C, aunque soporta picos de calor si cuenta con un sustrato seco y buena ventilación. 

Si vives en una zona fría, protégela en invierno y colócala bajo techo cuando el termómetro baje de los 8 °C. También hay que protegerla de los cambios bruscos de temperatura, que pueden hacer que pierda hojas o se detenga su crecimiento, aunque se recuperará fácilmente en cuanto vuelva a un entorno estable a nivel térmico. En verano, bastará con un poco de sombra durante las horas más intensas del sol. 

Siempreviva Rosa Negra © JohnatAPW - stock.adobe.com

Riego: menos es más  

El exceso de agua es el único enemigo serio de la siempreviva rosa negra. Riega solo cuando la tierra esté completamente seca, preferiblemente cada 10 o 15 días en verano, y en invierno solo será necesario hacerlo una vez al mes. 

Vierte el agua directamente sobre la tierra, sin mojar las hojas, y asegúrate de que el drenaje sea perfecto: el agua estancada pudrirá las raíces rápidamente. Sabrás que tu siempreviva necesita agua cuando sus hojas comiencen a arrugarse ligeramente. Puedes usar un sustrato para cactus o mezclar tierra universal con arena gruesa o perlita para mantener la humedad controlada. Recuerda: en este tipo de plantas, menos cuidado suele ser el mejor cuidado.  

Siempreviva Rosa Negra © Sally Wallis - stock.adobe.com

Sustrato y drenaje  

El secreto para mantener una siempreviva rosa negra sana está en el sustrato. Necesita un terreno ligero, aireado y con excelente drenaje. Puedes usar un sustrato para cactus o una mezcla de tierra de jardín, arena gruesa y perlita, en proporciones de 40-40-20. 

Ten en cuenta también que la maceta debe tener agujeros suficientes para que el agua no se estanque. Si la cultivas en interior, puedes colocar una capa de grava o piedra volcánica en el fondo de la maceta. 

Siempreviva Rosa Negra © KHBlack - stock.adobe.com

Fertilización y poda  

Aunque no necesita grandes aportes de nutrientes, agradecerá una fertilización moderada durante su periodo de crecimiento (primavera y verano). Usa un abono específico para suculentas cada tres o cuatro semanas diluido a la mitad de su dosis recomendada. En otoño e invierno puedes suspenderlo. 

En cuanto a la poda, solo debes eliminar las hojas secas de la base o los tallos que se hayan debilitado. Si observas que el tallo principal se alarga demasiado, puedes recortarlo para estimular nuevos brotes. Así conseguirás una planta más frondosa y equilibrada. No temas cortar: las Siemprevivas responden bien a la regeneración.  

Siempreviva Rosa Negra © katrin_timoff - stock.adobe.com

Cómo se cultiva y multiplica  

Multiplicar esta planta es sencillo. Basta con cortar una roseta con unos centímetros de tallo, dejar que cicatrice durante dos días y plantarla en un sustrato seco y suelto. En pocas semanas comenzarán a brotar las raíces y a desarrollarse. 

También puedes reproducirla mediante esquejes o incluso con semillas, aunque este método es más lento. Procura que la nueva planta reciba buena luz indirecta durante esta etapa. Una vez arraigada, trátala como a una adulta y verás crecer fácilmente una nueva colonia de suculentas oscuras que podrás distribuir por casa o regalar.  

Siempreviva Rosa Negra © arliftatoz2205 - stock.adobe.com

Cuidados específicos en invierno  

El invierno es la época más delicada para esta planta, especialmente si se encuentra en el jardín o la terraza. Evita la humedad constante, cúbrela si hay previsión de heladas y reduce el riego al mínimo. 

Si la tienes en interior, procura ubicarla lejos de radiadores o fuentes de calor que puedan resecar las hojas. En esta época la planta entra en una especie de descanso vegetativo, durante el cual no necesita fertilización ni trasplantes. Solo asegúrate de mantenerla en un ambiente luminoso y estable. Cuando los días se alarguen y las temperaturas suban, notarás cómo vuelve a brotar. 

Siempreviva Rosa Negra © KHBlack - stock.adobe.com

Cómo trasplantarla  

El trasplante de la siempreviva rosa negra se realiza cada dos o tres años, preferiblemente en primavera. Escoge una maceta ligeramente mayor que la anterior y asegúrate de mantener el mismo tipo de sustrato ligero. Retira con cuidado la planta, limpia las raíces y elimina las que estén secas o dañadas. 

Nunca trasplantes cuando el sustrato esté húmedo: espera unos días después del último riego. Una vez instalada en la nueva maceta, deja pasar una semana antes de regar, para evitar que las raíces frescas se pudran. Después del trasplante, notarás cómo la suculenta recupera rápidamente fuerza y color. 

Siempreviva Rosa Negra © katrin_timoff - stock.adobe.com

Plagas y enfermedades  

Aunque es una planta muy resistente, puede ser atacada por cochinillas o pulgones, especialmente si el ambiente es cálido y húmedo. Revísala con frecuencia y limpia las hojas con un paño húmedo

Si observas manchas marrones, probablemente se trate de exceso de riego o de hongos. En ese caso, corta las partes afectadas y deja la planta unos días en un lugar más seco. Mantener buena circulación de aire y evitar el encharcamiento son claves para prevenir problemas. 

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.